Capítulo XV

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Acabamos de llegar a un motel; no es lo mejor, pero es lo bastante bajo perfil para poder escondernos.

Tomo un baño mientras Jonathan se tira en la cama a descansar, me da pena verlo así, está agotado, tiene ojeras y sus hermosos ojos no brillan como de costumbre.

Salgo solamente con una toalla alrededor del cuerpo. El aseguró la puerta y ahora esta dormido sobre la cama, busco una manta y lo cubro, me recuesto junto a él ha dejado el televisor encendido, pero es tanto mi cansancio que no me molesta ni la luz ni el sonido, abrazo a Jonathan y también me rindo a los brazos de Morfeo.

Creo que descansamos un par de horas, al despertar estoy sola en la cama, pero escucho que está tomando un baño. Me acomodó hacia un costado y quedó mirando la puerta del baño, esperando a que ese Caballero Inglés se asome solamente con la toalla colgada a su cintura.... pasan unos minutos y gano el premio mayor, sale de baño con sus manos secando su cabello y nada tapando su magnífico cuerpo.

Mi lívido sube a mil con solo verlo. Su miembro a pesar de estar dormido es bastante grande y de verdad lo deseo.

Me siento en la cama mientras el continúa secando su cabello: - ¡Buenos días, Mr. Pine! - creo que lo sorprendí un poco porque se sobresaltó, se dio vuelta con su coqueta sonrisa.

- ¡Creí que dormías...! - mientras se acerca a mí: - Espero no te incomode que yo me encuentre así. - me señala su desnudez.

Solamente puedo sonreír, como me va a incomodar ver a ese hombre, tan exquisito. Me muevo para sentarme bien en la orilla de la cama: - ¿cómo puedes pensar eso? - se coloca entre mis piernas dejando su miembro, empezando a despertar, a la altura de mi boca.

- ¿Desea algo Mr. Pine? - levanto mi vista y él con sus dedos levanta mi mentón.

Me da una de esas sonrisas que sabe me transforman, para responderme: - ¡Creo que eres tú la que desea algo! -

Eso me dio el pie para tomarlo y comenzar a jugar. Lanzo lejos la toalla que sostenía en sus manos y como pudo tomo mi cabello para ayudarme a marcar el ritmo, lo pongo en mi boca y lo succiono con fuerza, sus gemidos comienzan inmediatamente. Mi mano se mueve rápidamente con el fin de que ese monstruo despierte rápido y no solo pueda tenerlo dentro de mi boca.

Lo saco y con mi lengua doy largos paseos desde los testículos hasta la punta donde juego haciendo círculos, vuelvo a levantar mi vista y puedo ver como se muerde los labios y aprieta los ojos ¡sí lo está disfrutando! Pero también quiero hacerlo yo. Dejo de lado su miembro, me levanto y él me mira perplejo; lo beso con desespero inmediatamente su lengua entra en mi boca.

- ¡Vamos Jonathan, quiero que seas muy malo conmigo! - cuando le insinúe esto al oído pude ver una sonrisa maliciosa en su rostro. Me empuja para hacerme caer en la cama; con fuerza abre mis piernas y mete su cabeza entre medio de ellas mordiendo todo lo que encuentra a su paso.

- ¡Me encanta que seas así Jonathan! - pierdo mis dedos dentro de su húmeda cabellera, levanto mis caderas y encorvo mi espalda, estoy a punto de correrme esto es demasiado bueno.

Ahora sube sobre mi dejándome lista para que pueda entrar, pero como un sádico torturador no lo hace y me besa, besa mi cuerpo, juega con mis pezones; siento como la bestia que tiene entre sus piernas palpita creo que también está ansioso por estar dentro de mí. Con una de mis manos aprieto sus glúteos, exquisitos y con la otra busco a ese palpitante miembro para hacerlo entrar de una vez, me golpea la mano y me mira sonriente.

- ¡Cuando yo obtenga lo que quiero, ahí podrás obtener la recompensa! - me guiña un ojo y me derroto a sus pies. Pero yo fui la idiota que le pedí que fuera rudo, aunque me gusta, me gusta mucho.

- ¿Ok y que quieres? - pregunto mientras continuamos besándonos y yo moviendo mis caderas para poder seguir estimulándome.

Se recuesta a un costado y moja dos de sus dedos, recorre con ellos un poco de mi cuerpo y entra duro, trato de tomar su mano, pero no me deja. Medio se coloca sobre mi para con su peso evitar mis movimientos y empieza a masturbarme, entra y sale con sus dedos mientras que con su pulgar masajea en forma circular mi clítoris.

- ¡JONATHAN! - Arqueo mi espalda y sin aviso previo me corro entre sus manos. Ahora sí que saca sus dedos en forma suave y con ellos completamente mojados acaricia mi cuerpo vuelve a besarme y a colocarse sobre mí, levanto mis rodillas para aprisionarlo. Su frente se apoya sobre la mía y su mano libre ubica su pene dentro de mi entrada.

- Elisa, mírame...no cierres los ojos ¡quiero que seas mía por completo! - y empieza a embestir, primero en forma dulce mientras nos miramos y nos besamos.

- ¡Jonathan, .... te amo! - No sé cómo me atreví a decir esto, creo que me avergüenza un poco el que sepa lo que estoy sintiendo, para por unos segundos sus movimientos, pero con su nariz acaricia la mía y me besa, esta vez es tan tierno al hacerlo. Enredamos nuestros dedos y el vuelve a sus movimientos, algo cambio después de que pronuncié esa frase. Espero no sea para mal.

Relata Jonathan.

¿Cuántas posibilidades hay de que estés teniendo una de las mejores folladas de tu vida y te digan que te aman? Me confunde un poco esta situación yo nunca pensé que llegaríamos a esto, solo tenía que seducirla y deshacerme de ella, pero creo que no pude completar mi trabajo porque también comencé a sentir algo y al fin de cuentas eso es una debilidad.

Juego con mi nariz sobre la de ella y la beso, obviamente me sorprendió su declaración, pero después de que todo esto termine ella debe volver a su vida y yo seguiré siendo un mercenario.

Continuo suavemente entrando y saliendo de ella moviendo mis caderas en forma circular; que ya sé que eso le encanta. De a poco mis movimientos se hacen más rápidos y rudos, siento como mi pene se libera al estallar dentro de ella. Busco su cuello, mientras Elisa acaricia mi espalda, estoy agotado quiero quedarme así con ella y pensar que algún día podría formar una familia con ella.

Me acerco a su oído y mientras lo muerdo le digo: - ¡Hermosa, no puedes amarme! Solo te traería sufrimientos y amarguras. -

Me mira con los ojos llenos de lágrimas y me replica: - ¡Yo tampoco busque esto, pero es lo que sucedió! - toma una sábana se cubre sale corriendo al baño y se encierra en él.

- ¡Por favor Elisa, entiéndeme! cuando vuelvas a tu vida yo debo regresar a Londres y seguir con mi vida. -

Desde a dentro del baño ella me grita: - ¿Y por qué no te quedas conmigo, olvidamos todo lo de la política...? - abre la puerta y aun está cubierta con la sábana: - ¿...olvidamos que tu trabajo era asesinarme y empezamos de cero? -

No sé que me pasa en estos momentos, la abrazo y luego tomo su rostro para besarla apoyo mis labios en su frente y no puedo evitar decirle: -¡ Dios, yo también te amo! -

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Capítulo dedicado a mi amiga 

Mr. Pine (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora