29. Enamorados

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La respiracion de JongIn choca en su nuca y el solo sonríe como idiota. Nunca en su vida se levanta temprano, siempre es impulsado por algo, en cambio hoy es un día diferente. Hay alguien tocando su puerta incesantemente, no son uno ni dos golpes, puede jurar van más de ocho.

Quiere levantarse e ir a detener a quién sea el causante, sin importar nada. Pero al levantarse una mano lo detiene.

— Si abres esa puerta estás muerto—susurra JongIn aún con la mitad de la cara contra la almohada.

Su padre deja de tocar y comienza a  gira la manija de la puerta provocandole un mini infarto al corazón .

Sin embargo, la puerta continúa cerrada a pesar de los intentos del lado contrario.

— ¡KyungSoo, baja ya!— Su padre pronuncia con la gaganta seca, probablemente provocado por repetir la oracion una y otra vez. Está seguro, su madre le ordenó hacerlo.

Aclara su voz tan rápido coomo puede. Se encuentra desnudo en la cama, con un hombre dormido placidamente sobre ella. No quiere ni imaginar que diran sus padres de ello.

—No me siento muy bien...— bajaré mas tarde...

— Si tú no te sientes bien ¿qué me espera a mi, bebé?— se queja JongIn sin abrir los ojos siquiera.

Ni en mil años puede dejar que su familia vea a JongIn aquí. No sería capaz de ocultar que acaba de hacer el amor con el hombre de su vida ¿Cómo podría borrar la maldita sonrisa de su cara?

Escucha a su padre repetirle las mismas palabras dichas, ahora a su madre, y en seguida unos pasos subiendo.

—¿Estás bien, Kyung?— pregunta si madre, quién seguro esta pegada a la puerta con ansias de entrar.—¿Te enfermaste? ¿Quieres ir al doctor?—cuestiona.

Niega a pesar de no poder ser visto. Debe pensar algo rápidamente para que ellos se alejen. Para cuando lograr formular algo en su cabeza las palabras mueren al sentir una mano recorrer su dorso arrancándole un suspiro.

—¿Qieres que vaya y les expliqué?—JongIn le susurra en el oido mientras termina por pegarse a su cuerpo. Sentir su desnudez ta real, tan ahora es alucinante.

Su novio masajea sus gluteos al mismo tiempo que le besa apasionadamente el cuello. Puede jurar está en el cielo o el infierno porque esta comenzando a calentarse.

—¿KyungSoo?— su madre vuelve a cuestionar.

No hay palabras, no ahora que tiene la boca siendo devorada por esos labios, siendo tocados por unas manos maravillosas, no puede responder estando con JongIn; desnudos.

—Posiblemenre está tan enfermo que no puedra ni pararse si quiera el pobre— WoBin le salva la vida con ese comentario.

Trada unos segundos en darse cuenta del silencio a su alrededor. Tal vez su padre y hermano se han marchado al trabajo, probablemente su madre haya salido a comprar algo. No lo sabe, se ha perdido en esos toques gentiles y a la vez tan necesitados.

Sin embargo, se detiene al sentir el miembro de JongIn ya despierto. Con dificultad le hace saber que tiene que detenerse.

—No me diras que no ahora ¿o si, cariño?—Deja un suave beso en su espalda, luego lo gira para mirarlo a los ojos.—No puedes negarte, no podre con mi vida sin ti, ni siquiera podría continuar esta mañana sino me dejas hacerte el amor, bebé.

No era como si KyungSoo no lo deseará tampoco, mucho menos como si negara a semejante placer pero hay una alta probabilidad de ser decubiertos y no puede permitirse aquello.

Ni siquiera sabe como sacará a JongIn de su casa sin que sus madre los degolle vivos, si es que ella sigue allí..

—Juro que deseo tanto como tu hacerlo pero...

JongIn suspira haciendo un pechero en el camino.

Por mucho que lo desee también termina negando con la cabeza.Debe asegurarse que no haya nadie aún dentro de su casa porque no es capaz de callarse ante la gloria. 

Baja finalmente dando un pequeño rondin en la parte baja de la casa y se alegra en demasía cuando no ve nadie en ella.
Sobre la mesa su madre dejó una nota:

Ve al doctor si te sientes muy mal, probablemente agarraste un frío en la noche. Abrígate bien.

Iré a ver a tu abuela, regresó por la tarde.

Ante el desarrollo triunfal de su travesía regresa corriendo a su habitación para darle la buena noticia a su novio.

Vislumbra a JongIn con el torso desnudo con múltiples marcas.
Rememorar que le hizo el amor a ese hombre es simplemente espectacular.

— ¿Te gusta lo que ves, cariño?

KyungSoo en la bobería asisnte. JongIn se acerca a él y lo besa lentamente.

— El maestro te dará clases de reforzamiento la próxima vez...

— ¿Fuí tan malo?— se ríe nervioso.

— Nada de eso, veremos temas nuevos— se ríe sin poder contenerse— y es probable que el ayudante no este listo aún para esto, por lo cual requerirá que el maestro tome el mando.

Un escalofrío le recorre la espalda. Sus mejillas se tornan rojas y no tiene más remedio que huir al baño.

— ¡No podrás huir de mí está vez!— escucha a JongIn gritar.

Aprovecha para tomar una ducha rápida. Puede ver las múltiples marcas que JongIn ha puesto sobre él y ni siquiera puede recordar cuando las hizo.

Mientras se ducha no puede evitar pensar en todo lo que ha pasado estas últimas semanas.

Nunca quiso darle demasiado poder al pensamiento de los demás acerca de él, menos darles favorotismo por sobre JongIn. Sin embago había sucedido así y lo daño, lastimó a JongIn inumerables veces, que solo puede pedirle perdón con caricias y besos, con su corazón cuando resuena al mismo tiempo, al entregarse.

Se disculpo en cada segundo que pasaron juntos, le sonrió cuando decia algo gracioso, se enrojecio al escuchar un cumplido pero sobre todo lo amo y lo ama de vuelta.

Ahora solo es cuestion de regresar cada getsoque JongIn le dió para desaparecer esa culpa de haberlo lastimado.

He is mine [KaiSoo] [SooKai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora