Capítulo 39

386 46 2
                                    

—Bueno Youngjo, no sé qué hiciste, pero te debo la vida por traerme a mi hijo de regreso.

Gayoon apoyó su codo en el sofá y su barbilla suavemente sobre su mano, observando a Geonhak jugar con Dongmyeong, dándole tiernos besitos en la pancita, mientras el pequeñito de ojos avellana lo observaba y sonreía cada tanto, estirando sus manitos pequeñitas para tener contacto directo con el rostro de Geonhak, acariciándolo, llenándolo con las pocas caricias que podían dar esos deditos tan delgaditos. 

Según lo que Geonhak había sospechado, los hombres no se habían llevado a Dongmyeong por lo mismo que llenaba la gorrita de lana impidiendo que sus orejas se notaran, además de que su cuerpo estaba cubierto, por lo tanto su larga cola no se dejaba ver tampoco. Así que ellos habían ido directo a su Dongju, sin tomarle importancia al bebé que en realidad, de haberlo visto, hubiera sido una mina de oro para ese desgraciado.

El hecho de que Kang Daniel no supiera de su hijo, significaba que la persona que le había dado la información, no tenía entre sus planes hacer prosperar a Daniel, de lo contrario le hubiera pedido más dinero a cambio de esa información adicional. 

Geonhak besó con ternura los labios de su pequeño en brazos, justo después todos escucharon el timbre de la casa de la mamá de Geonhak y se pusieron alerta. Hwanwoong gruñó en el regazo de Youngjo, mientras Gayoon iba a abrir, sorprendiéndose ante la presencia de la chica que vio parada justo frente a sus ojos: Naeun. Son Naeun.

—Buenas. —Murmuró ella, claramente dudosa, jugando con la tira de su cartera. —¿Se encuentra Geonhak? Yo, uh, apenas llegué de un viaje que tuve, recién me enteré de lo ocurrido por mi madre y tengo información que seguro él querrá saber, claro… si me permite pasar. Lo busqué en el hospital pero me dijeron que ya le habían dado de alta y…

—¿Qué sucede? 

Detrás de Gayoon apareció Geonhak, con sus dos muletas, ayudándole a no apoyar su pierna en el suelo, observó a Naeun, eso no le hizo ningún bien, en los ojos de la chica pudo encontrar la hermosa mirada que aún recordaba de su niño, eso fue demasiado para él. 

Evitó mirar a la joven, que ahora tenía el cabello de color naranjo. Ella mordió su labio, sin saber bien qué decir o hacer, aparte de entrar a la casa cuando Gayoon le cedió el paso.

—Geonhak, yo… realmente siento lo que ha pasado, cuando mi mamá me contó, me dijo que lo sentía que ella…

—¿Lo sentía? —Geonhak olvidó por un momento el mal de su corazón, centrándose en la chica de nuevo, observando a Naeun retroceder lentamente, de seguro la mirada que le lanzó no había sido para nada agradable. —¿Cómo sabes qué ha pasado aquí, Naeun? Esto no salió en las noticias.

—Lo sé. —Afirmó ella, con más seguridad. —Por eso te digo que tenemos que hablar.

Pasados unos minutos, Geonhak guió a Naeun a la sala, donde se encontraban Youngjo y Hwanwoong besándose, ambos se comportaron después de eso, aunque la palabra “comportarse” no entraba en el vocabulario del rubio minino él sabía que no debía actuar de esa forma y presumir que todo andaba muy bien con Youngjo cuando aún tenían que encontrar a Dongju para traerlo de regreso con ellos. 

Naeun se sentó con cuidado, sin dejar de presionar su cartera entre sus manos, hasta que todo se volvió silencio y ella entendió que tenía que hablar y que Gayoon y los dos chicos que estaban de más no se moverían de ahí. 

Porque era así, nadie dejaría solo a Geonhak nunca más.

—Primero quiero dejar en claro que yo estuve de viaje todo este tiempo, me fui a ver a mi padre, nuestro abuelo falleció hace un mes, entonces lo acompañé desde tiempo antes, para estar a su lado. —Geonhak asintió, hace un mes, el mismo tiempo que él había estado internado en el hospital. —La cosa es que cuando volví, la casa que comparto con mi madre era un completo desastre, la encontré a ella al borde de… no lo sé, estaba tomada, Geonhak, ella… ¿Sabes? La última vez que la vi de esa forma fue con la muerte de mi hermano, parecía que le habían roto el corazón y me dispuse a preguntarle cuando estuviera sobria. Después de eso, ella, ya estable, me contó lo que sucedió con el lugar donde trabajaba.

★彡 𝑵𝒆𝒌𝒐 𝑪𝒐𝒓𝒑𝒐𝒓𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏 ; 𝑳𝒆𝒆𝒐𝒏 彡★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora