Capítulo tres

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Extrañeza.

—¿Sabes que Touko nunca te dará el lugar apropiado en su corazón, no es así?. 

Yuu estaba extendiendo algunos archivos que debían ser organizados en la habitación colocada a un lado de la sala del consejo estudiantil. Sayaka también tenía de esos, por lo que fueron ambas allí para organizar.

—¿Perdón?. —Yuu finalmente preguntó por lo que dijo su senpai al mirarla por encima del hombro. Sayaka seguía con su labor, parecía que ni siquiera sentía la mirada de Yuu sobre ella.

—Es lo que oíste, Koito-san. Sé lo que sientes por Touko, y puedo asegurarte de que no podrás nunca alcanzar su corazón por más que creas que si.

—No siento que puedas hacerlo también, senpai.

—Yo ya me rendí al respecto, Touko ya me negó sus sentimientos. —Sayaka aún se manifestaba bastante ardida después de su fallido intento de confesión hacia la presidenta.

Sabía lo que pasaba. A Touko si que le gustaba Yuu de una forma loca, pero de alguna manera ese simple hecho se convertía en una piedra que no dejaba en paz la mente de Sayaka sin importar que hiciera. 

No quería destruir lo que tenían Touko y su Kohai, sólo intentaba poner en su lugar a Yuu para evitar algo que perjudicara el estado del consejo.

—¿Entonces de qué te sirve repetirlo otra vez?, siento que ya me quedó claro después de lo que me dijiste en los ensayos de la obra de teatro. —Yuu continuó acomodando los archivos en las estanterías. A pesar de su pequeña apariencia, no era débil cuando la atacaban al descubierto de esa forma. 

Sayaka dejó el resto de los archivos a un lado para poder girar sobre sus talones. Acortó con unos cuantos pasos la distancia con Touko y se plantó frente a ella. Yuu tardó un poco en notar su presencia. Ahogó un grito en cuanto se giró y la tuvo cara a cara. Demasiado cerca, a su parecer.

La vicepresidenta levantó el mentón de Yuu para que la mirara fijamente con su índice. Yuu era bastante bajita, así que no podía verla bien sin levantar la cabeza, cosa de la que Sayaka se aseguró a la perfección. 

—Sólo lo digo cómo un bien para ti, Koito-san. Es un consejo. Depende de cómo quieras tomarlo, para bien o para mal, es un intento de alejarte de un mal innecesario. —Las palabras que Sayaka usó eran en un tono más bien duro para alguien que intentaba protegerla. 

Los ojos ámbar de Yuu se abrieron de par en par. No era muy de su propiedad manifestar un intento de protección tal y cómo si fuera una amenaza. 

Luego de unos segundos en silencio, Sayaka retiró la presión de su dedo bajo el mentón de Yuu y ella pudo descansar la posición incómoda en la que estaba su cuello.

—Tú sólo ten en cuenta lo que te digo. —Para rematarlo, la misma mano con la que había sostenido el rostro de Yuu subió hasta sus rizos naranjas y los acarició suavemente antes de girarse y terminar de organizar los expedientes. 

La de primer año se quedó con la respiración a medio proceso, el aire entró a sus pulmones pero estos no tenían la intención de soltarlo de vuelta. Tenía el corazón palpitando fuertemente con el pensamiento hecho un estrago.

Se sumergió en la incertidumbre mientras Sayaka terminaba de ubicar los últimos tres archivos en la estantería. Le dio una mirada por encima del hombro a Yuu antes de que saliera de aquella habitación para regresar al consejo.

—¿Dónde esta Koito-san?. —Maki miró a la puerta de aquella habitación de archivos cuando Sayaka tomó asiento de nuevo en la mesa. 

—Aún no terminaba, estuvo un poco distraida.

Incapaz | Yagate Kimi Ni Naru's Fanfic |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora