Me presento: Me llamo Emma Banks y estoy enamorada de un idiota integral. ¿Sabéis esa sensación de estar tan pillada por alguien que no puedes sacártelo de la cabeza ni con agua caliente? Pues eso me pasó a mí cuando volví a casa después de un año e...
"Soy fan de ti, de tus medidas de maniquí de imaginarte en un escaparate de que te dejes seducir." Fan de ti. Sidecars.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al intentar salir de Lola's con toda la rapidez con la que son capaces de moverme mis pies y tras tres intentos frustrados de abrir la puerta repleta de pósteres de Elvis Presley, me percato de que mientras yo intento tirar de la puerta para abrirla, hay un cartel sobre el pomo color crema que dice <<empuja>>.
Así es un poco mi vida, a contracorriente. Mientras yo intento tirar, la vida me dice que empuje, que estoy equivocada, que voy en dirección contraria y sin frenos.
Tras una breve pausa y notando como mis mejillas comienzan a ruborizarse con más intensidad, consigo abrir la puerta y, como un salvavidas en plena tormenta, allí está Óscar, tan puntual como siempre. Mis pies comienzan a moverse en el mismo instante en el que aquel hombre de piel negra y arrugada me abre la puerta del coche. Pit viene detrás un poco malhumorado, pero en cuanto ve a Óscar trata de recomponerse. Ambos nos subimos al coche y nuestro chófer se pone en marcha.
Mientras vamos recorriendo la ciudad a la que tanto amo, Peter decide poner fin al silencio sepulcral que reina en aquel coche negro.
—He oído como ese imbécil te decía algo cuando salías, y luego he visto como te has largado a toda prisa. ¿Qué ha pasado, Em? —inquiere Peter en un tono tan serio como preocupado.
—Se ha mofado de mis calcetines de Mafalda. ¿Pero sabes qué? Que me importa un pepino. Nunca me ha importado lo que los demás piensen de mí y no va a empezar a importarme ahora, y menos por un chico tan maleducado y grosero —respondo de la forma más neutral que puedo, sin manifestar ningún malestar por aquella burla, aunque en el fondo de mi corazón sé que me ha dolido, y mucho.
—Tampoco puedes esperar mucho de alguien que vive en un barrio como ese, deberíamos dejar de ir por allí durante un tiempo, seguro que encontramos pastelerías mejores por Menlo Park o Palo Alto —afirma esbozando una sonrisa, a la que yo respondo con otra sonrisa más tímida.
La verdad es que no me gusta demasiado esa faceta de Pit de criticar a las personas menos afortunadas que nosotros. Aunque no lo pretenda, siempre le sale la vena snob cuando visitamos Lola's. Nuestra zona, a pesar de estar llena de lujos y grandes mansiones, realmente está vacía, porque no tiene alma. La gente que suele vivir allí es un producto entre la ficción y el derroche, todos intentan demostrar quién tiene el rabo más largo. Y lo sé porque yo vivo allí. Claro está que hay algunas personas que no tienen nada que ver en absoluto con ese tipo de personas a la que llamamos clase alta. Como Óscar o Sarah, y Pit también, aunque a veces lo olvide.
