Nunca se habían sentido tan incómodos en su vida.
Estaban sentados en la cama, mirándose el uno al otro sin saber cómo dar el primer paso, de alguna forma se sentía forzado, sabían que tenían que hacerlo, pero tener no es lo mismo que querer y no sabían si estaban listos.
George tomó las manos de Harry entre las suyas sintiendo el temblor de su esposo, suspiró sabiendo que él estaba igual de nervioso.
¿Por qué estaban haciendo esto? Ya sé acordaba, por culpa de Draco...
... más o menos.
— GxH — ¡Perdóname, George! — GxH —
Ya eran casi 2 meses desde que adoptaran a Delphini, el progreso era lento pero sentían que iban por buen rumbo. Ella ya los miraba a los ojos con frecuencia al menos.
Esa mañana había ido a casa de Luna, George estaba trabajando en la tienda y Harry no tenía nada que hacer, él y los niños estaban en un estado de aburrimiento total, así que cuando Luna los invitó a tomar el té pensó que era una idea genial.
Por una parte, no tenía idea de donde su amiga había sacado una manada de Threstrals y su corazón se encogió cuando se dio cuenta de que Delphini podía verlos, pero él no debió esperar menos, ella había visto morir a uno de los niños en la mansión Rowle.
Por otro lado, los niños estaban fascinados por la casa de Luna, habían tantas criaturas para que pudieran ver, acariciar y alimentar, una gran cantidad de objetos que hacían cosas inusuales: como el perchero que se ponía a bailar contigo cuando no tenía nada colgado, o la alacena que buscaba dentro de sí misma usando sus puertas como manos.
Él tuvo una amena plática con la rubia, aunque claro que ella seguía hablando de las mil criaturas fantásticas que solo ella conocía, pero estaba bien, esa era Luna, sus excentricidades la hacían especial.
— ¿Quieren más galletas? — Preguntó Luna sujetando la bandeja.
— Si tía Luna — Cuando Teddy habló Delphini asintió también, Sirius por otro lado, ya tenía una galleta en la boca.
— ¿Qué tal las cosas con Rolf? — Pregunto tomando una de las galletas con forma de dragón que tenía Luna, estas rugían como auténticos dragones, hasta que les dabas un mordisco, entonces era una galleta común.
— Todo va de maravilla, los toposoplos no nos molestan cuando estamos juntos.
Harry se rió por la respuesta de su amiga.
— Me alegro mucho por ti, Luna.
Harry tomó más galletas de la bandeja, haciendo que Luna le sonriera con ojos vidriosos.
— A él le gustan las galletas de chocolate.
— ¿De quién hablas, Luna?
— Del pequeño ciervo — dijo ella señalando su estómago.
Harry la miró pálido mientras los niños llamaban su atención y sus ojos volvían a la normalidad.
— Tía Luna ¿podemos ir a ver los Bowtruckle?
— Si Teddy, pero no los molesten porque pueden lastimarles los ojos, y cuiden de Sirius.
— Si tía Luna.
Harry siguió conversando con Luna quien no recordaba nada sobre su comentario, pero la mente de Harry no pudo ignorar sus palabras.
— GxH — ¡Perdóname, George! — GxH —
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¡Perdóname George!
Fanfic- Tranquilízate Harry, todo estará bien - dijo George al desconsolado Harry que lloraba en sus brazos. - ¿Cómo que estará bien, George? ¿Cómo? ¡Él no se hará cargo! ¡Insiste en que no es su hijo! ¡¡Se lo niega a sí mismo, me lo niega a mí y se lo ne...