Capítulo dos

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Eclipse.

—¡No, no, no y no!. —Exclamó en un susurro la chica de coletas ante la extraña petición de su senpai, que no había hecho más que lograr que toda la sangre que circulaba por su cuerpo, de una sola vez, en sus mejillas, cuyo color consecuente fue un rojizo pasión que hizo que en los labios de Touko surcara una gran sonrisa. 

Tragó saliva en cuanto se asomó un poco para poder ver hacia la mesa de la sala del consejo estudiantil, donde estaban los otros tres miembros restantes haciendo su trabajo. 

Sayaka observaba una serie de papeles, y su asiento hacía que les diera la espalda a las otras dos, y frente a ella, estaban Doujima y Maki, que si tenían vista de la pelinegra y la de coletas, pero no podían visualizarlas porque toda su atención estaba siendo tomada por la laptop que Touko les prestó al asignarles un pequeño trabajo extra.

Se tomó como excusa el que iba a ir a dejar la taza ya vacía de su café después de que Yuu se levantara a cerrar las cortinas de la ventana ya que los rayos tan fuertes del sol empezaban a molestarle. Y, en cuanto vio la oportunidad, Nanami no la desperdició para nada, fijándose en que no le estaban colocando la suficiente atención como para ser sospechoso, de inmediato fue hasta donde Koito se encontraba, y le obligó a meterse tras la cortina al empujarle poco a poco desde los hombros hasta que finalmente las dos desaparecieran de la vista de aquella sala.

Yuu de inmediato se arrepintió de haberle pedido a su senpai colocar las cortinas después de que ocurriera el incidente de Maki, quién las vio cuando Touko, deliberadamente, la besó. 

Era una gran locura que, lo que pensaba que sería una solución, al final fuera una especie de castigo nuevo para ella.

Touko, aún manteniendo el agarre en sus brazos, empezó a acercarse a su rostro, cosa que Yuu rechazó completamente, alejándose, o girando su cabeza de vez en cuando para evitar que su senpai alcanzase a tomar sus labios, ¡no podían hacer eso cuando estaban ahí!, ¡mucho menos con el resto casi a la par suya!, ¿que acaso Touko ya había perdido la cabeza?, ¡qué completa locura!.

—Yuu, sólo será un momento. —Insistió la más alta como un capricho; si que le gustaba besar a su kohai. No obstante, Yuu frunció el ceño, volviendo a negarse.

—Nanami-senpai, ¡no te dejaré besarme en esta situación!. —Volvió a gritarle entre susurros, intentando reprenderla para que la dejara en paz y poder volver a terminar con su trabajo del día, pero su receptora, como siempre, no iba a dejarla ir a menos de que cumpliera lo que le estaba pidiendo.

 Sí, con Yuu, ella era totalmente caprichosa, y sabía cómo conseguir las cosas, y esta no era una de las ocasiones en las que cedería. Para nada. 

Le dirigió una sonrisa ladina en lo que se hacía a un lado para dejarle a la de coletas volver a asomarse por los pliegues de la cortina cuando esta entendió que no la dejaría si antes no cumplía con su petición. 

No quiso asomarse mucho, o hacer algún movimiento brusco, ya que, aquellas cosas, con una simple cortina, no serían sencillas de ocultar, así que, después de asegurarse de que ni Sayaka, Maki, ni Doujima les estaban mirando, regresó a su posición para encontrarse con el animado rostro de la pelinegra. 

—E... está bien, está bien. —Aún sin estar del todo convencida, accedió, rodando los ojos y, poco después, apartando su mirada.

Rechazó a la idea de alejarse cuando Touko se acercó de nuevo hasta ella, el hecho de que la besara no le molestaba, no le molestaba para nada, lo único que era incómodo era el contexto, ¡parecía que era la única que estaba usando todas sus funciones cognitivas!. 

Incapaz | Yagate Kimi Ni Naru's Fanfic |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora