Capitulo 8.

1.5K 202 153
                                    

Seokjin abrió los ojos muy despacio. Sintió lagañas en sus pestañas, por lo que froto sus ojos con cuidado. Maldiciendo, por gran dolor de cabeza que tenía, puso la almohada en su cabeza. La luz de día estaba llegando directamente a su rostro y eso lo fastidiaba.

Después de unos minutos, abrió los ojos poco a poco hasta enfocar. Frente a él, vio un buró de caoba, muy bonito, con una lampara y un retrato del fisioterapeuta Jeon Jungkook y (según su laguna mental ebria), a un lado estaba su hermana menor, Jeon Somi.

Sinceramente, Jungkook estaba más bueno ahora...

Seokjin despejo su mente y confundido miró todo a su alrededor. Por supuesto, esa no era su habitación, no era su cama, no era su almohada, no era su buro y no era su foto, porque justo ahí estaban los hermanos Jeon y no la fotografía de sus padres y su perro.

Seokjin hilo la historia de risa que tuvo la noche anterior y ahora recordaba que estaba en la casa de Jungkook. Recordaba cómo habían llegado y en el estado en él que llegaron. Recuerda a una chica en pijama rosa, con una sonrisa tan grande como la del mismo Jungkook. Recuerda abrazos y besos...

Y... Oh, Mein Gott! ¡Eso estaba jodidamente mal!

Intento levantarse, pero sintió dos fuertes manos apresando su cintura. Giro un poco brusco, solo para encontrar un largo cuerpo casi encima de él. Su cabello revuelto, brillante por la luz del sol, de un color fino y esparcido por toda la almohada, la boca abierta del hombre, respirando con fuerza y roncando con suavidad.

Otra vez, era Jungkook por supuesto, solo que esta vez lo abrazaba de cucharita. Para no despertarlo, se colocó nuevamente en su lugar, pero la curiosidad le pego duro después de unos minutos. Se giró con cuidado para ver de frente al hombre, este se removió y lo atrajo más contra él. Su rostro sereno y cara tierna, lo hizo suspirar.

Esto estaba mal, tenía que irse de ahí ahora.

Deshizo el abrazo de Jungkook, lentamente intentado no despertarlo. Se sentó a la orilla de la cama y observo el reloj sobre uno de los muebles. Era casi la una de la tarde. No tenía a nadie en casa esperándolo, pero tenía que marcharse de ahí, porque él nunca se mezclaba con sus aventuras de esta forma.

Busco su ropa por todos lados, pero no encontró rastro de ella. Con el pensamiento de haberla dejado en la sala de la casa, entre el ajetreo con Jungkook la noche anterior, camino hacia la salida, mientras bostezaba perezoso. Estaba a nada de rascarse el trasero, cuando abrió la puerta.

Kim Seokjin siempre estaba listo para todo y todo se esperaba... menos que esa mañana brillante y después de una follada fallida (de nuevo) veinte personas estuvieran frente a él, mientras lo veían salir.

Las personas lo observaron con un rastro de incomodidad en sus rostros, dando una fugaz mirada a sus piernas desnudas. Otros lo miraron con una sonrisa burlona. Y los más pequeños, con una curiosidad infantil y ojos brillosos.

¡Que la Tierra se lo tragara, por favor!

En ese momento, Seokjin sintió que despertaba por completo. No sabia que hacer y regresar a la habitación no era una opción muy viable.

―Oh, Seokjin oppa, despertaste ―Al fin una cara conocida apareció, la bonita Jeon Somi se aproximaba a él con las prendas que buscaba, entre sus manos. Somi olio por última vez la ropa y se la entrego―. Metí tu ropa a la lavadora. La camisa sigue mojada, pero aquí hay una de Jungkookie― Somi sonrió y luego llevo una mano a su frente―. Oh lo siento, que tonta soy...

Un hombre, del tamaño de Seokjin se aproximo a Somi, mirando fijamente a Seokjin con el ceño fruncido. Era un hombre construido, se veía un poco viejo pero su porte era bastante elegante.

Bad guys (JINKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora