“We had a good thing, I'll miss your sweet love. Why must you look at me that way? It's over…”
Seúl - 16 de febrero de 2020
Lo había intentado. Lo juraba por Batman, Dr. Manhattan y hasta por el mismísimo Roger Waters.
Había intentado no subir hasta el piso de Taehyung y buscarlo, pero ya no resistía. Su jodido novio no le había hablado ni respondido ni una sola vez en un total de doce días. Había hablado con Jimin un par de días antes, pero éste sólo le había dicho que Taehyung era un idiota, y que no volvería a hablarle hasta que se disculpara.
Seokjin imaginó que habían peleado, lo cual suele suceder entre amigos, pero en serio, Taehyung se estaba comportando demasiado raro. Ya no se sentía como si estuviese teniendo su espacio, se sentía como si él le estuviese malditamente evitando.
Sin embargo, aquello tampoco tenía mucho sentido. ¿Por qué estaría evitándolo? Seokjin había tratado de ser un buen amigo y novio... No era posible que hayan retrocedido a las idas y venidas ¿o sí?
No. Eso sólo sucedió en la época en la que el azabache aún no asimilaba sus propios sentimientos. Ahora ya lo sabía con certeza. El menor le había dicho que lo amaba. Además, Taehyung le había prometido que ya no lo volvería a hacer, y Seokjin confiaría en su palabra.
Pero no lo suficiente como para no agazaparse tras una esquina que al terminar, daba con las puertas de Taehyung y Jimin. Antes de eso, había rozado con su hombro accidentalmente a una mujer del delivery, que llevaba el pelo cubierto. Esa pequeña mecha oscura le resultó algo familiar, no obstante decidió ignorarla.
Espió la puerta de su novio por unos dos minutos hasta que fue abierta. No por su azabache, sino por otro, completamente desconocido. Pelo negro y largo, atractivo, brazos fuertes. Soltó una jadeo silencioso de incredulidad.
Seguro que Taehyung tendría una buena explicación. No lo estaba engañando.
¿Verdad?
El sujeto cerró la puerta y Seokjin inmediatamente fue a golpear. Golpeó con insistencia, pues necesitaba salir de la duda lo antes posible. La ausencia de comunicación y ahora esto que acababa de presenciar lo ponían terriblemente nervioso.
Taehyung salió poco después. Su rostro estaba pálido y sus ojeras estaban oscuras como dos pozos profundos. Sus labios estaban secos y su mirada era vacía, como la de un muñeco.
—Tae, por dios, ¿estás bien? —se apresuró a hablar el mayor, impactado por el aspecto del más joven.
Éste soltó un suspiro de cansancio y adquirió una expresión apática —Iba a llamarte.
—¿De verdad? Yo hasta casi, casi creí que estabas volviendo a alejarte de mí, como antes —comentó riendo nervioso —pero sabía que no me volverías a hacer eso. ¿Puedo pasar? —dijo haciendo un gesto para adentrarse dentro de la vivienda.
El menor se lo impidió colocando su brazo como una barrera en el marco, lo cual tomó por sorpresa a Seokjin —Debo decirte algo.
—Puedes decírmelo adentro... —comentó, comenzando a tener un terrible presentimiento —pareces no haber dormido en días y estás más delgado. Me preocupas. Necesito asegurarme de que estás bien —insistió.
—No, Seokjin —lo cortó —no puedo... No puedo seguir haciendo esto.
—¿Hacer q-qué? —cuestionó, comenzando a temblar.
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Distimia - Jintae/Taejin
Ficção AdolescenteTaehyung ha sido capaz de superar la depresión y salir adelante. Ahora, a sus 26 años, tiene un trabajo que le apasiona, es atractivo, independiente y seguro de sí mismo. Al menos eso es lo que aparenta... Sólo hay un pequeño detalle: a lo largo de...