Yo que prometí olvidar todo lo que me recordase a alguien, que me juré amor eterno a mí, estabilidad emocional y calor a mi corazoncito.
Yo que inmortalicé lo que fuimos en algunas poesías, que susurraba por las noches para no despertarte, que lloraba por si te ibas.
Yo que no tenía nada y de repente choqué contigo.
Yo que soñaba despierta y respiraba a tirones.
Yo que acabé más disipada y gris que el humo de los cigarros.