He is mine [KaiSoo] [SooKai]

11.El novio

Han pasado algunas horas y le fue imposible conciliar el sueño. Hay demasiadas cosas que cambiaran para mañana, ¿Debería explicar todo simplemente y no darle prioridad a sus miedos? Justo como dice JongIn. Él siempre tiene razón, incluso ese primer día de encuentro donde le aseguró que tarde o temprano serían novios.

Pero tiene un problema más serio que es la reacción de sus amigos, probablemente JongDae y Sehun desaparezcan de su vida, siendo una pena realmente y Chanyeol de seguro hará como si nada hubiese pasado, sin embargo a Baekhyun no puede asignarle una supuesta acción luego de que los encontró en pleno encuentro sexual. No, Baekhyun es especial. Con todo este embrollo aún debe preocuparse por JongIn y su infinita paciencia para esto.

Remueve su cabellera con ímpetu. No hay dolor solo un chico que prefiere quedarse calvo a revelar su mayor secreto escolar en voz alta. Porque tiene miedo y angustia, no es fácil hacerlo, sí, puede planearlo mil veces pero está seguro al tenerlos enfrente su mundo se vendrá abajo y no podría articular palabra alguna.

Cierra los ojos con pesadez y sin previo aviso se ha quedado dormido sobre su cama con un fondo de libretas, donde en cada hoja hay un plan diferente para mañana y sus respectivas consecuencias con cada palabra expulsada de sus labios.

***

— ¡KyungSoo!

Hay una voz grave gritando su nombre, es lejana y se envuelve en sus sueños tratando de despertarlo.

— Tu príncipe está ahí abajo, esperándote...

Le bastan esas palabras para despertarse por completo. WoBin se encuentra apoyado sobre la puerta con una gran sonrisa.

— Entonces si despiertas enseguida... mamá ha estado llamándote por veinte minutos y tú despiertas con solo decir que JongIn está abajo.

Escuchar su nombre lo obliga a levantarse de un salto, cae con fuerza directo al piso sin ninguna oportunidad de colocar sus manos para impedirlo. Las libretas son estruendosas cuando caen junto a él.

Desenvuelve con dificultad sus piernas de la sabana y las avienta a un lado, donde no representen un peligro para su integridad.

— ¡¿Está ahí abajo de verdad?!— grita sin importarle la cara de horror de su hermano.

—;En serio. Yo en tú lugar me lavaría la cara, te ves espantoso. De ahora en adelante te llamarás OjeraSoo...

No termina de escucharlo cuando está ya en el cuarto de baño mirándose al espejo. Se ve horroroso, justo como WoBin dice. No puede permitir que su adorado JongIn lo vea así.

Entra a la ducha y sin importarle que el agua este fría y apunto de provocarle hipotermia dejá que resbale por todo su cuerpo. Golpea su rostro con un afán de despertarse tan rápido como pueda.

Lleva veinte minutos de retraso y no ha ido asomar la cabeza ni por error al piso de abajo. Lo lamenta por JongIn, no sabe si su madre lo estará obligando a desayunar o si su padre le esta haciendo otra entrevista, cabe incluso en la posibilidad de que WoBin lo haya puesto a lavar el automóvil. Todo es posible con su familia.

Baja cuando está finalmente presentable y sin rastro de ojeras. WoBin trata de desacomodar su cabello pero lo esquiva con habilidad nata. Tarda segundos en percatarse que JongIn esta usando un mandil, sí, el suyo, ese amarillo con estampados de patitos.

Fulmina a su hermano con la mirada esperando una explicación para ello, pero su madre voltea primero y no tarda en regañarlo (cabe mencionar que frente a su novio) por haber tardado tanto. Luego sonríe como una completa bipolar indicándole a JongIn que especias debe llevar la olla sobre el fuego.

En tanto su padre esta sentado a la mesa esperando por el desayuno mientras lee el periódico, probablemente siente la mirada de su hijo sobre él así que solo alcanza a señalar a su esposa hechandole toda la culpa a ella.

Suspira con pesadez, debe rescatarlo de ahí.— JongIn...— El nombrado gira y sonriente señala la comida orgulloso de que su suegra le este permitiendo ser parte de ese proceso.— Creo que deberíamos irnos...

— Para nada, deben desayunar primero— se queja su madre.

— Y eso haremos. No puedo permitir que KyungSoo vaya por allí sin nada en el estomago ¿verdad?—secunda su novio.

Conspiraciones, KyungSoo está rodeado de conspiradores en su contra.

Termina sentado a la mesa con su espectacular novio dándole la bienvenida a la segunda entrevista más vergonzosa de su vida.

— ¡No puedo creerlo!— se queja con la única persona que simultáneamente sostiene el casco y lo ayuda a bajar asegurándose que no resbale con nada debido a la pequeña lluvia de esta madrugada.

Llegaron sanos y a salvo de alguna manera a la universidad. JongIn insistió en dejarlo frente a su edificio para que no provocar más traumas a los peatones que lo observan quejarse por sus parientes.

Continua alegando mil cosas pero sobre todo quejándose de cada pregunta incomoda del desayuno, JongIn lo mira con ternura. Pellizca sus mejillas y cuando KyungSoo se aleja puede ver el sonrojo en su rostro.

— No puedes tocarme, JongIn...— gimotea.

— Pero si hemos llegado juntos y mucha gente nos está viendo... Creí que este era tu plan.

— Bueno, sí pero tú estas haciendo ya contacto físico conmigo, y aunque no quisiera más que besarte yo si puedo aguantarme— dice seguro.

— No estoy seguro de eso, bebé.

Vuelve a sonrojarse esta vez dispuesto a nunca mas hacer contacto visual con él. Pero unas siluetas a lo lejos es mas preocupante que simular estar enojado con su novio.

— ¿Por que esa cara, cariño? ¿A quién miras? Oh. Baekhyun junto a ¿cómo se llamaba el alto?...Mmmh, Chanyeol. Pienso que si quieres huir aún estás a tiempo de subir a la moto y yo me encargo de lo demás, bebé.

— No... Que...quédate conmigo— pronuncia con dificultad.

Cuando sus amigos se paran a escasos metros de ellos, Baekhyun parece probar el terreno y le sonríe débilmente, en tanto Chanyeol mira sus zapatos.

¿Cómo podría comenzar este tema con Baekhyun sin que el otro lo grite a los cuatro vientos mientras mantiene la conversación? Sería difícil, ni siquiera puede imaginar que Baekhyun no haya atado ya los cabos de todas esas veces que se escapaba con JongIn e ignoraba a todos los demás.

Están allí los tres parados sin moverse o decir nada y JongIn no puede ser de este planeta porque ha bajado de la motocicleta y parándose frente a ellos dio el primer paso.

KyungSoo siente sus mejillas arder y tal vez para lo que queda del día termine adquiriendo ese tono como una característica personal.

— Supongo debemos presentarnos de nuevo, esta vez de la manera correcta.

Chanyeol alza la mirada con esas palabras y Baekhyun traga duro.

— Soy el novio de KyungSoo, Kim JongIn. — Y acto seguido estrecha la mano con los dos.