— Tu niño es muy lindo Daphne.
— Los tuyos también lo son, Harry.
Cabello rubio cenizo, piel ligeramente pálida y ojos carmesí, Edward Stewart Greengrass (cuyos padrinos eran Draco y Astoria) nació el 30 de Diciembre de 2003, era un niño precioso y muy tranquilo, a diferencia del pequeño diablillo que Harry tenía por hijo.
James Remus Weasley (nombre elegido por Harry), nacido el 16 de Julio de 2004, de cabello negro y ojos cafés, tan inquieto como el abuelo por el que fue nombrado, y con un gran parecido también, un gran torbellino incontrolable, estaba seguro de que en el futuro se llevaría muy bien con su padrino Lee.
Su mellizo era harina de otro costal, Frederick Harry Weasley (nombre elegido por George), tenía un enorme parecido con su padre y su difunto tío, pero su cabello era de un rojo llameante (un punto medio entre la tonalidad Weasley y la tonalidad Evans) y sus ojos cambiaban de verde esmeralda a azul zafiro dependiendo de la luz, Gabrielle lo había adorado apenas verlo y esta vez no hubo pretexto que valiera para decirle que no podía ser la madrina.
Cuando hay embarazos múltiples la magia no siempre se distribuye correctamente entre los distintos bebes, con los gemelos no había problema porque al compartir bolsa les llegaba la misma cantidad de magia, pero James y Freddy eran mellizos, por lo cual la magia debía dividirse para repartirse en las distintas bolsas, causando que la mayor parte fuera a James.
Freddy era un niño bastante frágil y enfermizo, pero con un buen régimen de pociones debería estar bien dentro de algunos meses, Theo y Draco afirmaban que si no fuera hijo de un mago fértil no habría sobrevivido.
Pero aun con todo eso la vida era maravillosa, su relación con George iba mejor que nunca, Delphini parecía estar relajándose a su alrededor, se estaba haciendo más cercano a Draco, a tal punto que Blaise se burlaba diciendo que intentaba reemplazarlo como mejor amigo del Malfoy, el cual, como cuando estuvo gestando a Sirius, prestó una atención particularmente extraña a su embarazo, lo único que le tranquilizaba era que esa atención se desvanecía con el fin de su embarazo, pero aún le preocupaba.
Si, la vida era buena, pero también muy ocupada. A sus 24 años de edad Harry ya tenía 5 hijos: 2 de 6 años, 1 de 3 años y 2 con menos de un año, continuaba sus estudios para ser maestro de DCAO y trabajaba un par de horas en Sortilegios Weasley, horas en las cuales George cuidaba a los niños.
Harry amaba a sus hijos, pero con la reciente adición de los mellizos se estaba volviendo loco, quería hacer algo más que solo quedarse en casa a cuidar niños (y admiraba a Molly mil veces más que antes por lograrlo), después de hablarlo con George y considerar tanto sus estudios en DCAO como las repentinas reuniones en el ministerio para cambiar las leyes con respecto a los hombres lobos, decidieron que la mejor opción era que atendiera la tienda de bromas durante la tarde, para darse algo distinto que hacer.
— GxH — ¡Perdóname, George! — GxH —
Ese día tenían una reunión en la mansión Malfoy. Apenas llegaron Sirius corrió en busca de Andrei para jugar, esos niños congeniaban muy bien y tardo o temprano terminarían siguiendo al "hermano mayor Teddy", los niños ya habían sido reclutados por el Lupin para espantar a los novios de Delphini (lo cual exasperaba a Harry). Delphini por otro lado simplemente se quedaba cerca de Teddy, pero si los niños la abrumaban se sentaba un rato con los adultos. Eileen se unía a ellos cada vez que Lautre visitaba a Draco y Harry debía contener sus ganas de reírse por la ironía de que la hija de Severus Snape fuera amiga del hijo de un merodeador y el nieto de otro merodeador.
Angelica, James, Freddy y Edward eran muy pequeños para que los dejaran jugar solos como a los otros niños, pero tenían un corralito para ponerlos mientras charlaban, y si algún bebé necesitaba algo, podían atenderlo al instante, pero no era algo muy usual, pues Narcissa estaba encantada de tener niños que cuidar.
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¡Perdóname George!
Fanfiction- Tranquilízate Harry, todo estará bien - dijo George al desconsolado Harry que lloraba en sus brazos. - ¿Cómo que estará bien, George? ¿Cómo? ¡Él no se hará cargo! ¡Insiste en que no es su hijo! ¡¡Se lo niega a sí mismo, me lo niega a mí y se lo ne...