Capítulo 40

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—¿A qué te refieres? 

Las cosas se fueron de las manos de ambos chicos cuando Minhyun sonrió perversamente, o mejor dicho, tan frívolo como solo era él, ignorando su propio dolor para mostrar aquella sonrisa desquiciada, dejándole en claro lo mucho que iba a disfrutar de lo que estaba por decir.

—Subastas, niño. —Dijo mientras buscaba con la mirada por su habitación, encontrando su notebook sobre su escritorio. —Ahí ¿Quieres ver a Dongju? Abre la notebook, entra al navegador y escribe rowcorporation.com, así como suena.

Geonhak, muy a su pesar, obedeció, sabiendo que Youngjo tenía bien sujeto al hombre y que no intentaría nada malo. Él se sentó en la silla corrediza de Minhyun y abrió la notebook, siguiendo paso por paso, ingresó la dirección url y dejó que la página cargara lo suficiente, encontrándose con una red de subastas, el mismo título central de la página lo decía, aunque al observar los “objetos subastados” sus ojos se abrieron llenos de sorpresa al notar que no eran cosas, sino niños, niños mitad gato, tal y como todos aquellos que estaban correteando fuera de esa habitación. 

Geonhak mordió su labio, viendo las imágenes totalmente pornográficas de los pequeños posando y al lado cierta cantidad de dinero, mientras más abajo se encontraba el botón de “Apostar más”. Eso en cada una de las fotos.

—¿Qué mierda es esto? —Casi gritó ante la mirada interrogante de Youngjo. —Youngjo, son niños, como Dongju, Hwanwoong o cualquiera de los pequeños de afuera, los están vendiendo como si fueran juguetes o muñecos y apuestan por ellos de manera online ¿Qué mierda es esto?

—Ese era el verdadero trabajo de Daniel y su compañero, Geonhak. Es por eso que continuaron con Neko Corporation. La subasta de niños nuevos y vírgenes para entrega en cualquier parte del mundo.

Geonhak empujó la silla hacia atrás con sus pies mientras pasaba sus manos por su rostro, evitando caerse debido a la forma en que perdió el equilibrio por un instante. Otra vez, todo encajaba tan enfermizamente, quizás debió haber investigado eso mucho antes, pero jamás pensó que la cosa se resumía a subastas ilegales por internet.

—¿Y cómo sabes quién es el comprador? —Preguntó Geonhak, empezando a sentir cómo todo su cuerpo temblaba ante las ideas que estaban pasando por su cabeza. —Porque lo sabes ¿No? Internet tiene todo un sistema para encontrar la ubicación exacta de cualquier computadora, aunque el usuario de este sea anónimo.

—Claro. —Habló Minhyun, encogiéndose de hombros. —Pero los compradores son lo suficientemente inteligentes y millonarios como para perder su IP en la red, o, en todo caso, hacer la compra desde un lugar que no tenga nada que ver con su verdadero paradero. Son ricos, Geonhak, llegaron hasta donde están no por ser precisamente estúpidos. 

Geonhak gruñó cuando notó que él no había pensado en eso. Suspiró, inclinándose de nuevo hacia la notebook. Su mente viajó hacia el par de ojos más hermoso de su vida y entonces tuvo miedo, ese miedo creciendo en su cuerpo cada vez más. Ni siquiera quería hacer la pregunta pero debía hacerla, era la razón por la que ellos estaban ahí.

—Busca a “Dongju”, así tal cual, Dongju. Seguro te aparecerán muchos pequeños que se llamen así, pero a ti solo te interesa uno ¿No?

El pelinegro obedeció, dejándose llevar por la incertidumbre, entró a la parte de “Buscar” en la página y colocó el nombre de su pequeño. “Se han encontrado 20 resultados”, bajó entre las fotos, algunas subastas seguían abiertas, otras terminadas, niños desnudos, pequeños siendo vendidos en internet con el nombre de “Dongju” y luego Dongju, su Dongju estaba…

(VENDIDO EL 02 DE ENERO)






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★彡 𝑵𝒆𝒌𝒐 𝑪𝒐𝒓𝒑𝒐𝒓𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏 ; 𝑳𝒆𝒆𝒐𝒏 彡★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora