Capítulo veintitrés

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Conformidad

El tacto de los dedos de Touko en las mejillas de Yuu hizo que de inmediato se le erizara la piel de los brazos. Le acarició los pómulos con lentitud y a Yuu le faltó el aliento para demostrar lo tierno que le parecía el gesto. Realizó círculos alrededor de sus mejillas cómo si eso le distrajera y luego tocó con disimulo sus orejas escondidas entre el cabello anaranjado.

En el momento en que Yuu sonrió, Touko también lo hizo. Yuu flexionó sus brazos hasta reposarlos sobre la parte posterior de las palmas de Touko, era un poco extraño el silencio, pero no era incómodo. Quizá sólo era porque estaban cómodamente cansadas.

—Me hubieses dicho desde el principio que ibas a venir. —Le dijo Touko con una media risita atascada en su garganta.

—¿Por qué lo dices?.

—Oh, no lo sé. Quizá porque entraste en mi casa sin que yo supiera y de la nada apareciste en mi cama. Iba a golpearte porque creía que eras un secuestrador.

—¿Hubiera cambiado algo si te lo hubiese dicho?.

—Bueno, probablemente te cerraba la puerta en la cara. Me despertaste en medio de una siesta, no estaba de humor para hablarle a nadie. Pero de todas formas si te habría dejado pasar al final.

—Me parece mejor haber irrumpido en tu departamento. —Los dedos de Yuu una vez más se arrastraron por los brazos de Touko hasta sus hombros. —Si me cerrabas la puerta en la cara iba a estar más enojada que nunca. —Con el índice comenzó a trazarle líneas imaginarias en el pecho desnudo a Touko.

—De nuevo una de esas despedidas crueles.

—¿Tú crees?.

—Yo no iba a ceder si las cosas seguían así.

—Eso es grosero de tu parte.

—Estoy en mi derecho de opinar y preguntar, porque no sé cómo pasaste desapercibido por el vestíbulo, ¿qué acaso escalaste por la pared y entraste por una ventana?.

—Claro que no. —Yuu suspiró con sorna. —La reina Maquiavela está detrás de esto. Pero de todas formas no le digas nada sobre esto, fue de mucha ayuda. 

—Ayudó a que irrumpieras en mi casa. —Touko levantó la ceja, resaltando.

—Técnicamente te usurpó porque también me dio la llave de tu puerta. —Ahí fue cuando Yuu no se guardó la carcajada que tenía independiente a la reacción de Touko. —Lo siento, lo siento. Pero es que no se me ocurrió nada mejor que hacer para arreglarlo.

Touko apretó con sus manos las mejillas de Yuu un poco para luego atraerla hacia si.

—No voy a maldecir a nadie en este momento sólo porque Sayaka te ayudó a venir y porque a ti te amo. 

—Yo también. —Habló con las palabras a medio entender gracias a lo que Touko estaba haciendo y no le dejaba hablar correctamente. Luego terminó de acercarla para dejarle el rastro de un beso corto en los labios.

—De todas formas —Continuó, liberando a su prisionera cuando deslizó sus manos a la parte posterior de su cuello, cerca de la clavícula. —, supongo que está bien, estamos bien. 

—Es bueno. A ver si así se te quitan esas espantosas ojeras. 

—¿Espantosas ojeras?.

—Bueno, no —Yuu le pasó las yemas de los dedos por las comisuras de los ojos a Touko inspeccionando esas huellas de insomnio. Su otra mano contorneaba sin querer el largo del lazo de su sujetador. —, la verdad, te ves atractiva. 

Incapaz | Yagate Kimi Ni Naru's Fanfic |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora