¿Realmente solo somos amigos?

Te quiero a ti

Punto de vista de Diane

Después de esa pequeña plática con Harlequin no sabía como, pero había logrado que de una tristeza me volviese a sentir con una alegría inmensa, y todo con sus palabras y aquel suave beso que me propinó con dulzura. No podía más el estar junto a él y a la vez no, quiero que el sea con quien despierte a mi lado cada mañana.

Luego de un rato de camino llegamos a la playa, esta era nuestra primer parada en esta cita. El agua azul, la arena blanca, la brisa fresca, el sonido de las olas partiéndose entre las rocas, todo eso me traía una paz interior y más al tenerlo a él a mi lado.

-¿Te gustaría caminar un momento por la orilla del mar?- me pregunto con una sonrisa, a lo cuál yo asentí sin dudarlo dos veces -Entonces vamos- ante eso él se arrodillo para comenzar a quitarse sus zapatos y calcetines.

Yo imite su acción, así fue como comenzó una pequeña caminata por la orilla con nuestros pies dentro del agua , todo estaba siendo muy lindo y romántico, pero todo esto mejoro cuando el sin previo aviso tomo mi mano, yo miré rápidamente nuestro agarre y luego a él, en eso el solo me mostró una pequeña pero muy linda sonrisa mientras seguía aferrando un poco más su agarre el cual yo correspondí.
Luego de unos minutos caminando pare de golpe, a lo que él imitó mi acción para luego mirarme.

-¿Qué pasa?- preguntó algo confundido.

-Te propongo algo...- comenté sonriendo, él solamente me miró con algo de confusión ante eso -Si me logras atrapar te daré un premio- eso fue suficiente para que sonriera.

-Esta bien, acepto- y sin más comencé a correr -¡ESO ES TRAMPA!- escuché su gritó algo sorprendido antes de que él comenzará a correr.

Yo corrí y corrí como si no hubiese un mañana, no le pondría fácil el ganarme en esto, hasta que, en un momento que giré para mirar donde se encontraba, estaba a escasos centímetros de mí, haciendo que tropezáramos cayendo yo así en la arena, mientras que él se encontraba encima mió sostenido de sus brazos, este ángulo me hacía verlo detenidamente cada detalle de él, parecía un ángel aún con el sudor que recorría su rostro, su respiración agitada y sus mejillas sonrojadas por el esfuerzo, llegó un punto donde nuestros ojos se encontraron unos con el otros, sabía que ambos lo deseábamos pero él no se atrevería, así fue como con mis brazos rodee su cuello abrazándolo por la nuca, para finalmente adueñarme de sus labios nuevamente, él correspondía suavemente, era la gloria como nos encontrábamos, hasta que después de un largo besó nos separamos, ahora nuestra respiración estaba peor que antes de comenzar ese besó.

-Pues la final me atrapaste tu a mi- comentó de repente con su respiración agitada mientras sonreía con dulzura.

-Puede ser... pero también me atrapaste tú a mí entre tus brazos- dije acariciando su cabellera aun con mi agarre.

En eso él me hizo ponerme de pie pero yo aun no lo quería soltar, así que, una vez de pie lo volví a abrazar de su cuello -Solo espero mi premio- en su rostro se formo una tierna sonrisa y un pequeño brillo en los ojos.

-Por lo que veo el besó no fue un premio para ti ¿eh?- sus rostro se torno algo sonrojado y su mirada algo apenada, yo me acerque a su oído para susurrarle -Pues si te parece bien, mi madre no estará esta noche...- y sin más mordí un poco su oreja.

Al estar tan cerca de él note que acelero un poco su pulsación, su temperatura también elevó un poco y su cuerpo comenzó a temblar -Dia... Diane...- apenas podía formular mi nombre.