GAME OF SURVIVAL // Teen Wolf [02]

22. You better be awake

C a p í t u l o   v e i n t i d ó s
❝SERÁ MEJOR QUE ESTÉS DESPIERTA❞

ﮩ

—Okay, de acuerdo... —subí las mangas de mi abrigo —. Stiles, necesito que le des compresiones de pecho cuando te indique, ¿está bien? —puse ambas manos contra el pecho de la chica mostrando la posición de estas a Stiles —. Vamos, justo así, ¿listo? —oprimí un par de veces y luego le di espacio a él.

     —S-sí, sí —Stiles puso sus manos como le había indicado antes y después me miró.

     —Bien, hazlo ahora —el chico empezó a dar compresiones y sus manos temblaban —. Detente —le indiqué, antes de tomar el rostro de Cora y acomodarlo para proporcionarle respiración boca a boca —. Vamos, vamos. Vamos, Cora... —soplé un par de veces más y luego me dispuse a intentar escuchar sus latidos—. Sigue, Stiles —ordené de nuevo y él obedeció —. Detente —él se detuvo y empecé de nuevo a soplar con cuidado. De nuevo paré, y Stiles lo tomó como señal de seguir con las compresiones.

     —Cora, respira —suplicó el de los lunares mientras oprimía su pecho una y otra vez.

     —Vamos, Cora, respira —pegué mis labios a los de ella una vez más con desesperación. Luego de un momento, Cora abrió los ojos y soltó un enorme jadeo al fin pudiendo tomar aire por su cuenta para después toser. Stiles y yo resoplamos total y completamente aliviados —. Sabes, la próxima vez que ponga mis labios en tu boca será mejor que estés despierta —dejé salir con naturalidad recobrando el aliento. Stiles rió un poco ante mi comentario.

     Estuvimos en silencio por un rato, hasta que externé lo que estaba en mi mente desde hacía varias horas ya.

     —¿Stiles? —él me miró con atención —. Creo... creo quizá ella tiene razón.

     —Solo resiste un poco más, ¿está bien? —sentí su tacto sobre el dorso de mi mano —. Créeme, si alguien va a sacarnos de esto, es Scott... No puedo creer que acabo de decir eso —me dedicó una media sonrisa, no muy seguro de sus propias palabras.

     —Tal vez sí somos demasiado inútiles... quizá de verdad lo único que hacemos es llegar tarde y encontrar los cuerpos —admití.

     —No quiero encontrar el cuerpo de mi padre —dijo él después de un par de segundos, a lo que yo tomé su brazo y lo estrujé un poco con cariño mientras colocaba mi cabeza sobre su hombro.

     —No lo harás... no lo harás —noté una lágrima rodar por sus mejillas y enseguida él la limpió.

     El sonido de pasos sobre el pavimento y gruñidos nos hizo alertarnos. Fue en ese momento en el que pudimos observar a la figura de Ethan y Aiden aún convertida en aquella bestia por las pequeñas ventanas de la ambulancia. Él me indicó que guardara silencio y así lo hice hasta que no pudimos verles ni escucharles más.