''Hoy igual que ayer pero nunca igual
Siempre al arriesgar puedes acertar
Tu elección final.''
Bella y Bestia son. La Bella y la Bestia.
Al cabo de una hora sentada en el café, mirando al infinito y sin poder parar de llorar, decido llamar a Óscar para que me rescate de este infierno.Comunicando.
Mierda.
Mi segundo intento de auxilio es llamar a un taxi, pero la intermediaria me dice que están otra vez en huelga, así que solo me queda una opción.
—¿Sí? —contesta Liam al otro lado del teléfono.
—¿Puedes... puedes venir a recogerme? —digo entre sollozos y siento como si el pecho me fuese a explotar.
—¿Em? ¿Estás llorando? —puedo notar la preocupación en su voz.
—¿Puedes o no? —inquiero intentando contener las lágrimas.
—¿Dónde estás?
Dudo durante varios segundos pero finalmente le respondo.
—En el centro comercial de Menlo Park.
—Dame diez minutos.
Y cuelga.
Salgo al aparcamiento del centro comercial y me siento en un bordillo a esperar a Liam. En menos de diez minutos aparece en el bmw negro de mi padre. Sin decir ni una sola palabra, abro la puerta del coche y me siento en el asiento del copiloto. Ackerman enciende el motor y emprende la marcha. Yo me limito a acomodarme en el mullido sillón de cuero y a dejarme caer sobre la fría ventana, hasta que decido romper el silencio que hay entre nosotros.
—Creía que los domingos no contestabas al teléfono.
—Y no suelo hacerlo, así que no te acostumbres —responde serio y sin apartar la vista de la carretera—. ¿Qué ha pasado, Em?
—Me he peleado con Pit —suelto ahogando un suspiro.
—¿Qué te ha hecho ese imbécil?
Sus manos agarran el volante con más fuerza, provocando que aparezcan pequeñas venas azules.
—Habló el rey de Roma —apunto, y las comisuras de su boca se curvan hacia arriba, marcándole los hoyuelos.
—Si quieres puedo darle una paliza. Le enseñaré a meterse con personas de su estatura —responde divertido.
Aunque tratara de ofenderme, sus palabras hacen el efecto contrario en mí, sacándome una sonrisa.
—Gracias, pero sé defenderme sola —digo arrugando la nariz.
—No lo dudo —contesta con una media sonrisa y aparcando el coche—. Hemos llegado.
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Necesito que me creas
Teen FictionMe presento: Me llamo Emma Banks y estoy enamorada de un idiota integral. ¿Sabéis esa sensación de estar tan pillada por alguien que no puedes sacártelo de la cabeza ni con agua caliente? Pues eso me pasó a mí cuando volví a casa después de un año e...