Cap. 14

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Me desperté de repente. Un fuerte golpe había sonado en una habitación.

En la habitación Tommy.

Alarmada, fui hasta su puerta, de la cual yo tenía una copia de la llave. Abrí despacio por si el sonido provenía de otro lado, pero no era así. Las luces estaban apagadas, pero al mirar a la cama de Tommy, vi que estaba vacía. Prendí las luces y me paralicé.

Tommy estaba sentado en el rincón de la habitación, con la cara surcada de lágrimas.

-No me lastimes. Por favor, por favor no me lastimes…-decía una y otra vez mirando hacia la nada.

Corrí hacia él y me senté en el suelo. Agarré sus pequeños hombritos y lo moví despacio.

-Thomas…

Pero nada paso.

Luego de unos segundos, comenzó a gritar la misma frase de antes.

-¡Tommy!-grité abrazándolo. Lo tomé en mis brazos y traté de calmarlo. Sus lágrimas mojaban mi remera, pero no me importaba.

Luego de unos segundos, se calmó, me miró con sus hermosos ojitos y me abrazó con fuerza.

-Lyra… quería lastimarme. Quería lastimarme.

-¿Quién, Tommy?

-El hombre de la pistola, él quería lastimarle, igual a como lo hizo con mis padres.

Me congelé. El niño había alucinado (o soñado) con el hombre que mató a sus padres.

-No, pequeñín, nadie quiere lastimarte… Aquí estás bien, nadie va a hacerte daño, ¿sí? Lo juro, Tommy.

Asintió levemente y me abrazó con fuerza y cariño.

Luego de unos segundos abrazados, nos separamos.

-Lyra, ¿puedo dormir contigo hoy?

-Claro que sí, Tommy. Vamos, prepararé un colchón para ti.

Al día siguiente, busqué un momento para contarle Aike lo sucedido.

-Oh Dios, Lyra… ¿Por qué no me avisaste?

-Tommy estaba cansado, ambos lo estábamos.

Miró hacia abajo unos segundos.

-Estoy preocupado, Lyra.

-También yo… no sé qué hacer.

Justo cuando terminé esa frase, Tommy salió de su habitación. Aike se agachó y lo abrazó con fuerza, para luego dejar que el niño me abrace a mí.

-¿Listo?-pregunté con cariño.

Negó con la cabeza lentamente, con la mirada hacia el suelo.

-Vamos Tommy, sólo será un ratito y ya estaremos juntos devuelta. Cualquier cosa que te pase debes decírsela a tu profesor, ¿sí?

Asintió y nos dirigimos a nuestras aulas.

A la hora del almuerzo, Thomas, Aike y yo nos sentamos en la mesa de siempre. Inconscientemente, busqué a Matt con la mirada.

Nuestros ojos se encontraron y me saludó con la mano. Comenzó a caminar hacia mi mesa pero devuelta, Brianna lo agarró de su remera. Vi que él le decía algo y negaba con la cabeza. Se soltó de su agarre y comenzó a caminar hacia donde yo estaba. Brianna lo miró indignada y luego me miró a mí. Bajé la mirada e intenté que no me vea reír.

-¿Puedo sentarme con ustedes?-preguntó al llegar a nuestra mesa.

-Claro-respondí, haciéndole un lugar a mi lado.

Tommy le dirigió una pequeña sonrisa a Aike y éste le guiñó un ojo, pero fingí no haber visto eso.

-Brianna es tan estúpida como decías-dijo riendo.

-Sus amigos también-dijo Tommy.

Charlamos un rato y descubrí que tenía 15 años y que sus padres habían muerto en un accidente de auto. Él había elegido vivir en el orfanato en vez de quedarse con algún miembro de mi familia, y dijo que no se arrepentía de esa decisión.

Mientras hablábamos, descubrí que tenía unos hermosos y atrapantes ojos verdes.

Cuando terminamos de almorzar, nos dirigimos hacia el patio, los cuatro. Pero en el camino, Alice nos interrumpió.

-Disculpen la interrupción… Matthew, necesito hablar contigo.

Parecía bastante nerviosa, y me preocupé un poco. Matt nos miró y dijo que él después nos alcanzaba, para luego ir con Alice.

Fuimos al patio y esperamos, pero Matt no volvía. Tommy y yo estábamos dibujando, y Aike estaba haciendo algo de tarea.

Miré mi reloj y ya habían pasado dos horas.

-Chicos, ya pasó mucho tiempo…

-Tranquila Lyra, tu novio está bien, quizás sólo está comprando el anillo para pedirte matrimonio-bromeó Aike.

Le golpeé el hombro y me levanté.

-Iré a buscarlo, sólo por las dudas.

Aike sonrió y levantó las cejas.

-No seas idiota Aike.-Dije fingiendo estar enojada.

Entré al orfanato y comencé a deambular por los pasillos. Al final de uno de los pasillos más largos, vi a un chico sentado en el suelo, con la cabeza entre las rodillas. Al acercarme, vi que era Matt.

Me arrodillé a su lado.

-¿Necesitas hablar con alguien?-susurré.

Levantó la mirada y miró mis ojos marrones con sus penetrantes y enrojecidos ojos verdes.

-Mis tíos vinieron a buscarme. Quieren que me vaya con ellos. Pero no quiero. Estoy bien aquí. No los necesito.

Me senté a su lado y estuvimos unos minutos en silencio.

-Si te soy sincera, no te entiendo. Yo no tengo más familia, ¿sabes? Quizás ahora no me iría, pero cuando llegué no lo hubiera dudado.

-No quiero irme con ellos. No los necesito, de verdad. Aprecio el gesto, pero no quiero. De verdad que no.-hizo una pausa y agregó-Además tienen una hija pequeña que está obsesionada conmigo.-dijo riendo.

Reí suavemente.

-Sólo piensa en lo que te dije. No es que quiera que te vayas ni nada, pero tienes una familia ahí afuera que espera por ti.

Break Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora