Quizá no fuera nuestro vagón,
ni nuestra parada,
ni nuestro mes.
Que quizá no.
Pero quién se iba a atrever a obligarnos a dejar de querernos aún con todo en contra.
Si ya sé que no
Quizá no fuera nuestro vagón,
ni nuestra parada,
ni nuestro mes.
Que quizá no.
Pero quién se iba a atrever a obligarnos a dejar de querernos aún con todo en contra.