Después de un tranquilo y divertido día, Yoongi y Jimin fueron a dormir. Este último no había dejado de mirar al mayor con atención. No solamente había quedado completamente intrigado con la extraña historia del pelinegro, sino también con los nuevos sentimientos de su corazón, que se seguían multiplicando a cada segundo.
—Jiminnie, ¿Tienes otra frazada? Hace frío.
El mencionado parpadeó dos veces ante el dulce apodo, que hizo que sus ojos destellaran y su corazón se acelerara poco a poco.
Y miró sus labios. Realmente quería besarlos de nuevo. Si bien el beso de aquella tarde había sido para sacarse una duda, las había despejado a todas y lo había dejado con ganas de más. Inconscientemente, lamió los suyos y tragó saliva, entrando ligeramente en pánico ante sus propios pensamientos.
—¿Qué estás viendo? ¿Tengo algo en la cara?
Jimin sacudió su cabeza, dándole una respuesta negativa. Luego, en silencio, se paró y abrió su clóset, del cual sacó una frazada para que el otro pudiera cubrirse. Sin embargo, antes de que pudiera dársela, se abrazó a ella y frunció el ceño.
—¿Qué pasa?
—Muchas cosas, a decir verdad.
—¿Cuáles, por ejemplo?
—Quiero que me muestres tu mundo —soltó de repente.
Yoongi se movió en su lugar, todavía sentado en el colchón del suelo. Rascó su cabeza y suspiró. Jimin alzó una ceja.
—¿Qué pasa? ¿Acaso era mentira?
—No, no es mentira.
—No veo ningún problema, entonces —se encogió de hombros— ¿Sabes? Tengo un secreto. Un secreto que ni yo sabía que estaba guardando. Incluso Taehyung lo supo antes que yo. Tengo que decírtelo, pero no lo haré si no me llevas.
—¿Me estás manipulando? ¿Es esta una amenaza o algo así?
—No lo sé, tú dime.
Jimin tomó la frazada con una de sus manos, y extendió su brazo libre para mirar desinteresadamente sus uñas. Yoongi suspiró al haberlo visto. Sabía que era probable que el otro no se detuviera hasta que lo llevara a Monstruópolis.
El joven monstruo se puso de pie, calzó sus pantuflas y caminó hacia su mochila —una que había tomado con sus cosas en una de sus visitas a su mundo—. Seleccionó las prendas que usaría y comenzó a cambiarse. Jimin lo miró, confundido.
Todavía más confundido que antes.
—¿Qué haces?
—¿No querías ir? En cuanto pasemos el portal a mi mundo, saldremos a mi universidad. No quiero que me vean en pijama y pantuflas.
—Buen punto.
Jimin tomó también ropa para ponerse y se cambió. Cuando terminó, miró a Yoongi, tal vez esperando a que este estallara en carcajadas y le dijera que le estaba tomando el pelo. Porque sí, sonaba disparatado e imposible. No obstante, contrario a sus pensamientos, el mayor caminó hacia su clóset y se detuvo frente al mismo sin abrir la puerta.
—Ven aquí.
En cuanto el menor se hubo acercado, Yoongi sacó de su bolsillo dos de los dispositivos que había inventado. Uno de ellos era familiar para Jimin, pues lo había visto el día en que había lavado la ropa del otro muchacho.
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Make you smile [Yoonmin] ©
FanfictionCuando de amor se trata, uno es capaz de romper las reglas para poder lograr cuidar y hacer feliz a quien se ama. En un mundo muy diferente del nuestro, con criaturas extrañas y tenebrosas, una de ellas pone todo su esfuerzo en un proyecto que va en...