"La guerra es dulce
para quienes no la han vivido"De alguna manera, se sentía ansioso pero a la vez la tranquilidad de saber qué sucedería más adelante, lo acompañaba día a día.
Había trazado su mini plan, un burdo intento de mantenerse impasible. También, gracias a Aoda, había descubierto por donde se movía recientemente su hermano.
Podía admitirse a sí mismo, nada más, que las ganas de llorar por él seguían en su garganta, pero había objetivos más cercanos que cumplir.
Pero a pesar de eso, su cuerpo se agarrotaba de solo pensar en lo venidero.
Se cuestionaba si podía lograr cambiar el futuro, si no es que estaba haciendo aquello para nada.
¿Y si su esfuerzo no era suficiente para que Naruto sobreviviera?
¿Y si no podía detener la guerra?
¿Y si causaba un futuro peor?
¿Y si hacia algo que afectara alguna relación entre los aldeanos y ninjas?
¿Y si...?
Siempre había cuestiones que lo llevaban a un callejón sin salida, pero no podía hacer más que suponer.
Armar mundos donde tal o cual cosa pasa, y las diferentes reacciones y resultados que pasarían.
Y cuando se estrenaba de más, solo volvía a verificar sus objetivos.
Comenzando por él.
Su cuerpo, a pesar de poder retener gran parte de lo que era su antigua cantidad de chakra, no la almacenaba toda. Sasuke sabia que necesitaba obtener, nuevamente, la marca maldita.
Y allí es donde empezaba su plan. Dejaría todo fluir, corretearía de un lado al otro con su equipo hasta que Orochimaru se entrometiera. Luego llegaría la marca, y todo arreglado.
Bueno, quizás no, puesto que Sakura saldría herida, y él tendría que enfrentarse y eliminar el trozo de alma que Orochimaru le incrustaría.
Sasuke consiguió a Kakashi como entrenador para los exámenes, y ahora solo faltaba el de Naruto.
Naruto y él estaban dando unas vueltas, quizás para distraerse.
Naruto iba parloteando animadamente sobre la pijamada que habían tenido ambos el día anterior, lucía realmente feliz.
Sasuke se alegró de poder darle algo parecido al calor familiar, aunque fuese solo un poco.
Estaban bordeando las aguas termales, cuando lo vieron. Un adulto de cabellos blancos, encorvado mirando por una ranura. Sasuke sabía, más por un cartel que por su memoria, que aquel lugar estaba lleno de mujeres.
—¡Ah! ¡Un viejo pervertido!
La voz del rubio exaltó al señor, e inclusive a Sasuke. Este no sabía si eso debía o no de pasar, pero por si acaso, se mantuvo al margen. Mirando con neutralidad al peliblanco.
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𝙰𝚕𝚎𝚊 𝚒𝚊𝚌𝚝𝚊 𝚎𝚜𝚝 || NaruSasu.
FanfictionEn la vida se toman muchas decisiones, quizás malas, pero igualmente estas crean el camino de nuestra vida. Quienes seremos depende de lo que decidamos. Sasuke está arrepentido de sus decisiones y, gracias a un error de Jūgo en un jutsu mítico, pued...