Capítulo 23: "Creer"

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Muchos pensarían que callar por completo a una multitud de miles y miles de personas sería algo imposible. No obstante, Yoongi fue capaz de hacerlo. Tras haber dicho la verdad, todos los presentes hicieron un profundo y largo silencio. Yoongi, incómodo, carraspeó. Inmediatamente después, volteó a ver a Jimin. Este lo miró a los ojos.

—Yoongi... —dijo desde adentro de la cabina.

—Tranquilo, no pasa nada.

—Min Yoongi —llamó el alcalde—, eso es ridículo.

—¿Por qué?

—Es de público conocimiento que los humanos son tóxicos, y que los adultos hacen daño.

—No lo son. Si me vieron desde un inicio, pudieron ver claramente que tuvimos contacto, pero nada pasó.

Yoongi caminó hacia la cabina, más allá de las advertencias del profesor y el alcalde, abrió la puerta y sacó a Jimin de la mano. Luego, lo acercó a ambas autoridades.

—Jiminnie, por favor, ¿podrías estrechar la mano de los dos?

—Estás loco si crees que le daré la mano a un asqueroso humano, Min Yoongi —gruñó el docente.

—¡Eso es ofensivo para los humanos! —Dio un pisotón en el suelo.

—¿Ofensivo? Tú podrías matarnos en cualquier momento, eres una amenaza para todo nuestro mundo, ¿y piensas que nosotros te estamos atacando?

—Ustedes no tienen idea de nosotros.

—Los estudiamos desde hace siglos.

—Con todo respeto, estudiaron mal. Lo único que lograron deducir es que somos tóxicos, malignos, y que solo generamos energía mediante el miedo. Claramente no es así.

—Yoongi, si tu padre, el Gran Min, supiera de esto... —Sostuvo el puente de su nariz con sus dedos índice y pulgar.

—Lo sabe, profesor. De hecho, Jimin es uno de los niños a quienes él solía asustar.

Todos jadearon, asombrados. El hombre frunció el ceño, mas no dijo nada con el fin de darle el pie a Yoongi para que este diera una explicación.

—Era el día de visitar a papá a su trabajo, y me dejó pasar con él a asustar a un niño. Hasta ese momento, lo único que deseaba en el mundo era ser un asustador, pero me arrepentí en cuanto vi a papá en acción. Cuando asustó a Jimin y lo vi llorar, todo cambió. Nunca me sentí tan triste en mi vida. Me imaginé en su lugar; imaginé cómo me sentiría de estar durmiendo y que un extraño y horrible monstruo me asuste de esa forma, más aun al ser tan pequeño. En cuanto tuve la edad suficiente, trabajé lo más duro que pude para hallarlo de nuevo.

—Por eso preguntabas tanto por cosas tan raras...

—De pequeño, robé el archivo de Jimin, así que tenía su foto y un par de datos sobre su ubicación. Con el conocimiento que fui adquiriendo al pasar los años, pude recrear su puerta, pude dar con su antigua casa y, después, con la actual. También creé estos dispositivos, como también otro más que podía apagar o encender la energía de ambos lados de la puerta. Viví varias semanas con Jimin, y jamás me hizo daño. Es más: fuimos nosotros quienes lo hicimos.

—Yo... pasé muchos años de mi vida con temor a la oscuridad —comenzó a relatar el humano—. Incluso de adulto, podía llegar a llorar si se apagaban las luces o veía un armario. Las secuelas que dejaron esos sustos fueron horribles y casi imposibles de superar. Únicamente pude sanar luego de años de terapia psiquiátrica. Era muy feo y vergonzoso, incluso la gente dejaba de creer en mí o se burlaba, así que generó más de una inseguridad. Y sé que no soy el único en toda la Tierra que pasó o pasa por esto.

Make you smile [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora