20.5

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Una hora después, habían ido a patinar -lo cual Seokjin había calificado como su cuarta actividad favorita con Taehyung-, mostrando que habían mejorado notoriamente. Esta vez no sólo se tomaron de las manos en la pista. También se las tomaron durante todo el trayecto en el que caminaron, al salir de la pista y de la plaza y al entrar a un bar-restaurante retro del centro de Seúl.

Se quedaron asombrados por la ambientación del establecimiento, sonrieron y se miraron al ver que había una banda que tocaba en vivo éxitos de los 70 y 80 en coreano e inglés.

Se deleitaron con una deliciosa cena y al terminar, notaron que había una pequeña pista, donde otras parejas se encontraban bailando al son de canciones lentas.

(escuchen este temazo mientras leen uwu)

Seokjin se lamió los labios al sonar una conocida canción para él y se levantó de su asiento, haciendo una reverencia y le extendió la mano -¿Me concedería esta pieza, elegante caballero?

-Me halaga, apuesto joven -canturreó Taehyung mientras aceptaba.

El azabache colocó su mano derecha en el hombro de Seokjin y con la otra tomó su mano, mientras que una de las manos del castaño yacía en su cadera. Se balancearon suavemente al ritmo de la romántica canción, sintiéndose de repente tímidos al estar frente a todas esas personas, pues eran la única pareja homosexual que se encontraba en la pista.

Luego de unos segundos les dejó de importar, pues se perdieron en los ojos del otro. Estuvieron en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la canción y del contacto del otro.

-Esta es nuestra canción -declaró con seguridad el azabache.

-¿Por qué lo dices?

-Pues porque yo solía ser así, como se describe en la canción. Siempre me consideré una persona independiente, libre como el viento. Creí que no necesitaba de nadie para ser feliz, que con tenerme a mí mismo era suficiente. No pensé que alguna vez llegaría a estar en una relación porque creía que eso sería como cortarme las alas, como encerrarme en una prisión -admitió.

-¿Y entonces...? -preguntó curioso el castaño.

-Y entonces... -suspiró sonriendo -apareciste tú -se encogió de hombros con tranquilidad -derrumbaste los muros que me rodeaban con tu nobleza e inocencia, y cuando me di cuenta, ya habías escrito tu nombre en mi corazón, con tinta indeleble. Y supe lo que se sentía la verdadera libertad, cuando finalmente acepté que estoy enamorado de ti -confesó sorprendiendo al castaño.

-¿Acabas de decir...?

-Sí. Estoy enamorado de ti -repitió, lleno de entusiasmo -Y este nuevo sentimiento, saca lo mejor de mi, me hace querer ser bueno, y lo único que quiero es entregarme más y más -se lamió los labios -Quiero pasar mis días alimentando esta sensación y demostrarte con hechos lo agradecido que estoy por haberte conocido, porque no te diste por vencido conmigo y por todo el bien que me haces -tomó la mano de Seokjin y la puso sobre su corazón -¿lo sientes? -el castaño asintió anonadado -Es tuyo. Desde hoy hasta el día en que me muera.

Los ojos del azabache se encontraban vidriosos por las lágrimas acumuladas, igual que los del castaño. Él aún no se lo podía creer. No había pasado mucho tiempo desde que Seokjin le había dicho que terminaría enamorándose. No pensó que hablaba en serio. Sin embargo ahora se encontraba allí, bailando con el hombre que le había enseñado a amar.

Distimia - Jintae/Taejin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora