Relata Elisa
Al escuchar esa voz me volvió el alma a cuerpo, mi estómago se llenó de mariposas y no pude evitar sonreír ante tan apuesto hombre. ¡Sí, era Jonathan mi Jonathan Pine!
Miro a Ángela quien asiente con su cabeza, tomo la mano de Jonathan y salgo del auto. Los flashes no se hacen esperar todos se vuelven locos por mi cambio de look. El cierra la puerta del auto y se coloca un par de pasos tras de mí, lo miro por sobre el hombro y me indica que avance, estoy tan nerviosa que no escucho nada quiero llegar luego al hall del hotel para poder voltear y hablar con él.
A duras penas llegamos hasta le entrada, me volteo para saludar a la gente que se había apostado ahí afuera. Jonathan está concentrado observando todo a nuestro alrededor, aunque sabemos que el verdadero peligro estará dentro. Una vez terminados los saludos protocolares logramos entrar no deja que nadie se me acerque y reconozco a un par de los hombres de Ángela que están dentro del hotel como guardias, se acerca a nosotros el encargado de la cena con sus miles de apuntes: -Señora Fitzgerald, ¡nos habían dicho que estaba con descanso médico y no contábamos con su participación esta noche! -
- ¡Sí, fue algo de última hora! Además, es la presentación candidato de mi esposo... ¡no podría faltar! -
- ¡Claro, claro! - revisa sus apuntes: - Aún es temprano, si gusta puede esperar en una de nuestras habitaciones hasta que comience la cena. -
- Muy buena idea, perfecto. ¡Así puedo aprovechar para que mi maquillista me dé un retoque! - tomo la mano del encargado: - ¿Te puedo pedir un favor? No le digas nada al equipo de Horacio, ¡quiero que sea una sorpresa! -
- ¡Por supuesto Sra. Fitzgerald, pasemos por aquí! - Nos guía hasta la recepción y solicita una habitación, me entrega la tarjeta y con Jonathan subimos por los ascensores, durante todo el viaje no pronunciamos palabras. Llegamos a la habitación el abre la puerta y caballerosamente me hace entrar a mi primero, cuando entra y cierra la puerta yo estaba esperándolo lista para besarlo. Él también me abraza y responde mi beso con pasión.
Se separa un poco de mi para apoyar su frente en la mía: - ¡Te ves hermosa! - Me sonríe mientras coloca sus manos a través de mi cintura y las posa sobre mis glúteos.
Aun así, no puedo evitar preguntarle: - ¿Qué haces aquí? -
- ¿No leíste el mensaje? - hablamos mientras seguimos besándonos.
- Claro que sí, pero no creí que desobedecieras así las órdenes de Ángela. - golpean la puerta y nos miramos preocupados. Jonathan retrocede y saca una pequeña arma de entre sus pantalones, me indica que me coloque tras de él. Se abre la puerta y veo que baja el arma, era Ángela que se estaba haciendo pasar por mi maquillista, entra con una sonrisa desbordante y un ciento de maletas de todos tamaños, pero al cerrar la puerta a sus espaldas ya la seriedad vuelve a ser parte de ella.
- ¿Qué diablos estabas pensando al desobedecer mis órdenes y no irte cuando lo indique?... ¡sabes que puedes poner en peligro toda la misión! -
- ¡No iba a dejarte sola contra ellos, y tampoco iba a dejarla sola a ella! - me señala con la mano: - ¡Se lo prometí! -
Ángela respira aún algo exaltada: - Ahora debemos bajar lo antes posible, los invitados ya están ingresando al salón y ya debe de haber llegado a los oídos de Horacio que estas aquí. -
- Debemos mantenernos en movimiento, ¡vamos por el ascensor de servicio! - dice Jonathan tomando mi mano.
- ¡No! - Grita Angela: -Esta vez harás lo que yo te diga y lo del ascensor de servicio será lo que ellos esperan que hagamos. Vamos por las escaleras, siempre debes estar muy visible Elisa ¡así evitaremos que se te acerquen! - Jonathan se asoma por la puerta, salimos en forma rauda hacia las escaleras.
Bajamos los dos pisos necesarios, Ángela a mi lado y Jonathan tras las dos, cuando aparecemos nuevamente todas las cámaras se enfocan en mí, pero ahora estaba Horacio junto a Laura recibiendo a los invitados. Ella al verme queda con la boca abierta y le señala a Horacio que me mire, éste lo hace y también queda impresionado, tanto que suelta a Laura y se dirige hacia mí ni siquiera presta atención Pine.
- ¡Te ves, te ves...! - trata de acercarse, pero Ángela se lo impide.
- ¡Será mejor que no se acerque Sr. Fitzgerald, puede arruinar el vestido o el maquillaje! - y le da un pequeño golpe sobre la mano con la maleta más pequeña.
Laura había corrido a donde estaba Stephen para comentarle sobre nuestra presencia: - ¿Qué está junto con Pine? - camina rápidamente hacia a donde esta Horacio embobado con Elisa.
Entra con aspecto feliz a donde estábamos nosotros: - ¡Elisa, no nos avisaste que vendrías y junto a tu guardaespaldas, Mr. Pine! -
Lo miro de reojo, sin quitar la vista de Horacio: - ¿Y cómo iba a faltar a la presentación de mi esposo? ¡Eso no sería lo correcto! - le sonrío en forma burlona: - ¡Además debo dar el discurso de presentación! -
- ¡No te preocupes que eso lo haré yo! como su asistente de confianza. - dice Laura, mientras también se acerca a la escena.
- ¡Muchas gracias por tu tiempo y dedicación Laura, pero ya estoy aquí y ocuparé el lugar que me corresponde! - trato de caminar, pero Laura se interpone en mi camino, a lo que el mismo Horacio la toma desde los hombros y la retira: - ¡Deja que la futura Primera Dama entre al Salón conmigo! - me ofrece el brazo, miro con disimulo a Ángela y ella me indica que lo siga. Horacio pretende que lo tome del brazo para hacer nuestra aparición oficial dentro del salón, pero solo lo miro y comienzo a caminar.
Relata Jonathan
No puedo negar que me ponen de extremadamente celoso las actitudes de Horacio hacia ella, pero es que de verdad se ve hermosa con ese vestido rojo y esa nuevo color y corte de cabello. El idiota de Horacio al parecer también ha quedado embobado con ella y se olvida de Laura por un momento. Ambos son recibidos con una enorme ovación y son dirigidos a su mesa, Elisa debe sentarse junto a Michelle Obama, quien enseguida se le acerca para saludarla y hablarle al oído: - ¡Escuché muchas cosas, pero de verdad que el descanso te sentó de maravilla! -
- ¡Muchas gracias, Michelle! ¡Y sí me sentó excelente! - ambas ríen tomándose las manos: - ¡Además tuve algunas ideas de las cuales quiero hablar contigo en cuanto tengas tiempo para recibirme! -
Veo que la Sra. Obama mira hacia atrás, y ambas me observan: - Si llevas a tu guardaespaldas, ¡te recibo cuando desees! -
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Mr. Pine (Terminada)
FanfictionSoy Elisa, la abnegada y fiel esposa del Senador Horacio Fitzgerald. ¿Les hace eco ese apellido? pues sí es un sobrino algo lejano del mismísimo JFK; y según el partido es el indicado para ser el próximo Presidente de la nación. Como ya se hicie...