22.Rechazado

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— Amor de mis amores— pronuncia y recuesta su cabeza dejando apreciar su pecho que sube y baja por la adrenalina— ¿Qué...planeas hacer?

Podría contestar pero decide continuar, si JongIn lo piensa mucho pude ser ahora él quien detenga todo.

Introduce un dedo con sumo cuidado y observa el gesto de incomodidad de su novio. Que le esté haciendo esto a JongIn, jamás lo creyó, pero han sido tantas las cosas que han cambiado cuando están juntos que ya no le importa.

Mueve el dedo sin ser demasiado brusco.

— Por Dios...corazón, no creo que pueda hacerlo— clama mientras tapa sus ojos.

Tanta vulnerabilidad proveniente de alguien que le saca varios centímetros es adorable.

Mueve sus caderas para distraerlo y con la mano libre masajea su miembro una vez más.

— ¡Ahh...Soo!— grita.

Aprovecha esa oportunidad para introducir uno más y un poco más al fondo.

El cuerpo de JongIn comienza a retorcerse y como no lo ha detenido probablemente la excitación sea más que la incomodidad y el dolor.

— Espera, espera— chilla finalmente

Se detiene asustado, tal vez ya le hizo daño y ni lo noto, porque al fin de cuentas JongIn era su dongsaeng y debía cuidarlo.

— Lo haré yo...

Por un momento creyó que se refería a cambiar de posiciones y que realmente no era él quien quería ser dominado. Pero cuando la pelvis contraria se contorneaba ligeramente hacia el frente marcando su propio ritmo lo comprendió.

Dejo de acariciarlo y le jalo la mano para indicarle que se sentara. JongIn negaba rehusándose a moverse de esa posición.

— Quiero que me hagas lo mismo— suplico.

Sí, le aterraba sentir algo intruso dentro de él, pero hacérselo a JongIn y verlo aguantar solo le daba curiosidad.

El moreno abrió los ojos y alzando un poco el mentón asintió.

Todo sería más cómodo en una cama, pero con la adrenalina puesta era imposible parar ahora.

— ¿Lo mismo?— preguntó avergonzado.

Claro que se habían visto desnudos antes y tocado ni se diga, pero esto era nuevo y la sensación era asombrosa. Además era en espacio más oscuros y menos brillantes como este.

Pero antes de aceptar su petición, JongIn le pidió por última vez que moviera sus dedos unas cuántas veces más y en cuanto lo hizo eyaculo sobre la mano de KyungSoo.

Tranquilizo su corazón alborotado cual colegiala adolescente y suspiro. Deseo como nadie otro que este día llegara, no esperaba ser el primero pero daba igual si podía hacerlo con su precioso bebé.

Cada uno tenía sus manías, lo había ido descubriendo. KyungSoo era como una chispa que se encendía con el primer toque, en cambio él disfrutaba las cosas lentas aunque de igual forma eran satisfactorias.

Tomo a su novio por la cintura alzándolo sin problema. Recorrió cada parte de su cuello con apasionados besos para regresar a su boca y sentir como le había abierto el labio de nuevo.

Dejo pequeñas manchas carmesí sobre su piel y termino por recostarlo sobre el sillón.

Por suerte era lo suficientemente grande para los dos y le quedaba perfecto a KyungSoo para abrir sus piernas y dejarle cavidad para él.

Comenzó por descender hasta el ombligo y enterrar su nariz dentro del estómago ajeno. Luego lamió su miembro una y otra vez mientras su novio se retorcía.

Al morderlo KyungSoo gimió y cuando lo vio suficientemente excitado introdujo sin avisarle el primer dedo, sin embargo solo llamaba su nombre una y otra vez mientras le susurraba entre cortado: - Continua.

Apenas llevaba dos dedos cuando KyungSoo ya empujaba sus caderas. Al cuarto ya decía solo incoherencias y se había corrido a la mitad del camino.

Descansaron apenas terminó.

KyungSoo cerró los ojos con fuerza. En definitiva las cosas se pondrían aún más intensas pero no le importa quiere hacerlo, una y otra vez hasta que su cuerpo no resista.

Observa a JongIn aun entre sus piernas y asiente. Esta listo, no tiene miedo porque en este momento lo desea a morir.

El cabello de JongIn está pegado a su frente y su pecho aún mantiene un ritmo acelerado. Se miran tratando de comunicarse que se necesitan y aman.

Pero todo se viene abajo cuando JongIn niega mordiendo su labio inferior, luchando consigo mismo para decir las palabras temidas.

— Llegaremos hasta aquí, cariño— dice casual como si le diera lo mismo. Acaricia sus muslos y se levanta dejándolo aun recostado sobre el sillón.

Lo observa seguir el camino que hace un momento marcaron, parece estar buscando su propia ropa y a su vez distraerse con esa simple acción.

No puede creerlo, no ahora cuando en verdad quiere hacerlo ¿Por qué parece ser que cuando uno está dispuesto a hacerlo el otro se niega?

Se levanta con dificultad y no puede disimular el semblante enfurecido que acaba de formársele por el rechazo.

Su novio tarda en darse cuenta y no es hasta que está completamente vestido que repara en su desnudez. Sonríe complaciente y se acerca para besarlo una vez más.

Acaricia su mejilla y el labio roto para darle un suave beso en la zona afectada.

- Eres totalmente hermoso cuando haces pucheros y me encantaría seguir admirando ese cuerpo tuyo pero no quiero enfermarte, amor- Le pasa su ropa y con toda la energía positiva que puede tener después de ser rechazado se la pone como buen samaritano.

Mientras él se cambia JongIn guarda sus cosas dándole la espalda.

— ¿No es una venganza demasiado mala?— pregunta aun no queriendo resignarse a terminarlo así.

JongIn se gira y le sonríe, alegrándose verlo ahora completamente vestido dice: — No lo hago por lo que pasó esta mañana...— niega pero no le cree— y espero que tú tampoco.

Toma una silla sentándose frente a él.

— Escúchame, KyungSoo— entrelazan sus dedos de una manera tierna, jugando con cada uno de ellos-, si ese idiota no te acepta es su problema, no el nuestro. No me gusta el hecho de que quieras ir a verle pero incluso si lo haces no puedo detenerte, por eso te deje solo. Tienes la suficiente capacidad para tomar tus propias decisiones pero no puedo estar siempre de acuerdo contigo, no en esto.

— JongIn...— Quiere hablar y ser él quien esté diciendo eso. Disculparse y darle a su novio el lugar que se merece.

— Te hirió, no puedo aceptar eso por ninguna estúpida fobia ridícula. Tú eres mi novio y mi deber es protegerte de tipos como ese pero no puedo hacerlo sino de dejas ¿Por qué no esperaste por mí y poder decirle juntos nuestra relación? ¿Por qué esperar hasta que salgas herido y yo me enfade a este punto contigo?

Lo está regañando cual niño de preescolar que ha perdido su dinero el primer día de la semana.

— Perdón— Se disculpa, debió decirlo en cuanto lo vio. Debió haber corrido hasta él y disculparse.

— Además, el hecho de que ese tipo te guste...

— Él no me gusta— niega en seguida.

— Yo creo que sí— contraataca— te hizo daño y aún quieres verlo... porque más irías si no es porque te sigue gustando...

Comprende sus palabras y es su culpa que JongIn piense de esa manera y no quiere que sea así, por eso en vez de comenzar negando lo dicho rompe el espacio entre los dos y lo abraza, sin ninguna doble intención porque quiere tocar su alma y calmarlo, reconfortarlo.

— Te amo— susurra cerca de su oído— Te amo solo a ti.

He is mine [KaiSoo] [SooKai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora