Cap. 20 Antes del ahora.

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Holaaaaaaa! aquí esta el fial finalmente.

Devil y King Dice regresaron despues de unas semanas para supervisar la reconstrucción del Casino. Devil agregando o quitando pasillos, corredores y habitaciones. El diablo en verdad quería agrandar el Casino, estaba siendo ambicioso, se sentía imparable; hasta ahora lo es.
King Dice por su parte se encargo de la decoración, de los juegos que se comprarían y de la contratación del personal (ya que Devil no se midió en absoluto cuando destruyó el Casino).
Hasta donde King Dice sabé el unico que se salvo fue Walter, pero no ha sabido nada más de él y la verdad no le importa mucho.
Despues de tanta traición esta listo para dejar de ser tan pícaro...solo un poquito, al final del día la coquetería es parte de su encanto.

El equipo de construcción trabajaba, la administración estaba termina y las citas estaban programadas, King Dice se escapo un momemto hasta las oficinas, que afortunadamente ya estaban listas y equipadas; llendo directamente a la que tiene su nombre y una corona. Se relajó en su silla  mientras bebía un tragó, estaba emocionado de regresar al trabajó y de algun modo sabía que sería diferente, la excitación de como seria su trabajo ahora que Devil y Dice son pareja era embriagador aunque en realidad no lo han hablado, simplemente el tema no se a prestado a conversar. Por amor a todo, aun parese mentira que este en una relación con Devil, esto era irreal o una farsa; pero aun cuando pensaba estas cosas tan pesimistas, Dice estaba tan tranquilo, tan alegre....estaba feliz. Una sonrisa boba llegó a su rostro, no es que no pudiera evitarlo, si no, que símplemente ahora mismo no quiere ocultar su alegría. 

Al termimar su trago se dispuso a dejar su momento de tranquilidad para regresar al trabajó. Habrio la puerta para atrapar infragante como su Devil estaba por tocar la puerta.

King Dice- Jefe! Estaba por regresar a- Fue interrumpido por Devil.
Devil- Tu mano.
No dio mas explicaciones, pero Dice realmente no necesitaba una razon para tomar esa mano peluda, miro a Devil y pudo notar el nerviosismo momentáneo de su jefe. Dice fue sujetado por su cintura en un abrazo acogedor...tal ves sea que esta viendo todo con ése lente color rosa de enamorado, pero parecía que Devil también es felíz. Sí le ha gritado a muchos empleados, sí han discutido entre ellos, sí lo ha visto prenderse en fuego cuando se desquicia; pero sorprendentemente todo ese disgusto, enojo o berrinche se vuelve rápidamente en algo lejano, lo ha notado sin duda...feliz.

Devil empezó a besar su cuello. Entre mimos lo arrastró de regreso a la cilla del gerente; sentándose y sentando a  Dice en sus piernas dejandolo de espalda a él.

Dice descubrió que Devil es más mimoso de lo que habria imaginado, ocasionalmente adorable, Dice a guardado cada momento en su corazón asesorandolos. Regresando los mimos con mucho amor.
Seguían en el asiento, solo disfrutando de su compañía, Dice se acomodo mejor para recargarse en el pecho de Devil. Casi se queda dormido en el regazo del diablo, pero sintió unas manos traviesas masando sus brazos, pasando a su pecho esquivando su sacó, tocando sobre su camisa. Otro par de manos acariciando sus pantorrillas, subiendo a sus muslos.
Dice si bien estaba sonrojado no iba a negarse a ese posible encuentro; inclinando la cabeza para besar el cuello de Devil hasta donde alcanzará, pasando sus manos por los paralelos del abdomen de Devil, meciendo sus caderas, provocando al demonio. Cada rose y caricia tan delicioso, intenso, seductoramente adictivo.

King Dice- Devil...vamos a-

Unos golpesitos sonaron en la puerta. Ninguno de los dos estaban preocupados, solo disgustados por ser interrumpidos, Devil lo demostró sujetando a Dice posesivamente.

King Dice- Solo sera un momento.

Dice besó la mejilla de Devil y bajó de su regazo solo para ser jalado del brazo, esta vez quedando de frente a su pareja. Devil le dio un beso en los labios, sin mucha ternura, un beso caliente y demandante. Se separaron sin ningun deseó de hacerlo, pero había que trabajar. Dice solo pensaba en despachar a quien los interrumpió lo antes posble para continuar. Puso la cara mas lúcida que pudo y se arregló un poco el traje.

Eres más que el sirvienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora