Cap. 21

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Luego de unos minutos, Aike llegó hasta donde estábamos, goteando agua por todas partes.

-¿Qué pasó, Lyra? Brianna no quiso decir nada, a nadie.

Le conté lo sucedido, tratando de calmarme un poco. Sin embargo, al final del relato, estaba llorando devuelta. Aike me abrazó con fuerza y me dijo que todo estaría bien. Apoyé mi mejilla contra la suya y continuamos abrazados unos segundos. Cuando nos separamos, vi algo en la expresión de Matt que era diferente. Lo miré un segundo pero luego volvió a ser el de siempre.

-Vamos a cambiarnos, de todos modos ya nos debemos ir –dijo tomando mi mano, cosa que no hacíamos usualmente. No me molestó, pero me extrañó.

Cuando llegamos a los vestidores de mujeres, me dio un largo beso, cosa que tampoco hacíamos seguido. A pesar de todo lo que habíamos pasado juntos, no éramos novio y novia, ¿verdad?

Decidí ignorar un poco el inusual (pero agradable) comportamiento de Matt y me puse ropa seca. Sequé mi corto cabello y salí con mi mochila en el hombro.

Habíamos ido a las piscinas en varios colectivos, debido a la cantidad de niños que había en el orfanato. No vi ni a Matt ni a Aike, así que me subí a un colectivo al azar. Al entrar, vi que la mayoría eran niños pequeños, pero no me molestó.

-¡Déjame, déjame! ¡Devuélveme mis cosas! –escuché gritar a una niña. Al subir la mirada, pude ver que era Maddy. Unos niños estaban agarrando su bolso y estaban sacando las cosas de su interior, mientras otros le tiraban el pelo o le apretaban las mejillas.

-¡Hey! –grité con voz clara, enojada.

Los niños pararon de molestarla y me miraron.

-No te metas. –Me dijo un niño poniendo cara de enojado. Sin embargo, pude notar que estaba algo nervioso.

-¿Qué no me meta? –pregunté indignada. Estaba a punto de reaccionar pero me contuve. No me iba a convertir en una bully. –Dejen a Maddy en paz. –Dije tratando de mantener la calma. Caminé unos metros y me senté en un asiento que encontré vacío.

A pesar de mi interrupción, luego de unos veinte minutos, los niños volvieron a molestarla.

Me acerqué a ellos devuelta, y me preocupé en mantenerme calmada.

El mismo niño que anteriormente me había hablado me miró con el ceño fruncido.

-¡Vete! –Me gritó, y asestó una patada en mi pierna. Sin  cambiar mi expresión, di un paso hacia a él. Respiré profundo y recordé cómo había actuado mi padre aquella vez, hace años, cuando un niño había estado molestándome.

-¿Cómo te llamas? –pregunté con cariño.

Me miró sorprendido.

-J-James

-Qué lindo nombre -sonreí. –James, ¿por qué molestas a Maddy?

-Porque… porque es divertido.

-Mm, ya veo. Mira James, hay veces que hay cosas que a ti te divierten pero a otras personas no, ¿sabes?-mis ojos se llenaron de lágrimas al recitar las palabras exactas me mi padre había usado. –A ti te divierte molestarla a ella, pero para Maddy y para mí no es lindo, pues a mí también me molestaban. ¿No crees que sería mejor conocerla? Maddy es una gran niña, y estoy segura de que serán grandes amigos.

El niño asintió levemente, me miró y miró a Maddy.

-Lo siento.

No pude evitar sonreír. La miré a Maddy y me acerqué a ella.

-Cualquier cosa me avisas.-susurré en su oído. Sonrió levemente y asintió.

…                                            

Cuando llegamos al Orfanato, ya casi eran las seis de la tarde. Me encerré y comencé a dibujar un poco para relajarme, y luego de un rato me di cuenta de que mi rostro estaba surcado de lágrimas. Unos minutos después, alguien golpeó mi puerta. Me sequé los ojos rápidamente y abrí.

Al verme así, con los ojos hinchados y todavía algo húmedos, Matt me abrazó con ternura. Besó suavemente mis labios y secó las lágrimas que comenzaron a caer devuelta de mis ojos.

-La  Señorita Roberts quiere verte, Lyra. –susurró.

Asentí levemente y lo besé.

-¿Quieres que vaya contigo?- preguntó mirándome a los ojos.

Negué con la cabeza y traté de sonreírle. Tenía un nudo en la garganta. Salí de la habitación y me dirigí a la oficina de Alice, esperando lo peor.

Golpeé la puerta y esperé. Luego de unos segundos la puerta se abrió y la dueña del orfanato me abrazó con fuerza. Le devolví el abrazo, sorprendida.

-Oh, Lyra.

-Alice, te juro que yo no lo hice a propósito, te juro…

-Cariño, está bien, no te llamé para hablar de Brianna. Sé que eres totalmente incapaz de hacer algo así.- Sonrió.

Aliviada, suspiré profundamente.

-Entonces, ¿qué pasa?

-Lyra, quiero que conozcas a… Victor. Él… -suspiró- él será tu tutor de aquí en adelante. Mañana dejas el orfanato, Lyra.-Dijo con los ojos llenos de lágrimas.

Break Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora