Capítulo VIII

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Una gran sensación de tranquilidad me invade, empiezo a abrir mis ojos y me encuentro desnuda en la gran cama de la habitación principal. Miro hacia el costado y veo que Jonathan no está conmigo. Es tal mi regocijo que antes de levantarme y buscarlo me estiro cual gato sobre la cama. Se siente que la chimenea está prendida, porque hay olor a leña quemada además de un olor exquisito olor a chocolate caliente.

A lo lejos veo el suéter de lana que el llevaba puesto. Lo tomo y lo huelo, es increíble como el solo aroma de este hombre me excita, lo coloco sobre mi cuerpo desnudo y me dirijo a buscar a mi Príncipe. La casa es pequeña por lo que no demoro mucho en encontrarlo en la cocina preparando la cena. Esta tan concentrado en lo que hace que no se percata que lo miro desde el umbral de la puerta.

- ¿Qué está preparando Mr. Pine? - se voltea y sonríe.

- Lo que encontré en las bolsas de compras que trajo del pueblo ¡Sra. Fitzgerald! - Me sonríe mientras toma una cuchara y prueba la salsa que estaba en la cacerola.

Me acerco a él e intento probar un poco de lo que hay en las ollas, pero no me lo permite: - Hey, soy muy buen chef... - lo dice mientras me toma de la cintura y baja una de sus manos para apretar mis glúteos y llevarme hacia él: - ¡... ve a vestirte o nunca cenaremos Princesa! - continua apretando mi cuerpo contra el de él.

- ¡Ok, Mr. Pine! - digo esto no sin antes robarle un beso. Me giro y voy hacia la habitación nuevamente, busco algo de ropa e intento comenzar a vestirme cuando Jonathan que venía desde atrás toma mi cintura y comienza a besar mi cuello hasta llegar a mi oído.

- Creo que te estas demorando demasiado y nuestra cena se va a enfriar. - retrocede y toma la ropa. Se sienta al borde de la cama y tira de mí, comienza a levantar el suéter su cara de satisfacción al ver que no tenía ropa interior fue más que excitante. Si hubiera sido un lobo diríamos que pude ver sus colmillos aparecer. Se acerca a mi sexo con su boca y posa su lengua sobre mi clítoris, lo succiona y le da un sutil mordisco. Se levanta termina de sacar el suéter y me ayuda a colocar mi ropa interior. Entre cada capa de ropa los besos se hacen más largos e intensos, pero no vuelve a tocar mi punto sensible.

Relata Jonathan

Flashback, Londres, tres meses atrás.

Flashback, Londres, tres meses atrás

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Tengo que reunirme con un contacto. El Gobierno de Estados Unidos requiere de mis habilidades específicas.

En un café bastante público, pero a la vez la mesa que teníamos apartada era bastante privada. Hay un tipo de unos 70 años leyendo un periódico, sé que es él con solo verlo, me acerco a la mesa y el también, a pesar de no haberme visto nunca sabía que era yo.

- ¡Buenas noches, supe que requieren de mis servicios! - le dije mientras me sentaba y estrechaba su mano.

- ¡Buenas noches, Mr. Pine! Tenemos muy buenos antecedentes suyos, por eso es que lo necesitamos en Estados Unidos - el tipo cerraba el periódico.

Llamo al garzón y pido un expreso. - ¿Que tipos de servicios necesitan? -

- Sabemos sobre todas sus habilidades incluyendo a las que aplicó cuando trabajaba para Roper. -

- ¿Y qué tan específico necesitan que tuvieron que indagar en mis antiguos trabajos? -

- Necesitamos un guardaespaldas para la futura Primera Dama...- se silencia unos segundos y luego continua: - ¡Y algunos servicios adicionales! -

Llega el garzón y me entrega el café. Ambos nos quedamos en silencio, esperando a que se retire para continuar.

Se acerca a mí: - La gente que rodea a nuestro candidato es buena, sobre todo la Sra. Fitzgerald, pero debemos mejorar, asegurar que cuando estén en la Casa Blanca se cumplan todos los tratos que hemos hecho para llegar hasta ahí. Para eso necesitamos que te acerques a su esposa, la seduzca y luego de un tiempo la haga desaparecer. En realidad, ya tenemos a la nueva Primera Dama, la que de verdad necesitamos que llegue a La Casa Blanca, es más ella ya trabaja dentro del círculo de Horacio...-

Tomo el café.

- ¿Entonces necesitan que asesine a la Sra. Fitzgerald? -

- Recurrimos a usted por ser el mejor. Necesitamos su respuesta ahora para afinar los detalles y entregarle la documentación. - Toma su periódico y se retira. Deja la cuenta cancelada y me entrega una tarjeta. -Esperamos su respuesta a más tardar hoy en la noche. -

Fin del flashback.

Elisa es exquisita. Fui contratado por ser el mejor, pero ahora que la conozco no será simplemente un número más en mi lista. Tener su sexo en mi boca y poder hacerla disfrutar solamente con eso, me vuelve loco.

Cada vez se acerca más el momento y me siento peor, creo que no podré hacerlo. Por primera vez en mi carrera, creo que estoy dudando de mis competencias. Ella no tiene culpa de nada, no es como alguna vez me informaron, creo que ella no tiene idea con la gente que se relaciona.

Elisa es una mujer muy fuerte, que sin querer ha pasado por mucho y no quiero ser yo quien la deje sin la oportunidad de disfrutar todo lo que debió tener desde siempre.

Después de ayudarla a vestirse, salí rápidamente, el remordimiento de tener que acabar con ella esta noche no me dejó tomarla de nuevo.

Relata Elisa

Aunque fue algo incómodo lo que sucedió con Jonathan traté de no darle mucho asunto y me vestí lo más rápido que pude. En la cocina estaba nuevamente muy concentrado en la preparación pasé directo al cajón del cubierto y saqué lo necesario para ponerlo en la mesa, así también con un par de copas y servilletas. Coloco el mantel sobre una pequeña mesa que hay en la cocina, logro concentrarme en eso tanto así que no me doy cuenta de que Jonathan me observa, veo que esta algo raro, no sé si está molesto o alterado. Pero no es mi Caballero Inglés de siempre.

Se apoya en la orilla del lavaplatos, tira el paño que tenía en las manos y me dice: - ¡Necesitamos hablar! -

Trato de acercarme para abrazarlo, pero no lo permite y toma mis manos entre las suyas: - ¡Necesito que me escuches Elisa! -

- ¡Durante la cena podemos hablar Jonathan! - En verdad esto me está asustando.

Me acerca a su cuerpo, me abraza y luego posa su frente sobre la mía. -Princesa, necesito confesarte algo. Pero quiero que te quede claro que no debes tener miedo, ¡porque no lo haré! -

Trato de apartarme, pero sus brazos me lo impiden: - ¿Qué estás tratando de decirme Jonathan? ¡En serio me estas asustando! -

Suspira y luego dice: - Princesa, hace tres meses fui contactado por los hombres de Horacio para trabajar contigo, seducirte...- me abraza con más fuerza: - ¡y en el momento indicado hacerte desaparecer! -

Pierdo la fuerza de mis piernas y estoy por caer, pero vuelvo a levantarme y empiezo a golpearlo como loca. - ¿Por qué, por qué? Yo creí en ti Jonathan, ¡confié en ti! - trato de salir de entre sus brazos, miro hacia los lados y encuentro un cuchillo lo tomo rápidamente e intento amenazarlo, pero solo logró cortarme la palma de la mano. En un movimiento rápido Jonathan golpea mi muñeca y me hace botarlo, toma mi mano abre el agua del lavaplatos y la coloca ahí, luego toma un paño y presiona la herida. Se coloca tras de mí y me abraza yo no puedo parar de llorar.

- ¡Elisa, te lo dije! Era mi misión, para eso en verdad fui contratado, pero te juro que no lo haré y me dedicaré a protegerte hasta que salga a la luz la verdad sobre Horacio y toda su gente. - me voltea y me besa como si no hubiera un mañana. - ¡Te protegeré con mi vida si es necesario! -

Mr. Pine (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora