★彡 𝑵𝒆𝒌𝒐 𝑪𝒐𝒓𝒑𝒐𝒓𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏 ; 𝑳𝒆𝒆𝒐𝒏 彡★

Capítulo 32

—Y me fui de allí. 

Geonhak terminó de explicarle la situación a su madre, él variaba mucho sus expresiones mientras narraba, aunque para Gayoon ya era común ver todas las muecas provenientes de su hijo. Geonhak no se dejaba doblegar por nadie o al menos por nadie que no tuviera un par de orejas de gato, una cola, cuerpo de niño y que responda al nombre de Dongju. 

—O sea que hasta te pudieron matar por enfrentarte de esa forma a ese señor ¿Me estás hablando en serio, Kim Geonhak?

—Sí, mamá, pero ¡Vamos! Estar en peligro ya es algo que me pasa todos los días. 

Dejando que su madre se tomara el tiempo para procesar absolutamente todo lo que le había contado, Geonhak se giró sobre su lugar y admiró como su pequeño jugaba con Yoorim y Serim. 

Después de dos largas noches en las que Geonhak no logró pegar un ojo, imaginando que quizás muy pronto el idiota ese de Minhyun le caería con una sorpresa, decidió que lo mejor era alejarse de su casa de playa, ahora que Jiyoon conocía su ubicación.

De acuerdo, era un completo idiota por haber dejado que esa mujer conociera el lugar sin antes tener una conversación profunda con Minhyun, pero ya estaba pagando por su idiotez. Ahora su nidito de amor que compartía con Dongju se había vuelto el lugar más peligroso en toda la ciudad. Así que al final terminó volviendo con su madre, eso al menos hasta poder pensar qué otra cosa podía hacer.

—¿Qué harás ahora que no tienes la ayuda de Jiyoon para los chequeos de Dongju? Geonhak, ella me ha estado llamando preocupada ¿No crees que vengan a buscarte aquí?

—Es lo más probable, por eso no será permanente, mamá, solo hasta conseguir un mejor lugar en donde podamos quedarnos. Y sobre los chequeos, ya sé que Dongju tendrá que ser intervenido en más o menos cuatro semanas, después… la cesárea… ¡No lo sé, má! No es tan simple como parece, cuando algo me da miedo, tiendo a huir y aunque debo cambiar, no cambiaré en esto. Pueden quitarme a Dongju si me continúo quedando en manos de esa señora y de ese viejo loco. 

—Entonces me estás diciendo que de nuevo fue tu instinto el que actuó ¿Verdad? —Geonhak afirmó, resignado. Él no era un niño, ya tenía más de dieciocho años, pero de verdad esperaba que su madre tuviera una respuesta para su problema. —Sabes muy bien que yo puedo encargarme de la cesárea, pero necesito más manos, Geonhak, no es una operación cualquiera, un mal cálculo y algo malo podría salir de todo esto.

—¿Qué estás insinuando?

—Hablemos con Jiyoon. 

—¡Claro que no, mamá! 

—Mira, Geonhak, piensa un poco las cosas, aún tienes cuatro semanas antes de que llegue la hora, pero también intenta considerar que por el hecho de que ese viejo loco haya querido hacer eso, no quiere decir que Jiyoon esté enterada de cómo son las cosas. Ella jamás aceptaría que te separaran de Dongju como a ella “la separaron” —Gayoon usó las comillas con los dedos para este punto.  —de su hijo. Considéralo, si me contaste que les tiene tanto amor a todos los niños de ese lugar, no es una mala mujer. Ella sigue órdenes, como tú, como yo. Mira, ahora me vienes a contar tú que hasta en el hospital donde he trabajado prácticamente toda mi vida, es probable que hayan raptado niños en algún punto de mi carrera y yo ni siquiera estaba enterada. No culpes a los peones, culpa a quien los controla. Te conozco, Geonhak, nunca juzgarías a alguien sin tener las pruebas suficientes. Eres mi hijo, al fin y al cabo. —Gayoon colocó una mano sobre el hombro del pelinegro antes de dejar un beso en su frente, caminando de nuevo en dirección a sus hijas, explicándoles que Dongju y Geonhak estarían de visita por unos días.