"El tiempo se escapa"
Su cuerpo ardía y punzaba.
Tirado en el suelo, con las extremidades moradas y rojizas, a penas podía respirar.
Su mente burbujeaba, los puntos negros abarcando cada vez más en su visión. La voz temblorosa y preocupada de Karin resonó, en algún lugar a su alrededor.
—Suiguetsu, d-duró dieciséis días... nosotros- debe-debemos llevarlo a su cuarto.
La voz sonaba ahogada, como si estuviese sumergido en algún lugar, que le tapara los oídos.
Adivinó, luego de unos segundos, que debía estar cubierto de sudor y sangre. Todo su cuerpo bañado en su sangre.
Y en sangre que no era suya.
Sintió que lo alzaban, y luego estaba siendo transportado por dos hombres.
Suiguetsu y Jūgo.
Karin parloteaba al frente, guiandolos por los encrucijados pasillos.
Su cerebro cedió, y pronto no había nada y él solo flotaba en un lugar oscuro. Nada dolía, ni nada importaba.
Un rayo de luz quebró la inmensa y profunda oscuridad.
Luego una mano.
Más tarde, estaba sentado en aquel río, el cielo claro y con el sol brillando en lo alto. Naruto estaba parado a su lado, una sonrisa brillante y su mano extendida hacia él.
Los bordes brumosos le recordaban, simplemente, que esto era un sueño. Naruto no estaba allí, no estaba cerca.
No estaba con él.
Y aunque era por un bien mayor, quería ser egoísta. Quería estar allí y estar con él.
Anhelaba su risa y su voz, su toque cálido y tenue. Su personalidad vivaz, su luz.
Estaba cansado de estar hundido en la oscuridad, y por eso se estaba dejando llevar por esa ilusión.
Lo extrañaba tanto, maldición. Lo quería allí, con él.
Se preguntó, qué haría Naruto si lo viera así de herido y solo.
Quizás, si tenía un poco de suerte, se preocuparía.
Y era miserable, porque solo eso lo hacia sentir feliz y vivo. Las cosquillas y mariposas brotando en su estómago, para fomentar el crecimiento del campo floral que allí estaba naciendo.
Jadeó, sus pulmones ardieron cuando dio una bocanada de aire ahogada. Se sentó, a pesar de que todo le dolía, y de qué todo ardía.
Tosió, porque sus pulmones se lo exigieron, sus ojos tratando de enfocar algo en las penumbras de su habitación.
Se abrazó, porque todo temblaba y no era por dolor físico. Necesitaba recordarse a sí mismo el cuerpo sangrante y muerto de su amigo, de su Naruto, para recordar porqué estaba pasando por todo eso de nuevo.
Tragó saliva, aunque siguió sintiendo la garganta en carne viva. Se levantó, y caminó por todo el cuarto, con extremidades trémulas.
Respiró, una última vez, antes de que su cuerpo se enderezara y su máscara lo acompañara al salir. El mentón en alto y los ojos vacíos.
No respondió a nadie, siguiendo su camino a la salida. Una vez allí, nadie tuvo el valor de negarle algo, porque Orochimaru le permitía todo.
Salió, la luz cegandolo momentáneamente. Nada lo detuvo, y se encargó de ser invisible para todo ser vivo.
Estaba desapareciendo de todo radar.
Recorrió largos kilómetros, sus sentidos centrados en un solo objetivo y-
Su cuerpo tembló súbitamente, sus ojos aguandose y ardiendo.
Se detuvo, y él solo-
Se veía tan bien.
Tan alto, sano y fuerte. Igual de rubio y-
Bien, se había puesto guapo.
Se apoyó contra el tronco, porque estaba débil, porque era débil.
Ahí estaban los otros dos, Kakashi y Sakura, pero el sentimiento de cariño y añoranza era demasiado, quería bajar allí y abrazarse a él.
Lo quería tanto, cercano y cálido, como siempre había sido.
Cerró los ojos, tragándose todo, como estaba acostumbrado a hacer. Y se fue.
Su mente turbulenta, pero aún tenía algo que hacer. Tenía a alguien a quien ver.
Algo bueno de tener una nueva vida, es aprender muchas más cosas, grandes velocidades habían sido alcanzadas ahora.
Llegó en un parpadeo a donde debía.
Y ahí estaba, y nada podía ser tan abrumador como Naruto.
Esperó y esperó, y los siguió durante largo rato.
Hasta que Gai y los demás aparecieron.
E Itachi desapareció, sin opción a réplica.
Ambos pares de ojos chocaron, y hubo una tormenta de sentimientos, todos ocultos.
—Hmm, Sasuke... que peculiar.
El menor ni se estremeció, sus ojos fijos y sin titubeos.
—No quiero cuentos, Itachi. No los necesito.
El mayor frunció el ceño, sus ojos parpadearon en rojo, pero estaba notablemente confundido. Era extraña la actitud del chico, allí había algo extraño.
Era tenso.
Y estaban a la intemperie, pero se sentía como un lugar encerrado. El ambiente caía sobre ellos, ahogandolos.
Sasuke había pensado en lo que estaba por hacer, durante tanto tiempo, que no había dudas en él, pero estaba tan nervioso.
Su hermano mayor... su adorado y odiado hermano mayor estaba frente a él, y no podía evitar el nudo en su garganta.
—Sé la verdad.
Y ese fue el inicio de su cuenta regresiva.
Estaba empezando a dar marcha a su plan, y ahora no había vuelta atrás para los cambios que sufriría su línea temporal.
No había lugar para dudas o pesares, haría lo que debía de hacer, para evitar la muerte de Naruto.
Aún si él mismo debía de morir en el camino.
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Bueno, bienvenid@s a Naruto Shippuden (?
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𝙰𝚕𝚎𝚊 𝚒𝚊𝚌𝚝𝚊 𝚎𝚜𝚝 || NaruSasu.
FanfictionEn la vida se toman muchas decisiones, quizás malas, pero igualmente estas crean el camino de nuestra vida. Quienes seremos depende de lo que decidamos. Sasuke está arrepentido de sus decisiones y, gracias a un error de Jūgo en un jutsu mítico, pued...