Capítulo III

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Relata Elisa.

Despierto durante la madrugada y me doy cuenta de que Jonathan ha pasado la noche en mi cuarto. Cuando a ese hombre le dijeron que su trabajo era supervisar mi seguridad se lo tomó muy a pecho.

Esta sentado en una esquina de la habitación, no creo que este durmiendo, pero tampoco creo que se haya dado cuenta de que lo observo a través del espejo.

Me siento algo extraña con él aquí, pero hace tanto tiempo que no siento a un hombre observarme con tal detención que el solo hecho de tenerlo dentro de mi cuarto me esta excitando.

Me muevo un poco y ahí me doy cuenta de que no está dormido que continúa observándome. - ¿Mr. Pine, pretende pasar aquí toda la noche? - Se había sacado el saco, la corbata y ambos los había dejado ordenadamente sobre el buró.

Con la mejor sonrisa de sus labios me responde: - ¿No habíamos quedado en llamarnos por nuestros nombres de pila, mientras no estuviéramos en público? -

Con Horacio no hemos intimado hace más de 6 meses, aunque se la relación que mantiene con Laura hace mucho. Con toda la tensión de la campaña no he tenido necesidad de acercarme a él, pero en realidad ya ni siquiera me gustaría tenerlo cerca, entre sus engaños y los golpes no creo que pueda volver a acostarme con él, siendo sincera creo que mis hormonas habían estado demasiado tranquilas, pero al ver a Jonathan tan sexy sonriéndome desde la esquina no creo que pueda aguantar mucho más.

- Jonathan, ¿vas a pasar toda la noche sentado observándome dormir? -

- Si es necesario...- comienza a acercarse hacia la cama: - ¡y es por tu seguridad! -

Se sienta frente a mi sobre la cama.

- ¿Sabes cuanto se va a demorar tu esposo y su comitiva? -

- Conociendo su rutina ¡no llegaran esta noche! -

Me tiende su mano para que yo la tome con la mía, lo hago y él me da un tirón con el que rápidamente llego hasta sus piernas. Para este momento no solo mis hormonas están dando vueltas por todos lados, el calor de mi entrepierna está empezando a molestarme y creo que Mr. Pine tiene la solución que necesito.

Me siento sobre sus piernas y nos quedamos mirando fijamente a los ojos, me besa con mucho sentimiento y luego lleva sus manos hacia mis muslos para acariciarlos. Cuanto echaba de menos esas caricias y esos detalles. Cuando sus manos empiezan a subir mi camisón escuchamos un ruido proveniente desde el pasillo, en forma casi automática salto desde su falda y me dirijo al baño, él también se levanta y toma sus cosas desde el buró, tratando de tapar su erección.

Sin golpear entra Laura, se sorprende al ver a Jonathan, pero no le da mayor importancia. Él aprovecha el momento para retirarse.

- Elisa, ¿qué hacía Mr. Pine en tu cuarto? ¡Tú sabes que si Horacio se entera no le gustará mucho! - me lo dice gritando desde el otro lado de la puerta del baño.

Por primera vez en todos estos meses la enfrento. - ¡Me estaba acompañando después de las caricias de Horacio! - salgo del baño y me pongo frente a ella. - ¿Además quién va a decirle? No creo que tú, porque si lo haces yo puedo filtrar a la prensa las fotografías que tengo tuyas con Horacio y Stephen en la cama. - me doy vuelta, jamás creí que podría decir lo que dije pero en realidad no se de a donde salió el valor para hacerlo.

- ¡No te pongas a la defensiva, tú sabes que no tienes nada en mi contra! -

Me volteo para continuar con el enfrentamiento: - ¿Quieres ponerme a prueba? -

Relata Jonathan.

Me quedo escuchando al lado de la puerta, ojalá que Laura no sospeche nada de lo que estuvo a punto de suceder aquí o lo más probable es que ponga en peligro a Elisa.

Me quedo en silencio y escucho la discusión de ambas mujeres, me sorprende escuchar a Elisa como enfrenta a Laura, creo que ha despertado una pequeña bestia.

Al parecer Anastasia tiene toda la razón y Elisa no es tan dulce e inocente como aparenta.

Relata Elisa.

- Mañana en la mañana quiero que pongas tu renuncia sobre el escritorio de Stephen. Si ellos quieren pueden reasignarte a donde quieran, ¡pero ya no quiero a la amante de mi marido trabajando conmigo! -

- ¿Estas loca si crees que lo van a aceptar? Ni en tus mejores sueños me dejaran estar lejos de ti vigilando, para que no hagas las estupideces de siempre. -

Me acerco a ella con autoridad. - ¡Vuelve a dirigirte a mí de esa manera y te prometo que no volverás a tener un empleo decente en este país! - trato de relajarme y retrocedo un poco.

- ¡Ahora puedes retirarte! - le señaló la puerta.

- ¿Quién te crees para tratarme así? -

- ¡ ...Soy la ESPOSA del hombre que solamente te tiene como su amante! - ahora le abro la puerta.

Sale y se va maldiciendo por todo el pasillo. Estoy totalmente excitada por lo sucedido, jamás me hubiera atrevido a hablarle así a Laura. Espero unos segundos y observo el pasillo Jonathan ha desaparecido.

Mr. Pine (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora