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“I'm gonna mess this up, this is just my luck, over and over and over again”


Seúl - El presente



Los edificios estaban casi vacíos, el único salón donde se escuchaban leves murmullos era en el despacho del director de ese colegio. Taehyung se apresuró a entregar todo lo que tenía pendiente y al terminar, suspiró con alivio. Finalmente llegaron sus vacaciones.

Saliendo de su lugar de trabajo, siendo éste el último instituto donde debía entregar sus informes, frotó entre sí sus manos y se las llevó a la boca, buscando calentarlas con su aliento. La temperatura estaba particularmente baja ese día.

Estaba a punto de tomar el bus que lo llevaba a su morada, luego recordó que debía comprar algo importante primero. Sabía exactamente lo que debía adquirir, por lo cual su visita a la tienda fue bastante breve. Se mordió el labio con cierto nerviosismo, esperando haber acertado en su elección.

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El vapor empañaba el espejo y la puerta de cristal del interior del baño, y las gotas de agua tibia se deslizaban por la ancha espalda de Seokjin mientras tomaba una toalla para secarse después de terminar de ducharse.

A pesar de que afuera el frío era implacable, unos minutos atrás dentro de la residencia del castaño, el ambiente estaba húmedo y ardiendo. Taehyung había probado con él una técnica sumamente sexy, que según dijo Taehyung, se llamaba edging o algo así.

Había casi llegado al orgasmo unas tres veces antes de que finalmente el azabache le permitiera eyacular. Cuando se corrió, lo hizo con más abundancia que siempre, sintió cada vello de su cuerpo erizarse y arrugó los dedos de los pies. Nunca antes había sentido un orgasmo tan intenso y prolongado como ese.

A Taehyung le habían brillado los ojos de lujuria al comprobar lo resistente que era el castaño. Sus expresiones faciales eran todo un poema. La frente húmeda, el ceño fruncido, los labios enrojecidos de tanto morderlos y la tensión en la mandíbula y los músculos del cuerpo de Seokjin lo incitaban a seguir con su dulce tortura.

Lo habían acordado previamente, por supuesto. Taehyung lo sugirió y Seokjin estaba dispuesto a conocer aún más su propio cuerpo y experimentar cosas nuevas con el pelinegro. Y en ese momento, al terminar de vestirse reafirmó internamente de que había hecho bien al aceptar.

Taehyung elogió el autocontrol y la resistencia del castaño, en algún momento pensó que Seokjin se hartaría del edging y que lo voltearía para embestirlo sin piedad, sin embargo no lo hizo. Y valió la pena para ambos. La confianza que se tenían en el dormitorio se estaba construyendo con bases sólidas.

Por unos momentos a Seokjin le dio curiosidad saber cómo, cuándo y con quién Taehyung había aprendido todas esas técnicas que habían practicado a lo largo de esas últimas semanas, y al mismo tiempo prefería seguir en la ignorancia. Tal vez era mejor no saber.

Salió de su habitación e ingresó al comedor, donde el azabache se encontraba viendo algo en su celular mientras sonreía, completamente ensimismado. Seokjin apretó los labios y sacó los macarrones con queso del horno, que había preparado anteriormente y que Taehyung se encargó de cuidar mientras el castaño se duchaba.

El azabache se percató de la presencia del mayor y se apresuró a ayudarlo a servir la cena. Eran apenas las 6 pm, no obstante necesitaban con urgencia consumir calorías después de la intensa sesión de sexo que tuvieron.

Distimia - Jintae/Taejin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora