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Staying in my play pretend, where the fun ain't got no end




Seúl - El presente



La lluvia caía con fuerza en el centro de la ciudad, las personas buscaban refugio bajo los paraguas o dentro de algún edificio cercano. Los desafortunados que llegaban a mojarse tiritaban de frío y sus labios adquirían un leve color azul.

Pero por alguna razón, aunque estuviese completamente empapado, Taehyung no sentía frío. Se miró a sí mismo y sólo llevaba puesta una camiseta blanca de mangas cortas y su pantalón de pijama. Caminó sin rumbo por la acera, buscando algo, sin saber qué exactamente.

De pronto vio a una mujer, de pelo castaño y ondulado, que vestía una capa para lluvia color azul, que a juzgar por el bastón y los lentes, sufría de discapacidad visual. Y tenía claras intenciones de cruzar la calle.

Miró a su alrededor y se preguntó por qué nadie parecía dispuesto a ayudarla. Decidió acercarse, ya que el semáforo estaba en rojo, y la mujer parecía querer cruzar en ese momento.

Cortésmente la saludó y ofreció su ayuda, la cual fue aceptada por la mujer, sólo con un asentimiento. No podía ver su rostro ya que permaneció cabizbaja todo el tiempo.

“Al parecer tampoco habla” pensó Taehyung. Cruzaron con lentitud el paso de peatones y cuando estaban por la mitad la mujer se detuvo repentinamente. El azabache lo miró confundido y tiró suavemente de ella para terminar de cruzar la calle, pero ella no se movió.

Vio al semáforo cambiar de rojo a amarillo y sintió el nerviosismo apoderarse de él. ¿Cuál era su maldito problema? Quiso explicarle que debían cruzar ya mismo a la otra acera por lo peligroso que era, pero las palabras murieron en su boca cuando la mujer dio a conocer su rostro.

Esos rasgos definidos, el tono de piel, y la sonrisa que se asomó en los labios de la menuda mujer hicieron que Taehyung instintivamente diera un paso atrás. Ella se quitó los lentes oscuros y el azabache soltó un jadeo, completamente aturdido.

Era su madre.

De repente apareció un automóvil y en un abrir y cerrar de ojos, arrolló a su madre frente a sus ojos. Taehyung quedó inmóvil, mientras que todas esas personas que los habían ignorado por completo anteriormente, ahora se encontraban arremolinadas alrededor del lugar del incidente.

Con desesperación, Taehyung atravesó el mar de gente, sólo para encontrar al cuerpo inerte de su madre, tirado sobre el pavimento. El joven levantó la vista para pedir ayuda, sin embargo lo único con lo que se encontró fueron las miradas furiosas de los que se encontraban ahí.

Comenzaron a apuntarlo con sus dedos y a gritarle —¡Fue su culpa! ¡Tú la mataste! ¡Asesino!

Él quiso defenderse, explicar que no era su culpa, que él no hizo nada, sin embargo no fue capaz de emitir sonido alguno. Volvió a dirigir su atención al cuerpo de su madre para levantarla del suelo, pero ya no estaba allí.

Levantó la vista y vio que ella formaba parte de la turba, y que también estaba acusándolo, con los ojos brillando en furia, igual que el resto.

Con el rostro pálido y más asustado que nunca, Taehyung se agachó cuando la multitud enfurecida se le vino encima, esperando recibir una paliza, y entonces despertó. Se enderezó mientras respiraba rápidamente, con el sudor frío deslizándose por su columna.

Se frotó los ojos, y escondió su cabeza entre sus rodillas, esperando que el temblor de su cuerpo desapareciera. Llevaba un tiempo sin tener ese tipo de pesadillas. Eran diferentes escenarios pero siempre con la misma persona, y con el mismo final.

Distimia - Jintae/Taejin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora