🍒Capítulo 33

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╭─────╯•╰─────╮NARRA JOHAN╰─────╮•╭─────╯

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NARRA JOHAN
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Ser puntual es algo que todos deberían aprender. No puede ser que estoy esperando hace media hora en el centro comercial a que mi novio, mi hermana y su noviecito hagan sus apariciones.

Bueno, tal vez es normal llegar tarde, todo el mundo siempre se toma su preciado tiempo para llegar a cualquier lado. Mientras que yo, tengo una pequeña crisis si me atraso unos minutos.

—¡Princeso! —me giro al escuchar la voz de Connor, que viene riéndose. Amo que se ría, aunque se esté burlando de mi cara de culo. Siempre llega tarde apropósito, sabe cuánto lo odio.

—Ay Connor, no debiste venir con esos pantalones tan ajustados. Lo único que quiero es arrancártelos —digo poniendo mis manos en su cintura, y acariciándola con mis pulgares.

—Alto ahí tigre, que sigo sin poder caminar bien desde ayer —río fuertemente. Sí, definitivamente fue mi culpa habérmelo follado tan duro. Pero en mi defensa él me provocó con esos atuendos sensuales que se pone.

Connor es el pasivo. Por si no se notó. Él salió del closet hace un año o por ahí, en ese entonces no lo conocía. Antes de mí, él estuvo con un chico; pero se aburrió de que jamás diría su verdadera sexualidad y lo dejó. Eso mismo me pasó a mí, terminó lo nuestro porque yo no me atrevía a decirle a mis amigos o familia. Sin querer lo descubrieron, y aunque no fue de la mejor forma lo agradezco, me evité esa incómoda charla. Ahora mis padres solamente quieren que me queme en una hoguera por mis gustos, piensan que tengo una jodida enfermedad. Qué la chupen.

Mis amigos son otro caso, varias veces me han visto con Connor. Al principio pensaron que éramos mejores amigos, pero luego vieron que nos besábamos y pasábamos más tiempo de lo común así que lo dedujeron. Ninguno se burló de mí ni nada, sino les hubiera partido la cara.

Marcos, mi gemelo, el que compartió ese vientre conmigo por nueve meses; no me apoya, pero ni cerca. Parece un jodido Hitler, al igual que mis padres. Si pudiera me quemaría vivo. O no, no sé si es para tanto. Lo que sí sé es que le doy asco y cree que estoy mal. Para mi suerte, mi pequeña hermanita sí me quiere tal cual soy.

Siendo sinceros, yo no cambié en lo absoluto. Sigo siendo la misma persona. Lo que me ocurrió es que conocí a un chico que cambió mi mundo, jamás creí que me gustaría un hombre; al principio pensé que era alguien interesante, digno de conocer, y con el tiempo vi que era perfecto para mí.
Al principio de nuestra relación él tuvo que romper varias barreras para acercarse a mí, yo estaba hecho de acero, pero él comenzó a ablandar eso.
Cuando se cansó de que aún temía de mostrarle lo nuestro al mundo se alejó de mí, me destrozó. Pero yo no me rendí y fui tras él.

Y ahora estamos bien, más que bien. No tengo el apoyo de todo el mundo y no me importa. A mi lado están los que valen la pena, y Connor sí que lo vale. Vale todo el sufrimiento de sentirme una basura frente a mis padres y hermano. En verdad lo vale.

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐋𝐚𝐬 𝐑𝐞𝐠𝐥𝐚𝐬 © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora