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"As you stand there trying to save me, use your head and baby, leave me"




Seúl - 8 de Julio de 2015




Taehyung estaba prácticamente eufórico. Por fin dejó de consumir pastillas, después de siete años.

Aunque sabía que no existía cura para su trastorno, con un estilo de vida saludable, un ambiente positivo y una visita periódica a un especialista, podría tener una buena calidad de vida.

Ahora sí estaba listo para comerse al mundo. Su cuerpo estaría libre de los efectos secundarios de los medicamentos: ya no tendría problemas de memoria, sus reflejos volverían a ser normales, su hígado y estómago tendrían un merecido descanso.

Realmente estaba contento de por fin deshacerse de ese mal necesario que lo había mantenido vivo (y cuerdo) durante los últimos años.

Después de terminar su sesión con su última terapeuta —pues dejó de ver a Namjoon al mudarse— le escribió un mensaje a Jimin:

“Ya no más pastillas, al fin podré probar las bebidas alcohólicas”.

El rubio enseguida le respondió "Genial! Eso amerita un trago 👀" .

El azabache sonrió, la decisión de salir de su casa y mudarse a otra ciudad a principios de año era lo que realmente necesitaba, y ya se estaban notando los beneficios.

Hace casi seis meses se había instalado en su pequeño apartamento, que consiguió en un barrio tranquilo a un precio bastante bajo, al estar un poco alejado del centro de la ciudad.

En ese entonces Taehyung seguía siendo estudiante universitario y su única fuente de ingresos inmediatos hasta que se graduara y consiguiera trabajo había sido hacer de boy toy.

No estaba muy contento de acompañar a esas mujeres mayores y ricachonas, pero las prefería antes que a los hombres, por ser más discretas y generosas, así que él trataba de ser el chico más bueno y complaciente para ellas.

Lo único que deseaba era graduarse y ejercer su profesión ya mismo, afortunadamente sólo le faltaba un semestre para terminar su carrera. Siendo profesor ya no se expondría a señores con fetiches raros ni a señoras casadas con hijos agresivos.

De tan solo pensar en lo que había pasado en Daegu sintió escalofríos. Menos mal estaba lejos, y ahora era 200% más precavido.

Pese a todo; ese año las cosas mejoraron considerablemente pues conoció a Park Jimin, un coreógrafo quien vivía en el mismo edificio, justo frente a su puerta.

Al principio Taehyung se mostró un poco desconfiado y distante, pero el jovencito —que resultó ser un poco mayor que él por un par de meses—siguió siendo un vecino amable y considerado.

Eso sorprendió a Taehyung, el rubito era realmente entrañable, pues le ayudó a adaptarse al cambio de aires y a conocer la ciudad. Pasaron muchas noches juntos en el sofá del mayor, charlando sobre la vida que dejaron y sus expectativas para el futuro.

Pese a que tenían estilos de vida y personalidades muy diferentes, pudieron entenderse muy bien. Jimin nunca trató de cambiarlo ni de invadir su espacio, y eso fue lo que terminó de convencer a Taehyung de que ese rubito de eyesmile se convertiría en alguien muy especial en su vida.

En una de esas noches donde confesaban sus más íntimos secretos, Jimin le contó al pelinegro que había venido a Seúl cuatro años atrás para continuar con su carrera de bailarín, ya que su familia no lo apoyaba y además lo repudiaron por ser homosexual.

Distimia - Jintae/Taejin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora