Cap. 20

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Caminé de la mano de Matt hasta mi habitación.

-Mierda, se me fueron las ganas de ir. –dije, quejándome.

-¿No quieres ir a hablar con la Señora Roberts?-preguntó con ternura.

Negué con la cabeza.

-Iré a preparar mi mochila. Deberías hacer lo mismo.

Lo miré fijamente y dudó un poco antes de darme un rápido beso en los labios.

Suspirando, entré a mi habitación. Alimenté a mi ratoncito y preparé la muda de ropa.

Cuando llegamos a la pileta, no podía esperar para meterme al agua. Me sentía muy bien bajo el agua.

Me cambié en los vestidores y me dirigí a la pileta. Tenía dos metros de profundidad en la parte más baja. Me paré en el borde, respiré profundo y salté de clavado.

El agua estaba bastante fría, pero no me importó. Nadé hasta abajo y toqué el suelo, para luego nadar lentamente a la superficie.

Al salir, Matt estaba afuera del agua, mirándome. Se veía bastante raro sin sus anteojos, pero seguía siendo increíblemente lindo. Me sonrió y se metió en el agua conmigo. Me tomó por la cintura y me besó.

-Demasiada emoción-comentó Aike desde el borde. –Por favor Matt, responsabilízate un poco más -dijo fingiendo formalidad.

Matt sonrió y nadó hasta el borde para ir a buscar a Ivanna, que estaba sentada en las gradas y parecía aterrada. Él la miró con cariño y la tomó de las manos.

-¿Tú… tú eres Lyra?-me preguntó una pequeña niña desde el borde.

-Sí, soy yo. Tú debes ser Maddy, ¿verdad? Oh, allá está Brianna- dije tratando de ocultar mi incomodidad. Ambas se sentaron en el borde y me miraron.

-¿Quién primera?-pregunté sonriendo.

Brianna empujó a Maddy de la espalda y la dejó caer al agua. La niña lanzó un pequeño gritito antes de estar sumergida.

Instintivamente, agarré a la niña de debajo de las axilas y la sostuve contra mi cuerpo, dándole leves golpecitos en la espalda.

-¡Brianna! –grité enfadada.

-Ups.-dijo rodando los ojos.

La miré con odio y me dirigí hacia Maddy.

-¿Estás bien, Maddy?- Ella asintió levemente. –Bien, empecemos. Yo te sostendré todo el tiempo, ¿sí? Debes patalear. No tengas miedo, yo estaré aquí.

La niña aprendió rápidamente lo básico y ya podía nadar sola, por lo que decidí empezar con Brianna.

-Brianna, es tu turno.

-No pienso hacerlo.

Salí del agua y me senté a su lado.

-Escucha, sé que no tenemos la mejor relación del mundo, pero me pidieron que te enseñe y es lo que voy a hacer.

-Me gustaría poder ahogarte-dijo entre dientes y me empujó hacia el agua.

Me metí devuelta y la miré.

-Recuerda que yo soy la que sabe nadar aquí, Brianna. Yo podría ahogarte, y créeme que motivos no me faltan. Me hiciste la vida imposible, y a pesar de todo, estoy tratando de hacer algo bueno por ti. ¿Crees que yo te elegí? Ni en un millón de años. Pero estoy poniendo toda mi fuerza de voluntad para no sumergirte en el agua y no dejarte salir nunca, así que por favor deja de hacer estupideces y sumérgete de una vez.

-Ni lo sueñes, rarita.- dijo levantándose. Comenzó a caminar por el

borde de la pileta y fui nadando a su lado. –No voy a meterme, Lyra.

-Brianna, no me lo hagas más difícil.

-No lo haré. –Aceleró el paso y yo bajé el ritmo, resignándome. Justo en ese momento, unos niños pasaron corriendo y la empujaron. Brianna cayó al agua y se golpeó lo cabeza con el borde. Estaba a unos tres metros de mí, los cuales nadé rápidamente. La joven apenas se movía.

-Mierda, Brianna.- dije mientras vi su cuerpo comenzar a hundirse. Respiré hondo y me sumergí. Estaba ya a un metro de profundidad. La tomé de la muñeca y la impulsé hacia arriba, pero su mano se me resbaló. El oxígeno se me estaba acabando, y di un último esfuerzo. Brianna estaba empezando a reaccionar, pero aun así, ella no sabía nadar. Me sumergí un poco más y la agarré con fuerza. La impulsé hacia afuera y ambas inhalamos grandes bocanadas de aire. Nos habíamos alejado varios metros del borde, y mientras ella tosía, yo la llevé hasta donde pudiera agarrarse. Seguía tosiendo cuando salió del agua. Justo en ese momento vino el guardavida y se la llevó adentro. Mi corazón latía a mil por hora. Estaba adentro del agua, paralizada. Justo en ese momento Matt llegó a donde yo estaba.

-Ven Lyra, vamos…- Me agarró de la muñeca y me saco con facilidad de agua.

-Es mi culpa…- Dije, respirando agitadamente, sin pestañear ni una sola vez.

-No, Lyra, claro que no lo es.- Dijo tiernamente apretándome contra su pecho y besando mí coronilla.-No lo es.

-Sí, Matt, es mi culpa, todo es mi maldita culpa.- Dije dejando caer las lágrimas por mi rostro.

Tomó mi rostro y lo levantó para mirar mis ojos. Me miró un momento.

-No puedo creer que te ves hermosa hasta cuando lloras – dijo con el ceño fruncido. Lo miré con una pequeña sonrisa, confundida. –Lo siento, tenía que decirlo. Eres hermosa Lyra. Mierda, lo eres. –Dijo mirando mis ojos, y juntó sus labios con los míos. 

Break Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora