ESPECIAL NAVIDEÑO.

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Aike.

La navidad nunca había sido mi festividad favorita, en realidad prefería Año Nuevo. Mis navidades se resumían a escuchar a mi padre hablar sobre como esa fecha es una excusa para gastar y mi madre quejándose por hacer la cena navideña.

Aunque había algo que amaba hacer ese día tras la cena, y era ver películas navideñas o ver los especiales de mis series en emisión mientras comía en mi habitación y observaba las luces con las que decoraban los vecinos. No solía pasarla con amigos pero me divertía a mi manera.

Hoy tenía la ilusión de que sería diferente pero el jefe se excusó diciendo que ninguno de nosotros creía en un dios barbudo y el agradable 25 estaríamos en servicio para atender a los universitarios deprimidos.

Y la suerte nunca estaba de mi lado aunque Santa quisiera.

—¿Por qué todos se vistieron tan genial y yo soy el Grinch? —Me quejé con tristeza, sacudiendo mis manos verdes frente al jefe.

Él se había vestido de reno pero su nariz brillante era más parecida a la de Pinocho en busca de dinero. Mi rostro se veía horrible con el maquillaje mal aplicado.

—Uno de los clientes me lo pidió. —Contestó, señalándome la puerta para indicarme que saliera deprisa.

—Pero habíamos acordado que me vestiría de Santa por ser el... —Volvió a hacerme señas para silenciarme.

Quería vestirme del hombre panzón...

Acomodé las greñas verdes que salían del gorro navideño antes de dejar su oficina. Las canciones navideñas para ambientar sonaban fuertemente aunque no reconocí varias de ellas. El lugar poco a poco comenzaba a llenarse en espera por la presentación de Faded Song.

Me dirigí a la cocina para llevar pedidos a la mesa. Anhelaba vestir igual que Sade o Aleshka, quienes tan solo llevaban puestos gorros y no hacían el ridículo.

Mirt servía bebidas y escuchaba a los clientes con un gran traje de bola blanca, representando una bola de nieve de bajo presupuesto, pero su sonrisa irradiaba desinterés en su vestimenta. Por otro lado las chicas vestían de viejos barbudos y yo era la única de verde.

A excepción de Luna quién llevaba un saco brillante y en su cabeza una estrella, mientras que Rapunzel parecía estar vestido de un diablo. Dijeron que era "el mal ocultando la Estrella de los reyes magos", así que el jefe lo aceptó porque no le costó dinero.

—¿Necesitas ayuda, niño bonito? —Nath se apartó de la barra junto a las chicas vestidas de reno, hablándome sin parar y sin notar las vueltas que daba mi corazón.

No le di respuesta solo un par de señas para que se silenciara y me dejara tomar órdenes en la mesa más cercana. Esperó a que los clientes me dieran las órdenes para volver a hablarme en mi camino a la cocina.

—¿Tu jefe me dejaría tomar órdenes? Le saldrá gratis y necesitan ayuda. —Sacudió su cabeza para que sus ojeras de perrito se movieran también.

Nath Enka era el cliente que pidió mi vestimenta del Grinch. ¿La razón? Supongo que él quería ser el perro que me acompaña.

No comprendo porque Nath quiere estar tan cerca de mí.

—Cliente, por favor, estoy ocupado en estos momentos. ¿No pasa la navidad sin su familia? Debería ir a casa en lugar de estar aquí, aún es temprano. —Fui brusca con mi tono antes de ingresar a la cocina.

Su rostro me sonrió avergonzado y sólo me sentí peor por tratarlo así. Era complicado para mí tratar a alguien que me gustaba. Solía ser ruda y no cuidaba mis palabras debido a que no me gustaba mostrar un trato especial con alguien que no me correspondía.

Faded Song. {FINALIZADO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora