De parvis grandis aceverus erit pt. 2

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"De las cosas pequeñas se nutren las cosas grandes."

Cuerpos sigilosos, pasos prácticamente insonoros y rostros irritados era la única forma de describir al equipo siete

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Cuerpos sigilosos, pasos prácticamente insonoros y rostros irritados era la única forma de describir al equipo siete.

En aquel tiempo les habían asignado gran cantidad de misiones insignificantes, cosas que cualquiera podría hacer sin problema. Era molesto, haber estudiado tanto para terminar buscando y rescatando gatos.

G a t o s.

Sasuke, quizás, era el único que estaba disfrutando de sus tiempos fáciles. Tiempos de paz.

Pero eso no significaba que estaba durmiendo en sus laureles, no. Estaba haciendo sus pequeños movimientos, por aquí y por allá, encargándose de tener a todo el tablero de ajedrez armado, para que en el futuro sus peones sirvieran correctamente al rey y a su reina.

[—Objetivo localizado.]

Sasuke se preparó en su zona, listo para la orden de capturar a su objetivo. En cuanto Kakashi dio el permiso, salió a capturar al minino.

[—El objetivo, Tora, ha sido capturado. Misión finalizada, regresen.]

El equipo se reorganizó, agrupandose en la puerta de las oficinas de asignación para las misiones.

Sasuke, esperó, armoniosamente en silencio mientras Naruto y Sakura discutían con el Hokage y sus profesores para obtener mejores misiones.

Él solo acotó cuando fue necesario, esperando pacientemente hasta que pasó. Hasta que llegó su nueva misión, abriendo la puerta, con un aroma a sake muy marcado.

Sasuke frunció el ceño, parándose en toda su altura, adoptando una postura más altanera, más parecida a la que él mantenía en aquella época.

Un hombre alto, viejo y de lentes apareció dramáticamente por la puerta.

—¿Qué rayos?—la voz rasposa e irritada irrumpió el ambiente lleno de expectativas que rodeaba a los niños—¿Un montón de mocosos?

El hombre le dio un gran trago a su licor, en tanto el equipo siete se puso en una hilera, mirando a su protegido.

Sakura emitió un ruidito entre asco y sorpresa. Todos esperaban expectantes a que el hombre volviese a hablar.

—¿Tu piensas —la voz irritada, se dirigió hacia el equipo—que creería que tú eres un ninja? Hablo de ti, el enano con cara de tarado.

El rubio miró hacia Sakura, luego hacia Sasuke y terminó entendiendo. Se enfureció, siendo rápidamente sostenido por Kakashi, quien trataba de convencerlo de calmarse y de no hacer nada estúpido.

𝙰𝚕𝚎𝚊 𝚒𝚊𝚌𝚝𝚊 𝚎𝚜𝚝 || NaruSasu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora