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Your words in my head, knives in my heart”



Seúl - El presente


—¿Quién eres? ¿Cómo sabes de mi pseudónimo? —siseó el azabache al teléfono.

—¿Te refieres a tu nombre de prostituta? No era precisamente un secreto —se burló el interlocutor.

—Escucha, si alguna vez tuvimos un encuentro y de alguna forma te hice daño, te ruego que me disculpes. Por favor, perdóname si te lastimé. Dime como puedo recompensarte. Sólo detén esto, Jimin no tenía nada que ver.

Se oyó una baja carcajada al otro lado de la línea—¿por qué lo haría? No sería divertido si fueras feliz.

—¿Qué es lo que quieres de mí? ¿Es dinero?

—No necesito dinero. Lo que quiero es que te retuerzas en el suelo como el gusano insignificante que eres. Quiero que te hundas en soledad y termines volviéndote loco —dijo la macabra voz.

—Estás enfermo. Sal de tu escondite y arreglemos esto como hombres, maldito cobarde —gruñó entre dientes.

—Bla, bla, bla... —bostezó —No te vuelvas a dirigir a mí como si fuésemos iguales, porque no lo somos. Y ahora dejarás de hablarle a tu amigo rubio o me encargaré de que no sea capaz de ponerse de pie nunca más. ¿Entendido? ¿O debería deshacerme de tu amiguito el de la bata para que finalmente lo entiendas? Baja al estacionamiento, ahora —exigió.

Taehyung sintió como el color abandonaba su rostro mientras se dirigía rápidamente al lugar. ¿Esto siquiera era real? Se sentía como una jodida pesadilla.

Fue avanzando por el enorme y silencioso lugar, fijándose que no había nadie más aparte de él, hasta que vio un par de siluetas en una esquina.

Eran dos hombres. Uno de ellos estaba parado, vestía completamente de negro y usaba un tapabocas y lentes de sol para cubrir su cara. Su cabeza estaba cubierta con una capucha. Una de sus manos sostenía un celular contra su oreja.

Y la otra estaba apuntando con una pistola a una inconfundible cabellera pelirroja oscura: Sungjae. El médico aún vestía su uniforme azul y se encontraba de rodillas, cabizbajo y temblando mientras sollozaba.

El sujeto que lo apuntaba bajó el teléfono, cortando la llamada. Taehyung hizo lo mismo mientras se acercaba con lentitud. Marcó el 911 con disimulo a la vez que quiso depositar el celular en su bolsillo, pero el hombre del tapabocas hizo una serie de pequeños chasquidos con su lengua, lo cual detuvo al azabache.

—Deja el teléfono en el suelo y deslízalo hacia mí —ordenó con voz ronca.

Taehyung dudó por un momento.

—¿No? Como quieras —dijo con tranquilidad y ordenó al médico alzar la cabeza. Este obedeció y segundos después el hombre jaló el gatillo.

El contundente sonido del disparo hizo eco en el lugar dejando a Taehyung sin aliento. La sangre comenzó a manchar el estómago del pelirrojo, quien presionaba su herida mientras gemía de dolor.

Taehyung sintió náuseas y se tapó la boca. Cayó de rodillas al suelo y soltó un sollozo. “Despierta, despierta, esto es sólo una pesadilla” se ordenó una y otra vez, cerrando sus ojos con fuerza.

Sin embargo la grave voz del contrario lo hizo volver a la realidad.

—Se está desangrando... —canturreó —va a morir porque fuiste lento ¿podrás vivir con eso? —se burló —Desliza el teléfono, ahora.

Distimia - Jintae/Taejin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora