☆ No 4 ☆

1.4K 151 26
                                    

⏳  Manuel  ⏳

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

⏳  Manuel  ⏳

~*~*~

Ha pasado una semana desde mi llegada al colegio y puedo decir que me estoy adaptando de muy buena manera. Bueno, dejando de lado una que otra que materia que me está rompiendo las pelotas. 

Hasta el momento no he tenido ningún tipo de problema con nadie, ya que por el momento aún sigo siendo el “nuevo” que pasa por desapercibido. Pero para sorpresa, y cualquier tipo de pronóstico de parte mi familia, ya tengo mi primer amigo. 

Aún recuerdo la reacción de sorpresa de Ania y mi madre al contarles sobre ello. Y no sé en qué momento tenía ambas alrededor mío bombardeándome con un sin fin de preguntas acerca de cómo era él. Tengo que admitir que fue un tanto gracioso pero incómodo a la vez. 

Valentín Oliva era su nombre y fue el mismo que me golpeó la cabeza con aquel balón de fútbol. Va en el último año de preparatoria, es bastante alegre, relajado y no teme demostrar quien es en realidad, algo muy contrario a como soy yo. 

A decir verdad nos llevamos muy bien a pesar de ser polos opuestos. Es el único con quien me la pasó durante los descansos, ya que en el salón la mayoría me ignora o me toma por menos. 

En estos instantes estoy sentado junto a Valentín, nos encontramos merendando y no se porque pero hasta el momento me voy comiendo tres emparedados de jamón y queso. Al parecer la clase de física abrió mi apetito. 

—Hey Manucho, ahí está tu chico. — me dice Valentín con una sonrisa burlona. 

—¿M-mí qu-ué? — preguntó casi atragantandome. 

—Vamos, no creerás que no he notado cómo lo miras. — susurra —Hasta pensé que eras un puto acosador. 

Ok eso dolió. ¿Tan evidente soy?

—No digas estupideces. — digo con las mejillas sonrojadas. 

—Entonces si son estupideces, ¿porque estás así? 

Touché. — pienso. 

—Solo te diré que tengas cuidado con quien te metes. — me advierte. 

—¿Por qué? — preguntó casi de inmediato.

—Digamos que Mateo es un pibe bastante extraño. — hace énfasis en la palabra extraño y me es imposible no poner mala cara. 

Que si no he notado que es diferente a los demás, pues claro que lo he hecho, pero no por ser diferente tiene que ser extraño.

—¿Y vos que sabes de él?  — le interrogo.

—Lo mismo que los demás. — se encoge de hombros —Siempre parece estar en su propio mundo, no le habla a nadie y algunos piensan que se la pasa huyendo de algo que simplemente no existe. 

—No creo que sea para tanto. — trato de alegar. 

—¿Ah, no? ¿Acaso lo has visto con alguien? ¿O no has notado cómo su mirada se fija en la nada?

Lo que dice Valentín es cierto, durante las clases Mateo se la pasa distraído y hay momentos en lo que se desconecta de todo. En los únicos momentos donde se le ve concentrado es en la clase de Arte.

Dónde dibuja o pinta sin parar, una vez tuve la oportunidad de ver lo que hacía y quedé boquiabierto, ya que el dibujo que había hecho se trataba de una especie de araña de siete patas, con tres ojos humanos. Era bastante terrorífico, pero como dice mi madre: “Nunca juzgues un libro por su portada”.

—Y bien, ¿estás convencido? — comenta Valentín luego de un par de minutos de silencio. 

—No. — digo poniéndome de pie. 

—¿A dónde vas?

—Voy a demostrarte que no es extraño. — hablo de manera firme y me dirijo hasta dónde Mateo. 

No sé porque estoy haciendo esto, solo que hay algo en él que llama mi atención y pienso descubrir qué es.

▪▪▪▪

|| Esquizofrenia : Trueplik : FINALIZADA : ✅✅ || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora