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Se despertó en una cama que no conocía por completo y se preguntó a ella misma adonde se encontraba, luego se dio cuenta de que estaba en la cama de Asher y recordó lo que había sido anoche, pero miró a su costado y se entristeció considerablemente al ver que estaba sola. 

Suspiró y se puso sus bragas, notó que la punta de la cama se encontraba su ropa doblada, así que se vistió y salió de la habitación. 

No había nadie en la casa, ni una nota, nada. Se sintió como una zorra, una prostituta, sintió que Asher la había usado, incluso si no había sido así, y pensó que era una tonta por haberse dejado. Salió de la casa ya que la puerta se encontraba sin llave y fue a su casa, eran las 13:00, tarde para ir al colegio. 

Cerró la puerta de un portazo y se largó a llorar desesperadamente, se sentía sucia, horrible, se miró al espejo y lo rompió en mil pedazos, rompiendo sus nudillos. 

—Te odio.—murmuró mirándose en uno de los cristales rotos.

Volvió a llorar y se tiró al lado de su cama, luego corrió al baño y puso la bañera a llenarse, se adentró en ella al estar llena y continuó llorando mientras se pasaba una esponja lo más fuerte que podía, incluso haciendo sangrar algunas partes de su cuerpo. 

La sangre que salía de algunas partes de sus brazos y piernas se fue disolviendo en el agua y ella lentamente dejó de llorar, quedándose dormida en la bañera.

(...)

Asher la esperó en el edificio, se sentía mal por haberla dejado pero había demasiado trabajo que hacer si quería enfocarse en ella después, sabía que el día anterior había tenido una notable falta de cariño hacia ella y se sentía terrible por eso. 

Al notar que ella no llegó, se preocupó y se fue de la empresa lo antes que pudo, tocó la puerta de la casa de Alessandra varias veces y notó luego que no tenía llave puerta, entró y dijo su nombre. 

-Alessandra? 

Nadie contestó y se sintió confundido, seguiría en su casa dormida entonces? Para asegurarse fue a su habitación, pero no había nadie, se asustó un poco al ver un espejo partido en muchas partes y notó la luz del baño encendida por lo que se metió a mirar. 

Ella estaba con la cabeza entre sus rodillas y el agua estaba ligeramente teñida de rojo, se espantó y rápido medio sus manos en el agua para sacarlas, agua que sintió helada, se asustó bastante al pensar que hacía tiempo que se encontraba allí, pensó que se había intentado suicidar y unas lagrimas salieron de sus ojos. 

-A-ash.- tembló ella del frío, el agua de verdad se encontraba muy fría y estaba así porque al momento de llenarla entre tanto llanto ella no se dio cuenta de que abrió la perilla equivocada, ni siquiera lo había sentido por su crisis. 

Él la acostó y la tapó con sus mantas, sin mirar ni un poco el cuerpo desnudo que tenía en frente.—bella, qué te ha pasado? 

—Yo... No lo sé—murmuró con un poco de dificultad, estaba temblando del frío y de los nervios de que él la haya visto así, pero no pensó demasiado en eso. 

—Oh amor, estás tan fría, te haré una sopa caliente y...—comenzó a murmurar y ella se puso más nerviosa por la comida. 

—N-no Asher, no quiero—intentó pensar un momento.—no me siento apta para comer... No tengo hambre. 

Él la miró extraño pero quiso dejarlo pasar, asintió con la cabeza y habló.—donde tienes otra manta? Aún tiemblas.

—En el armario, arriba de todo. 

Volvió a asentir con la cabeza y siguió sus indicaciones, la tapó y se sentó a sus pies. 

—Siento no haberte saludado a la mañana, bella. Yo...

—No se preocupe.—miró a alguna parte de la habitación.

Notó el hecho de que lo había tratado de usted otra vez y se extrañó un poco. 

vBella, mi amor, yo en serio no quise hacerlo así, es solo qué... 

-Lo entiendo, pero realmente yo no pensé que el trabajo que me dio también era sobre ser su zorra. Preferiría con todo respeto, ya no tener éste trabajo, renuncio.