Traga duro, porque sabe es débil ante ese cuerpo perfecto, bronceado y provocativo pero se recuerda en dónde está y se contiene con toda la voluntad que le queda.— Si estás aquí, significa que no fuiste a ver a tu amigo— dice sin mirarlo mientras bota la toalla y desliza la camisa sobre su cuello y hombros hasta lograr cubrirse (por fin) el torso.
— Siempre me has dicho que si hablaba mis inseguridades se irían— comienza citándolo— pero ahora quiero hablar para alejar las tuyas.
No está seguro si funcionara pero quiere creer que JongIn al igual que él no le gusta estar enojados.
Su novio se detiene y vislumbra una leve señal de una sonrisa que quiere salir pero son interrumpidos antes de poder apreciarla.
— JongIn, aún no he tomado las medidas para comenzar a tener la vestimenta hecha ¿O quieres seguir practicando sin camisa?— Una chica castaña pregunta tiernamente, sabe que no le está coqueteando pero el solo hecho de que haya querido tocarlo juguetonamente mientras preguntaba le hace sentir, de nuevo, celos infinitos.
Por suerte o costumbre JongIn se aleja de ella antes de que intentara tocarlo, la chica se da cuenta y repara por primera vez su vista en él.
— Ay, perdona no te vi- se disculpa y mira a JongIn de nuevo esperando curiosa por saber quién es.
— HyeMi, KyungSoo— dice simple sin apodo o pertenencia.
— Hola— La chica saluda y él asiente—. No te había visto por aquí ¿eres nuevo?— pregunta.
No sabe cómo contestar, fueron múltiples las veces que le rogó a JongIn no mencionar nada de él, que ahora se lamenta el otro haya sido fiel a su palabra.
— KyungSoo es de administración— lo introduce de nuevo.
— Oh, ya veo... Pero qué haces por acá, digo es muy difícil que los chicos como tú...
— ¿Dónde tomaras las medidas?— pregunta su novio interrumpiéndola de lo que sería el inicio de un largo interrogatorio.
Entran a una habitación a un costado del escenario donde parece guardan la utilería y al mismo tiempo utilizan para alistarse, lo sabe por los espejos que rodean una buena parte de las paredes.
Mientras ella toma sus medidas aunque lo único que vean sus ojos es como lo está manoseando con un pretexto, no le queda más que esperarlos.
La gente entra y sale de la habitación, y más de una vez tuvo que desviar la mirada cuando algún hombre, lo suficientemente confiado, se sacaba la camisa frente a él. Se ruborizaba más por saber que su novio estaba ahí presenciando como era incapaz de disimular su incomodidad, que por otra cosa. Porque aunque él no diga nada en voz alta puede escuchar sus reproches de porque sus ojos se desvían de esa forma, alegando al como que debe tener ojos para él. Sí, eso diría seguramente.
Trata de distraerse y no posar su mirada en esas manos que están tocando a su novio y al mismo tiempo siendo cuidadoso de no mirar alguno de los hombres que entran, por eso no noto como otro chico se sienta a su lado con toda la tranquilidad del mundo mientras muerde una manzana.
El sonido le obliga a volverse al extraño y por si no fuera poco ese rostro en particular no lo reconocería vestido así con un simple pants y un polo blanco sin ninguna estampilla.
— ¿Cuánto falta para que termines HyeMi? JongIn y yo vamos a ir a comer juntos...
No le alcanza la vida para describir el profundo dolor que siente. JongIn ya lo ha cambiado por otro.
La chica contesta pero sus oídos no son capaces de registrar lo que dice. Tal vez se perdió cuando cayó en cuenta que fue demasiado para él aguantar todo y lo abandono.
— Dije que no quiero salir hoy— escucha hablar a JongIn.
— Junmyeon dijo que dirías eso, así que te está dando la opción de pedir carne e incluso traer a KyungSoo.
Cuando escucha su nombre el trance comienza a irse lentamente.
— No quiero salir Luhan, además KyungSoo tiene que ir a ver a su preciado amigo y sino tiene tiempo para mi mucho menos para ti.
Casi le da un paro diabético verlo actuar así. JongIn era, la mayoría del tiempo, tierno, amable y un dios andante pero nunca pudo concebir la idea de que podía ser un niño celoso.
Además reconoce el nombre por el cual JongIn ha llamado al chico de al lado. Luhan era el encargado de la escenografía y como tal se especializaba en tener todo en orden. JongIn hablaba de él como un buen Hyung, apasionado y tenaz, con ganas de dirigir una obra desde ya hace tiempo. Sin embargo desconocía el rostro de Luhan porque él, según JongIn, se la vivía dentro de las salas de presentación en presentación.
— ¿Significa que irán a comer y no invitan? Maleducados— se queja la chica mientras le pide a JongIn levantarse tocando aún más su cuerpo, si eso aún era posible.
Y ya no puede más. Siente que explotara para cuando Luhan comienza a quitarle a JongIn los diminutos cascabeles de la cintura necesitando pegarse a él para poder zafarlos.
Todo mientras KyungSoo permanece quieto, observando como toquetean a su novio.
— ¡Basta!— grita frustrado.
Nunca en su vida se había comportado de esta forma pero siempre hay una primera vez para todo.
Los tres dejan de moverse y lo miran con detenimiento.
— No tienen que tocarlo tanto— dice enojado y avergonzado. Sabe que JongIn lo hizo al propósito y que se burlara de él más tarde pero le da lo mismo.
Su novio alza una ceja y le sonríe.
Comprende la venganza pero ahora es él quien está molesto.
— Tranquilo, chico— Ella se burla— Tu amigo es igual que esas chicas JongIn...— dice quejandose con el otro.
— Yo no soy como esas chicas. Él es mi novio— recalca la palabra solo por si ella no lo entendió.
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He is mine [KaiSoo] [SooKai]
Fiksi PenggemarKyungSoo ha estado toda su vida tan asustado de lo que es realmente, aprendió a ocultarlo tan bien que ninguno de sus amigos sospecharía que es gay. Su cariñoso, estupendo y perfecto novio se ríe de sus temores, pero le permite mantener la relación...