Yoongi no podía dormir. Despertaba a cada rato, ya que no podía dejar de pensar en que estaba en un lugar al cual no pertenecía. Tenía que volver a casa, pero no sabía cómo. Tenía varias ideas en mente, pero sólo una era segura: asustar a Jimin.
Él había investigado lo suficiente como para saber que, si la energía se iba del lado de los monstruos, esta podía reactivarse del lado de los humanos si se generaba una gran explosión de energía. Hasta ahora, si bien él había investigado otras posibles opciones, no estaba seguro de que hacer felices o risueños a los humanos fuera a producir electricidad. Aquello no era más que una teoría. No obstante, todavía podía intentarlo.
Si hacía feliz a Jimin, y si su teoría era cierta, existía la posibilidad de que pudiera volver a Monstruópolis.
En silencio, Yoongi pensó durante largos minutos en distintas formas de poder lograr con su objetivo y, cuando llegó a tener una brillante idea, se durmió.
La mañana no tardó nada en llegar. Mucho menos para el mayor, quien había dormido mucho menos. Este se había marchado bien temprano en silencio, haciendo que Jimin ni siquiera notara su ausencia.
Cuando llegó el momento en el que el más chico se levantó, al no haber visto a Yoongi, se alteró un poco. A decir verdad, por más que le hubiera parecido un excelente sujeto, no dejaba de ser un desconocido. La idea de que pudiera ser un ladrón no abandonaba su mente. Por eso, en puntas de pie, se dirigió al comedor para ver si todo estaba en orden. Pero lejos de haber encontrado algo fuera de lugar, encontró el desayuno ya hecho sobre la mesa, y una nota junto a él. La tomó en sus manos y la leyó.
"Jimin, fui a caminar un poco. Volveré más tarde, aunque antes del mediodía. También te preparé el desayuno. Espero que te guste".
Feliz y sorprendido ante el dulce gesto, Jimin probó el desayuno que Yoongi le había preparado. Le había parecido tan delicioso, que no había dejado nada en su plato. Había quedado más que lleno, por lo que aguardó un poco antes de pararse para lavar las cosas que había usado. Cuando por fin decidió hacerlo, llevó todo hacia la cocina y lavó los pocos platos que había ocupado. Luego, ordenó un poco la sala. No había mucho por hacer, pero no le gustaba postergar las tareas de la casa.
En un momento, cuando estuvo a punto de guardar una chaqueta que había olvidado sobre el sillón, escuchó el sonido del timbre. Dejando la prenda en su lugar anterior, se dirigió a la puerta para abrirla, encontrando a Yoongi del otro lado. Instantáneamente le sonrió.
—Buenos días, Yoongi ¿Tuviste un lindo paseo?
—Bastante, diría yo. Todo es muy lindo por aquí.
—¿A qué te refieres? ¿No eres de Busan?
—N--no, yo... yo vengo de otro lugar. No lo conocerías. Es muy pequeño y queda muy lejos. Pero eso no importa ¿Te gustó el desayuno?
—Estaba tan delicioso, que no dejé nada ¿Eres un cocinero profesional o algo así? ¡Deberías abrir tu propio restaurante!
—Ah, exageras... —se sonrojó levemente.
—¡Claro que no! Ven, siéntate. Debes estar cansado.
Jimin se acercó al muchacho para acompañarlo hasta las sillas que rodeaban la mesa en la sala, pero detuvo sus pasos al haber notado que el chico llevaba una caja en sus manos. Lo miró con curiosidad, porque no la había visto antes.
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Make you smile [Yoonmin] ©
FanficCuando de amor se trata, uno es capaz de romper las reglas para poder lograr cuidar y hacer feliz a quien se ama. En un mundo muy diferente del nuestro, con criaturas extrañas y tenebrosas, una de ellas pone todo su esfuerzo en un proyecto que va en...