Capítulo 13 | Amigos con derechos

499 88 116
                                    

''Y te quiero tanto,
Que daría por ti la libertad.
Y por eso me quedo,
Sin ti pero contigo.''
Sin ti pero contigo. Loreto Sesma.

Cierro la puerta de mi habitación lo más suave posible que puedo para no hacer ruido y me lanzo a mi cama completamente extasiada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cierro la puerta de mi habitación lo más suave posible que puedo para no hacer ruido y me lanzo a mi cama completamente extasiada. Todavía puedo sentir los besos de Liam sobre mi clavícula y el tacto de sus dedos sobre mi piel desnuda.

Ahogo un suspiro y me envuelvo entre las sábanas de mi cama. ¿Cómo ha podido pasar? ¿Cómo he dejado que me toque otra vez después de que hubiese sido tan cruel conmigo en la playa? Debo de ser otra más en la lista de sus conquistas y solo una diversión para él. ¿Qué puedo esperar? Ya me dejó bien claro que él no salía con nadie y que yo no era su tipo.

Un dolor agudo se apodera de mí y me doy con las palmas de las manos en la cara, una y otra vez, sin parar de decirme lo estúpida que soy. Esto tiene que terminar ya o acabaré con el corazón roto y sin amor propio. Mañana le diré que me deje en paz y que se busque a otra para usarla a su antojo. Yo no estoy dispuesta a ser su juguetito ni una vez más. Me envuelvo con la manta completamente y me dejo llevar por el sueño.

A la mañana siguiente me despierto bastante temprano, gracias a que Manet se ha colado en mi habitación y me ha lamido la cara.

—Eres un granujilla, ¿lo sabías? —le reprocho mientras lo rodeo con ambos brazos y le abrazo pegando mi cara a su hocico.

Me pongo una sudadera, unos vaqueros, unas converse rosas y decido darle un paseo a Manet antes de desayunar. Nos merecemos un descanso. Le pongo la correa roja de paseo y él da saltitos de alegría. Prácticamente me arrastra a la puerta de casa, y cuando la cruzo, veo a Liam apoyado contra la pared, vestido con un traje de chaqueta oscuro y fumándose un cigarrillo. Sus ojos se mueven en mi dirección y se forma una sonrisa en su rostro.

—Hola —bajo la mirada en cuanto sus ojos entran en contacto con los míos.

—Hola preciosa, ¿has dormido bien? —pregunta dándole una calada al cigarrillo.

Su respuesta me deja desconcertada, me esperaba que se burlara de mí o incluso que me ignorara.

—Liam, respecto a lo que pasó ayer... —me ruborizo.

—¿Qué pasa, Em? —inquiere soltando un humo gris espeso.

Me armo de valor y las palabras salen disparadas de mi boca.

—Necesito que esto pare ya, no estoy dispuesta a ser uno de tus juguetitos y un número más en tu lista de conquistas, valgo más que eso —escupo irritada.

Necesito que me creasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora