Capítulo V

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Relata Elisa

Sus manos son tan suaves que tan solo su rose me excita aún más, siento que sus dedos me queman cuando me tocan. La sensación es fantástica.

Jonathan se levanta rápidamente y asegura la puerta. Mi respiración es cada vez más agitada, observo sus varoniles movimientos, como se quita la chaqueta y la coloca sobre el respaldo de la silla y de un tirón su corbata sale volando hacia un rincón de la habitación.

Me tiende su mano, pero no lo hace con la intención de que me levante sino más bien lo hace para recibir mi aprobación, para lo que sucederá.

Toma posición de pie entre mis piernas levanto mi vista y no puedo evitar morder mis labios. Se agacha un poco y por fin me besa, es un beso caliente lleno deseo y pasión. Empieza a empujarme hasta recostarse sobre mí.

- ¡Jonathan, no tenemos mucho tiempo! - logro decir mientras continuamos con el candente beso que creo me va a quitar el alma.

Me mira con sus maravillosos ojos color cielo y me responde mientras juega con nuestras narices: - ¡No te preocupes, que haremos que sea el suficiente! -

Mete su mano debajo de la falda de mi vestido y mis gemidos no se hacen esperar. Posa toda su hombría sobre mi entrepierna, mis piernas se cruzan sobre sus caderas. Necesito que me haga suya.

Relata Jonathan.

Como deseo poseerla en estos momentos y reclamar como mío lo que otro ha desperdiciado.

Me apoyo totalmente sobre ella, mi pene comienza a palpitar al sentir el vaivén entre sus piernas.

- ¡Uhhhh! - Muerdo su cuello con suavidad, no queremos que la esposa del candidato aparezca poco presentable en público.

Levanto la falda y queda su ropa interior. No pretendo moverla porque haremos que esto se ponga aún más interesante.

Desabotono completamente el vestido, es una vista maravillosa, esa ropa interior a juego con su vestido. Me pongo celoso al ver como los detalles de su corpiño rosan sus pechos, la delicadeza de cada uno de los detalles y puedo ver que su pantaleta también está al juego.

Me levanto, tomo sus piernas y las halo hacia la orilla. Ella mantiene sus ojos cerrados y está tratando de evitar mayores ruidos mordiendo sus dedos.

Antes de tomar posición para comenzar mi labor, me acerco a su oído. -¡Princesa quiero escucharte gemir con lo que viene! - Ella abre sus ojos y me mira un poco asustada, pero aun así me deja continuar con el juego.

Bajo y me arrodillo nuevamente frente a ella quito la pantaleta con la mayor delicadeza posible, puedo notar que ya está húmeda. Pongo ambas manos sobre sus rodillas y subo suavemente produciendo electricidad en su piel. Beso el interior de ambos muslos coloco mis manos en sus caderas, puedo sentir como su respiración se agita cada vez más. Con mi mano derecha abro sus labios y paso mi lengua por todo su sexo, la escucho gemir, que sonido más placentero. Sus dedos están entre mis cabellos y tratan de indicarme el camino a seguir. Ahora succiono su clítoris, es suave, dulce y puedo sentir como palpita.

Subo y desabrocho mi pantalón, mis boxer están que revientan, pero no voy a sacar mi miembro de ahí.... A no ser que sea estrictamente necesario.

Relata Elisa

Ya no resisto tener a Jonathan así entre mis piernas. Cuando pasa su lengua por mi sexo me desespera, quiero gritar, pero no puedo. Mi clítoris está disfrutando más que yo los afectos que le son entregados. Una exquisita corriente eléctrica recorre mi espalda y me hace arrugar las sábanas.

Cuando aprieta su miembro sobre mi sexo, ya no creo poder estar más húmeda y comienzo a gritar su nombre: - ¡Jonathan, Jonathan! -

Se acerca a mi oído y me hace una pequeña y picara revelación: - ¡Me gustó más como sonaba mi nombre cuando estabas dentro de la tina! - Lo miro con un poco de sorpresa pero me sonríe y vuelvo a olvidar todo. Bajo mis manos y trato de meterlas dentro de su boxer pero él me lo impide, no sé que es lo que pretende, pero si es volverme loca lo está logrando.

Sin necesidad de quitar sus boxer empieza a dar embestidas. Maldito Caballero Inglés que me vuelve loca. No puedo contenerme más y me corro sin previo aviso, Jonathan me observa y acaricia mi rostro yo continúo haciéndole cariño en su espalda.

- ¡Espero no volver a escuchar mi nombre estando tu sola, sino me veré en la obligación de meterme entre tus piernas para que lo grites de verdad! - me guiñe el ojo, vuelve a besarme y mientras lo hace nos levantamos. Mi vestido cae y tapa todas mis partes pudendas. Jonathan mira hacia un lado y ve mi pantaleta, la toma y la guarda en su bolsillo. -¡Este será mi premio por hoy! - me da un beso corto y rápidamente desaparece de la habitación.

Corro hacia el baño, debo arreglarme para el almuerzo. Me miro al espejo y trato de entender qué diablos ha pasado, sólo recordarlo me hace sonreír como idiota. Tengo miles de ideas en mi cabeza y puedo asegurar que en todas tengo a Pine entre mis piernas.

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Sorry chicas, capítulo cortito pero espero que les guste. Especialmente dedicado a 

Mr. Pine (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora