Capítulo XVII

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Relata Jonathan

Escuchamos la puerta cerrarse, nos miramos y nos abrazamos; Elisa empieza llorar de inmediato, me abraza cada vez con más fuerza: - ¡Hey Preciosa, me estas dejando sin aire! - le beso en la cabeza, hasta que ella reacciona y me libera. Noto que ella se está secando las lágrimas de sus ojos levanta la vista y pronuncia una frase que rompe por completo mi corazón.

- ¿Mr. Pine, volveré a verlo algún día? - ¿Que hago, mentirle? ¿volver a jugar con ella como lo hice en un comienzo? No quiero dejarla, pero sé que es por su propia seguridad.

Tomo delicadamente su rostro entre mis manos y apoyo mi frente en la de ella: - Tu debes volver a retomar tu vida llena de glamour, bailes de galas, beneficencia; en cambio yo volveré a mi trabajo entre las sombras. - empiezo a besarla en la frente, sobre sus párpados, sus mejillas hasta llegar a sus dulces labios: - Elisa, ¡esta será la última vez que estemos juntos! - siento que mis ojos también se están llenando de lágrimas. Como quisiera cambiar mi vida y lo que soy para poder rearmarla con ella, pero he hecho tantas cosas oscuras que muchos han puesto precio sobre mi cabeza.

Entre lágrimas nos ayudamos mutuamente a quitarnos la ropa, cada prenda significaba un beso. Desabotono su chaqueta y la dejo sobre la mesa, ella desabotona y quita la mía, la lanza lejos. Entre sollozos volvemos a besarnos y quita mi camisa de dentro del pantalón yo solamente quiero seguir para tocarla y volver a hacerla mía por última vez. Caigo en desesperación y nos tiramos sobre la cama; respiró, me levanto desabotono su pantalón y luego bajo el cierre, tomo las presillas desde las caderas y lo bajo muy cuidadosamente, quiero aprovechar cada segundo para observarla, acariciarla y disfrutarla.

Llego al suelo y levanto la vista. Veo que dejó de llorar noto también que se está relamiendo labios, tiro lejos los pantalones me levanto y quito los míos junto con la camisa. Beso desde sus rodillas hasta sus muslos, muerdo su sexo a través del género de su pantaleta de encaje gris.

 Beso desde sus rodillas hasta sus muslos, muerdo su sexo a través del género de su pantaleta de encaje gris

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- ¡Ahhhh, Jonathan! - jala de mi cabello, pero es un dolor tan placentero que no me importa. Ella abre su blusa, mueve el género de su brasier y comienza a jugar con sus pechos, baja una de sus manos la pasa por debajo de su hermosa pantaleta. La tomo desde las caderas y la arranco, veo sus dedos sobre su clítoris y como se mueven; los retiro con suavidad y los cambio por mi lengua, succiono con suavidad en un comienzo, pero al momento de pasarla todo se desborda siento como se humedece para y por mí, siento la necesidad imperiosa de penetrarla. Me levanto para quitar mis boxer y no alcanzo a ver, pero ella se ha levantado conmigo para ayudarme. Termina de sacarse la blusa que ya molestaba y también su brasier, todo va a dar quizás a que parte del cuarto.

Volvemos a lo nuestro ahora es ella la que toma mi miembro, lo sujeta con firmeza que hace que emita un pequeño quejido. Ya está lo bastante duro y erguido para que ella pueda hacer lo que quiera con el. En vez de eso me mira y se levanta, cuando queda a mi altura cruza sus brazos a través de mi cuello y me besa de tal manera que ya nos olvidamos de todo, la llevo suavemente sobre la cama; directamente me coloco en su húmeda entrada y empiezo a moverme sobre ella. Escucho sus gemidos mientras me abraza con sus manos recorre todo mi cuerpo, siento como sus uñas se entierran en mi espalda y mi trasero. Nos besamos, levanto un poco mi torso para poder observarla mientras muevo mis caderas en forma circular.

Relata Elisa

No sabes cómo me siento en estos momentos, hacer el amor con este hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, pero estar haciéndolo ahora y en estas circunstancias es muy doloroso. Trato de dejarme llevar, pero aun así no puedo dejar de pensar en que esta será última vez que estemos juntos.

- ¡Jon....athan Ohhhh! - mi cuerpo ya está sintiendo una corriente eléctrica correr a través de el. Un orgasmo ya se viene y con esos malditos movimientos de cadera conseguirá que me corra en unos segundos.

Trato de abrir los ojos para observarlo, sus ojos están cerrados y los aprieta con fuerza, mientras toma fuerzas y embiste más fuerte, las muecas que hace con su boca son tan excitantes que no puedo aguantar y siento que comenzaré a gritar. - ¡Ahhh, JONA...! - No, no pude ni siquiera completar su nombre y llegó el maravilloso orgasmo que me hizo temblar por completo, vuelvo a mirarlo y veo escapar una sonrisa victoriosa desde su boca.

Ahora es él quien está a punto de correrse puedo verlo en su rostro y sentirlo con sus movimientos, lo abrazó con mis piernas para poder apretar su miembro dentro mío, escucho sus quejidos y son tan excitantes que estoy próxima a tener otro orgasmo junto con él. Las embestidas son fuertes y duras, abro los ojos y él apoya su frente sobre la mía para poder observarse sin parar y cuando está en el momento preciso de correrse logró escuchar entre sus gemidos: - ¡Elisa, quiero que recuerdes que te amo! -

- ¡OHHHHH... OMG! - su respiración está agitada, cae con todo su peso sobre mí, lo único que puedo hacer es abrazarlos, enredar mis brazos en su cuerpo y besarlo. - ¡Jonathan yo también te voy a amar por siempre! -

Después de eso, logramos relajar nuestros cuerpos y nos acomodamos para dormir un poco, Jonathan debía descansar para retomar el viaje en auto y llegar al aeropuerto.

No sé cuánto tiempo ha pasado, solo sé que acabo de despertar y estoy sola en la cama y en su lugar me había dejado una nota. La tomo y la arrugo no quiero que esto siga doliendo así es que me levanto me doy una ducha y guardo la nota sin leer dentro de mi bolso.

Mr. Pine (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora