Capítulo I

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Es temprano en la mañana, el sol molesta mis ojos, me volteo para ver a Horacio y me doy cuenta de que nuevamente he pasado la noche sola. Esto ya es habitual, más de lo que quisiera; pero son algunos de los gajes del oficio al entrar en la competencia por la Casa Blanca.

Miro el reloj y recuerdo que hoy llegará mi nuevo guardaespaldas. Me doy una ducha rápida y me visto con algo cómodo. En realidad, no quiero parecer muy formal, porque esto no será nada oficial. Bajo las escaleras y ahí está en la sala junto a Horacio y a Stephen; su cabeza de campaña y líder de partido.

- Bueno Mr. Pine, acá está entrando la futura Primera Dama...- Horacio hace un ademán con su mano y mientras yo entro él se coloca de pie para saludarme. Nos saludamos con un breve apretón de manos. Me llevo una gran impresión porque es muy alto y sus ojos...sus ojos son preciosos, pero muy tristes.

- ¡Buenos días, Mr. Pine y bienvenido a nuestro hogar! - hablo tratando de no continuar mirándolo, pero esos ojos me provocan algo que no podría describir.

- ¡Muchas gracias Sra. Fitzgerald! - me respondió, pero no sé si tímidamente o con algo de resguardo.

- Ok Jonathan, es tiempo de que te pongas cómodo y luego planifiquemos todo con respecto a la seguridad de nuestro futuro Presidente y la Primera Dama- Exclamó Stephen levantándose y llevándose al Mr. Pine hacia otra oficina.

Me dirijo a la cocina para servir algo de café, allí estaba Laura; mi asistente. En cuanto me ve entrar se levanta y me entrega una taza de café, el periódico y se sienta junto a mí.

- ¿Te encontraste ya con el Adonis que va a trabajar con nosotros? -

Nos miramos sin decir nada y reímos, ya llévanos trabajando juntas cerca de 5 años, nuestra relación es más de amistad que de jefa a subalterno.

Después de beber un poco de café le sonrío a Laura, toma unas carpetas que tenía frente a ella y me las entrega: - ¡Mira! - era la carpeta con los antecedentes de Mr. Pine, me muestra específicamente algunas notas que se encontraban ahí.

- Mmmm, espía y trabajo como infiltrado...y todo eso además de soldado. ¡Bastante interesante! - ambas nos miramos y volvemos a reír.

- Buenos días, Laura ¡veo que también conociste a Jonathan! - Entra Horacio a la cocina y saluda muy cordialmente.

- ¡Sí y creo que fue muy buena elección! - responde Laura con viveza.

- ¿Elisa ya revisaste la agenda para hoy en la tarde? - me pregunta Horacio, no sin antes cambiar su tono de voz.

- ¡Sí! Debo ir a cortar una cinta en la inauguración de una escuela de teatro juvenil Ya tengo todo listo, soy una chica aplicada. - bebo el último sorbo de café y me voy a mi habitación para preparar mis ropa y repasar mi discurso para la tarde.

Debo colocarme el disfraz de futura Primera Dama. Una falda no muy ajustada a dos dedos de mis rodillas, como la niña buena que alguna vez estudio en una escuela de monjas; una blusa ligera y una chaqueta. Todo en color rosa pálido, lo detesto, pero los asesores de Horacio dicen que ese color emula a Jacki O. Y si queremos conseguir votos debe ser a cualquier costo.

Estamos por salir, en realidad estoy un poco nerviosa porque será mi primera actividad como "La esposa" del candidato. Llega el auto y se estaciona frente a nosotras. Doy un paso para abrir la puerta y una voz ronca y muy masculina me detiene, es Jonathan que se dirige a toda velocidad a abrir mi puerta.

- ¡Gracias Mr. Pine! - De reojo puedo ver que me sonríe. Entro y me acomodo; mientras lo hago hace lo mismo con la puerta contraria para que pueda entrar Laura. Una vez ambas adentro él se sienta al lado de Mark, el chofer.

- ¡Buenas tardes Sra. Fitzgerald! - me dirige el saludo muy amablemente Mark.

- ¡Buenas tardes, Mark! te presento a Jonathan Pine. ¡Él será el encargado de nuestra seguridad! - Ambos hombres se saludan con un apretón de manos.

- Ok Mr. Pine ¡yo sigo sus instrucciones! - Conversando un par de minutos alistando el plan de viaje y salimos en rumbo al centro de la Ciudad.

Durante el camino y por lo que puedo ver Mr. Pine es muy callado y observador. Todo el viaje ha estado en silencio, pero me doy cuenta de que observa todo lo que sucede dentro y fuera del vehículo. Laura trata de hablarme, pero estoy demasiado abstraída observando y casi disfrutando como el hombre trabaja.

Llegamos a lugar, está lleno de gente aclamando por Horacio. Mr. Pine baja y observa todo con detención, levanta su mano derecha cerca de su boca y se comunica con los hombres que estaban apostados en el lugar desde antes.

- ¡Ok, todo listo está bajando la Sra. Fitzgerald! - se dirige a la puerta, mientras que mira inquietamente todo a su alrededor.

Me impresiona que al momento de bajar la gente se vuelve loca gritando. Muchos quieren que me acerque a saludar, pero no puedo ya que Mr. Pine me hace un gesto para que no lo haga y siga con el programa. Así que a la lejanía saludo y entramos al teatro.

Es una ceremonia corta donde escuchamos varios discursos y luego yo doy el mío y procedemos a cortar la cinta. Muchos aplausos y por fin nos retiramos. Al momento de salir nos encontramos con las primeras protestas, lanzan huevos y otras cosas al vehículo. Gracias a Dios Jonathan y Mark estaban con nosotras y controlaron la situación que no pasó de ser algo más que un susto. Verdaderamente me siento extraña y no creo ser capaz de convertirme en la Primera Dama.

Nuevamente veo que Jonathan coloca su mano cerca de su boca. ¿Este tipo podrá hacer algo sin que se vea tan majestuoso?
- ¡Estamos llegando con la Sra. Fitzgerald! -

Se abren las puertas de la casa y entra el vehículo. Se detiene frente a la puerta de entrada allí esta Stephen esperándonos y no con muy buena cara, eso quiere decir que en algo he fallado.

- ¿Por qué no saludaste a la gente que te estaba esperando? - me dice con voz de regaño. Pero antes de poder contestar escucho esa voz tan masculina que suena de detrás mío.

- El perímetro no estaba asegurado. Sus hombres estaban en los techos y solo Mark y yo estábamos con la Sra. Fitzgerald. - mira seriamente a Stephen.

- ¡Para otra vez necesito que me hagas saber con antelación la situación! - Con algo de rabia se voltea y entra a la casa.

- ¡Muchas gracias, Mr. Pine! - Nuevamente el solo me sonríe.

Entro a la casa y subo por las escaleras a mi habitación. Quería relajarme un momento después del susto, pero al entrar veo que esta Horacio enfurecido.

- ¡Es la primera salida que haces en favor a nuestra campaña y casi lo arruinas! ¡Debes ser más cuidadosa! - me grita con rabia.

- ¡Hice lo mejor que pude, era mi primera vez sola y estaba nerviosa! - Trato de acercarme, pero solo recibo una bofetada de vuelta. Siento mi mejilla arder y escurrir un poco de sangre desde mi labio. No es primera vez que Horacio lo hace, pero creí que con esto de la candidatura no volvería a pasar; lamentablemente veo que no será así.

Mr. Pine (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora