"De las cosas pequeñas se nutren las cosas grandes."
Y los años pasaron sin remedio a ojos de Sasuke, quien se esforzaba por cambiar varios puntos de su vida. Mejorar varias cosas de las que se arrepentía.
Cosas como el tiempo desperdiciado en hundirse en la oscuridad que representaban el odio y el rencor. Ahora prefería entrenar para que su cuerpo se adaptara más rápido y fácil a su emergente chakra.
Más aún porque había descubierto que su cuerpo seguía manteniendo varias, por no decir todas, las habilidades de su vida pasada.
Incluso su Mangekyo estaba con él, lo cual lo perturbaba un poco. Pero agradeció profundamente el contar con Aoda, su serpiente.
Lo que más agradecía es poder pasar tiempo con el rubio. Disfrutaba cada segundo en su compañía, pero sabía que eso no estaba del todo bien, después de todo él causaría un daño profundo en el chico.
Aún así, habían cosas que nunca cambiarían. Cosas como el odio infundado de las personas hacia Naruto, el constante acoso de las niñas de su edad... el cero talento del rubio en jutsus académicos.
Por ello, cuando reprobó nuevamente el examen, él no se sorprendió. El destino siempre se las arreglaba para que hechos importantes ocurrieran.
Como ahora, que el chico estaba descubriendo porqué la gente lo odiaba. La carga que llevaba en su espalda desde recién nacido.
Y Sasuke tuvo unas enormes ganas de despellejar al inútil jônin que estaba despreciando al idiota de Naruto y que lastimó a su profesor.
Respiró profundamente, esperando a ver la técnica insignia del chico surgiera, tan confiado como estaba, no se sorprendió del todo cuando vio alrededor de cien bunshins aparecer como bolas de humo.
Una vez esto pasó, se fue de allí. Él no quería observar el momento sentimental e íntimo que compartirían aquellos dos. Sentía que no debería de presenciar algo tan importante como eso.
Aún así no pudo evitar sonreír cuando vio al rubio correr hacia el profesor, también vio al Hokage cerca, lo que logró irritarle.
¿Acaso ese tipo no hacía nada, nunca?
Sasuke le había agarrado algo de odio después de pensar bien la situación que el rubio le contó.
Después de todo, según relatos, él había sido el único en presenciar lo que había sucedido aquella fatídica noche...
¿Por qué, entonces, todo el mundo ninja sabía quién y qué era Naruto?
Detestaba al viejo por no mover un dedo por aquel indefenso niño. Sinceramente, le alegraba mínimamente que Orochimaru lo matara.
Respiró profundamente, estando allí, en medio de la sala de su casa, con los recuerdos acechandole, se sentía nuevamente como un niño inútil y huérfano. Aquel que buscaba desesperadamente una manera de no caer en el infierno de la soledad.
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𝙰𝚕𝚎𝚊 𝚒𝚊𝚌𝚝𝚊 𝚎𝚜𝚝 || NaruSasu.
FanfictionEn la vida se toman muchas decisiones, quizás malas, pero igualmente estas crean el camino de nuestra vida. Quienes seremos depende de lo que decidamos. Sasuke está arrepentido de sus decisiones y, gracias a un error de Jūgo en un jutsu mítico, pued...