Capitulo 10.

1.3K 193 30
                                    

—¡Muy bien! Sostenga el aire en su estómago y daremos el último movimiento de hoy —El fisioterapeuta Jeon Jungkook, giró la pierna de su ultimo paciente del día, era una mujer que habia quedado imposibilitada de las piernas después de un accidente de tráfico. Después de algún tiempo de tratamiento todo habia cambiado, ahora podía caminar con apoyo de un par de muletas. Jungkook se sentía muy satisfecho por su trabajo y por el esfuerzo de su paciente—. ¡Lo logró! Felicidades Hwanie, su recuperación casi está completa.

—¡Oh Jungkook! Hijo, no tengo como agradecerte tu trato, es maravilloso... todo esto ha sido por ti, eres un gran profesional —Jungkook acerco su rostro para obtener un beso en la frente, no era de contacto físico, como la mayoría de las personas en Corea, pero el beso se sintió reconfortante—. También eres un gran chico y muy guapo; la persona que tenga tu corazón debe ser muy afortunada...

—No hay tal persona, pero muchas gracias Hwanie...

—Cuando la encuentres, no dudes en traerla para que la conozca, quiero decirle que se llevó la lotería contigo—Hwanie sonrió, mostrando toda su dentadura.

—Lo haré. Pero quiero que esté completamente recuperada para ese entonces— su paciente sonrió y asintió—. ¡Muy bien! Por hoy ha sido todo Hwanie, la enfermera le ayudara a vestirse —Su compañera enfermera entro y Jungkook le dio una disculpa con la mirada y luego una reverencia—. ¡Por favor!

Ella lo miro, como si le hubiera salido una tercera cabeza, pero entendió de inmediato y lo excuso con una sonrisa. Jungkook suspiró, se sentía un poco harto, a él le gustaba ayudar a sus pacientes por completo e incluso acompañarlos hasta su auto, pero en esos momentos, terminando una terapia tenía que correr para llegar a la siguiente.

Casi corrió por el pasillo, cuando su jefe lo encaro, lo que hizo que se detuviera de forma abrupta.

—¿Te vas, Jungkook-ssi? —dijo de forma seria, desabrochando dos botones de su bata blanca.

—Si señor, tengo una consulta a las orillas de Seul —Dio una reverencia y le sonrió a su jefe lo más sincero que pudo—. Que tenga un buen día.

—Jungkook...—detuvo su paso y enfrento al hombre, que lo miraba con seriedad—. Espero conocer a tu pareja para la fiesta del año nuevo lunar...

Y aquí vamos jodidamente de nuevo...

¿Cómo explicarlo? El tipo lo estaba jalando de los testículos. Con 25 años de matrimonio, la creencia mas grande de su jefe era la familia. Una mierda como "detrás de un hombre o una mujer responsable, debe haber una cariñosa e inteligente persona, que lo amé, guie y ayudé a enfrentar sus miedos".

Vamos, que Jungkook no lo criticaba, porque su jefe no era malo. El señor era bastante amable y mostro apoyo a varios compañeros que presentaron a sus parejas del mismo sexo y por supuesto, a las parejas heterosexuales de sus empleados, los llenó de regalos y buenos comentarios. Jungkook siempre iba con Somi y la presentaba como su hermana y mayor razón, pero su jefe no decía nada y lucia tenso siempre ante él.

Jungkook no lo comprendía. De verdad.

—Uhmm, mi pareja será mi hermana Somi, señor— Jungkook dio una sonrisa de medio lado, un poco irritado, pero tragándose el sentimiento—. Estamos muy agradecidos por la invitación.

—Pensé que tenias una pareja sentimental.

—Discúlpeme señor, pero...

—Se lo que dirás, lamento entrometerme y comentarlo de esta forma, pero sabes mis creencias Jungkook —el señor lo tomo del hombro—. Un hombre enamorado, hace cosas que un hombre soltero no puede entender. Y esas cosas, son las que nosotros los hombres de negocio, valoramos.

Bad guys (JINKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora