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"A veces es necesario un poco de locura para sobrevivir a la trágica realidad"
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⚠️ Advertencias ⚠️
📌 Relación chico x chico 📌
(SI NO TE GUSTA ESTE TIPO DE CONTE...
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⏳ Manuel ⏳
~*~*~
Escucho el insistente sonido del despertador y extiendo mi mano para apagarlo. Los rayos del sol se filtran por la ventana. Era lunes por la mañana, día de ir al nuevo colegio.
Hace unos días me mudé de La Plata a la Boca, en Buenos Aires, junto a toda mi familia, dejando atrás mi vieja ciudad.
Aún puedo recordar los llantos de mi hermana menor al despedirse de sus amigas, prometiéndose entre sí mantener algún tipo de contacto.
Por mi parte esto no fue así, porque no tenía muchos amigos que se diga, para ser sincero nunca llegue a tener una buena amistad con nadie.
—Manuel, baja que se te hace tarde.— grita mi madre desde la cocina.
—Ya voy. — respondo. Levantándome con pesadez de la cama, tallo mis ojos sintiéndome cansado ya que ayer me acosté tarde arreglando mi cuarto.
Entró a la regadera y abro la llave dejando que el agua helada caiga sobre mí, despertándome por completo. Luego de terminar con mi tortura salgo de inmediato para ponerme el uniforme. Una vez listo bajó las escaleras rumbo a el comedor no sin antes tomar mi mochila.
—Buenos días, amor. — me saluda mi madre, poniendo al frente mío el desayuno.
—Buenos días Ma. — contesto mientras le dejo un corto beso en su mejilla —Hola enana. — esta vez me dirijo a mi hermana quién solo se limita a hacerme un gesto de desagrado.
—Buenos días también para ti, tarado. — dice mientras me lanza cereal.
—¿Y dónde está papá? — preguntó llevadome a la boca el primer bocado.
—Ya se fue. — me responde Ania. —Por si no lo sabías ya se te hizo tarde. — comenta divertida. Logrando que me atragante.
—¿Q-qué hora es? — pregunto nuevamente.
—7:50.
—Mierda. — exclamo, poniéndome de pie.
—Manuel, ¿qué te he dicho sobre ese vocabulario? — reprocha mi vieja.
—Lo sé y lo siento. Pero se hizo tarde. — trato de excusarme.
—Mamá lleva ratos llamandote y tu despertador no ha dejado de sonar. Hasta estaba pensando en tirarte un balde de agua fría para ver si despertabas de una buena vez. — dice mi hermana con cierta gracia.
—Si como no. — habló sarcástico para después agarrar una bolsa de papel que me extiende mi madre, seguramente esta tiene algún tipo de merienda para el receso. —Adiós Ma, chau enana. — me despido de ambas sin esperar alguna respuesta.
Cierro la puerta y comienzo a correr con todo lo que me dan mis piernas. Para mí suerte, el colegio no estaba tan lejos, se ubicaba apenas a unas cuantas calles de mi casa. A lo lejos escucho el sonido del timbre, sintiendo mi corazón acelerarse.
